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-Llevamos 3 días de Tsunami democrático y acabo de darme cuenta de algo importante.
-Dime.
-Los Tsunamis arrasan allá por donde pasan. Le cambian la cara a todo el paisaje. Son destructivos e imparables.
-Correcto. Eso hacemos, destruir todo el aparato represivo y reivindicar una sociedad libre para decidir su futuro.
-Bien, pero creo que estamos usando mal el concepto. Tal como lo empleamos en la frase, da la sensación que estamos arrasando la democracia. ¿No sería mejor "Tsunami Represivo" o "Tsunami Centralista"?
-¿Pero para qué? Se sobreentiende que llevamos consigo la democracia, no la arrasamos.
-Solo lo digo para no llevar a confusión. Podemos incluso hacer juegos de palabras. "Tsunanimidad", por ejemplo.
-A ver, lo que no es serio, que de hecho "tsunamierda", es cambiarle el nombre al movimiento al cuarto día de crearlo. La gente tiene claras las motivaciones de todo lo que hacemos.
-Pero a mi me pasa con SOS Racismo. Me da la sensación que ayudan al Ku Kux Klan.
-Bueno, yo siempre he tenido dudas con lo del Partido de futbol de la Droga.
-¿¿¿¿Lo ves????
Si tienes la llave puedes solventar muchos problemas: Puedes entrar en una casa, o en un espacio virtual. Puedes entender cosas que sin la llave o clave no entenderías. En la vida tienen solvencia las personas que pueden solventar problemas. Están los solventes económicos, los que tienen dinero y los otros solventes, los que tienen la llave. Esa rara capacidad de priorizar.
Cuenta una antigua leyenda, que los titanes Tozal (2077m) y el Cabezo de Guara (1868m) tenían dos hijos. El mayor se llamaba Gabardiella (1694m) y el menor Gratal (1563m). Un día, el coloso Gabardiella les pidió a sus padres la parte de la herencia que le correspondía porque quería vivir su vida en libertad.
Los poderes fácticos de todo tipo, políticos, académicos y de cualquier otra índole no cejan en su continuo martilleo para amedrantar a los ciudadanos con los perniciosos males que padecerá la Humanidad por el destrozo de la Naturaleza que continuamente llevamos a cabo por lo que nos sobrevendrán infinitas calamidades sin cuento.
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