Señora Rosa Diez, permita que le envíe estas líneas y en este formato, para estar seguro que lo va a recibir y no pensar así que no se entera de lo que está ocurriendo en su partido, pensaré que lo conoce perfectamente pero que no le da importancia.

Y creo que no le da importancia por que Ud y su Comité de dirección entienden que UPyD es un partido institucional y que teniendo presencia en las redes, ya es suficiente-esto lo he escuchado de boca de un miembro de su equipo- entonces deduzco que no hacen falta ¿Molestos? afiliados que además se atreven a discrepar y a tener criterio propio.

Pertenezco a este partido desde los tiempos ilusionantes de Plataforma Pro, yo estuve en la cena del hotel de San Sebastián donde fue presentada y desde entonces he dedicado esfuerzo y tiempo - quitándoselo a mi familia y al descanso - puesto que era la manera de sacar adelante este magnífico e ilusionante proyecto, he sido responsable de expansión por invitación expresa en el primero y segundo Consejo Territorial he sido también durante dos campañas delegado de UPyD en la comarca del Bidasoa y rechazé la invitación para participar en las elecciones en la lista que ganó y que actualmente dirige el partido en el País Vasco porque no creía en algunas de las personas que lo integraban, ni en su capacidad para reorientar y realizar los cambios que yo estimaba necesarios.

Esto solo lo constato para que no pueda decirse que soy un advenedizo y que soy un rebotado por que no he podido ocupar cargos, está claro que no es el caso. Luché para que en esas elecciones hubiera una candidatura de consenso, como manera de reforzar el partido en el País Vasco, pero no pudo ser, (la candidatura oficial se negó a ello) a partir de un momento determinado y a la vista de algunas actuaciones se han estado dando de baja en un goteo que no cesa y que como un virus se extiende a varias zonas, País Vasco, Galicia, Cantabria, León.... un porcentaje elevado de afiliados, afiliados con compromiso y criterio que han visto defraudadas sus expectativas.

¿De verdad piensa -como dicen algunos miembros de su equipo- que son todos los que se han ido personas rebotadas que no han conseguido un puesto? pero si en este partido hay "cargas y no cargos" si participar en esos puestos solamente conlleva trabajo, trabajo, trabajo y tiempo, tiempo, tiempo, pero si en este partido no se cobra, se paga, ¿Entonces.... yo señora Diez he tratado de que muchos de esos afiliados no se marchasen, he intentado convencerles que las cosas que no nos gustan se pelean para cambiarlas, pero se hace desde dentro. No ha sido posible, ellos claro, también me querían convencer de lo contrario diciéndome que era imposible, que era mejor dejarlo, darse de baja, pero no es mi manera de actuar, yo debo estar de acuerdo conmigo mismo y debo intentarlo con todas mis fuerzas, eso he hecho hasta hoy que se ha traspasado la línea roja.

Por discrepar, se ha echado del cargo de ayudante parlamentario a la persona que ha ocupado ese puesto con dedicación y entrega desde la primera legislatura hasta ahora y se aduce falta de confianza. Desde mi punto de vista, disfrazando la razón principal, que no es otra que atreverse a discrepar, a tener criterio y expresarlo y por tener "LA DESFACHATEZ" de presentarse en la candidatura de oposición y por eso, se le quita su puesto de trabajo.

LAMENTABLEMENTE tengo que dar la razón a quienes han abandonado el partido, es obsceno que UPyD se atreva a dar lecciones de maneras de actuar y de democracia interna a los demás partidos mientras en su seno se reproducen todos los vicios con los que "afea" a los demás. Quería haberme despedido como tantas veces he repetido a mis ex compañeros, que se debería proceder, cuando uno se va...cerrando la puerta despacio, pero también creo que la respuesta a una acción indigna debe ser proporcional.

Empecé mi experiencia política militando en este partido y aquí y ahora acaba este recorrido así que no vean en mi lo que parece que han visto en otros que han abandonado el proyecto, yo no tengo color naranja, ni azul, ni rojo el color que puedo transmitir es el de la desilusión.

Adiós Sra., Diez, es una pena pero ha destrozado Ud. la ilusión de muchos ciudadanos entre los que me encuentro, solo espero que estas líneas le hagan reflexionar y cambie la manera de actuar internamente de su partido, porque todavía está a tiempo, para evitar seguir destrozando las ilusiones de muchos españoles que siguen confiado en Ud y en el proyecto que representa.