Perón decía, o repetía, que los pueblos no tienen amigos en común sino intereses en común, este concepto tan básico parece que el Jefe de Estado argentino no lo ha comprendido en su concepción fundamental.
La coherencia y el respeto deben ser además dos de las conductas primordiales que todo mandatario debe cuidar en la relación con sus pares.
Si repasamos brevemente los acontecimientos de los últimos 15 días veremos que la Argentina tiene por lo menos una política exterior errática y coyuntural, dañina para nuestro futuro y compleja para nuestro desarrollo.
Tabaré Vázquez, el presidente uruguayo creyó que se podía comenzar una instancia de diálogo en Córdoba, Kirchner fue afable con él. Pero el uruguayo estaba equivocado, Kirchner para no enemistarse con Gualeguaychú, hasta convirtió en legales los ilegales cortes de los puentes, ante el temor que lo acusaran de traición.
Con la visita del canciller Jorge Taiana, después de la derrota que la diplomacia argentina sufrió en el Tribunal Internacional de La Haya, el gobierno mostró señales de que seguirá presionando al Uruguay por todos los medios posibles en el conflicto.
El gobierno argentino justificó los cortes de rutas que unen a ambos países llevados a cabo por asambleístas entrerrianos, durante su reunión con vecinos de Gualeguaychú, ratificó la vía judicial internacional para el manejo del conflicto y además incorporo abogados de los asambleístas en la representación argentina ante la Corte de La Haya.
No tan solo esto en abierta contraposición a la demostrada por el presidente en Cordoba, sino que restó posibilidades al diálogo bilateral, al opinar que la Argentina "está dispuesta al diálogo siempre que incluya el qué, el cómo y el dónde" de las plantas de pasta.
Otro caso interesante es el referente a nuestros vecinos los chilenos, la presidente de ese país Sra. Bachelet se fue complacida y convencida luego de hablar con Kirchner. El presidente argentino le había explicado la situación y le aseguró que el precio del gas a Chile oscilaría entre 3,70 y 3,90 dólares por millón de BTU, cuestión acordada y convenida entre ambos mandatarios.
Según el gobierno chileno, el precio del gas oscila hoy entre 4,60 y 4,80 dólares, casi un dólar más por millón de BTU. Por lo cual la presidenta chilena presento una queja formal al gobierno argentino y para peor, las mismas fueron respondidas en la Argentina por un ministro, Julio De Vido, actitud que en Chile consideraron absolutamente ofensivas. Sólo el primer mandatario argentino debió responder a su colega trasandina.
El Gobierno argentino expreso sus motivos para aumentar el precio del gas a Chile, todo el gobierno chileno no puede desconocer que a la Argentina ya no le sobra el gas, que ahora le compra parte del combustible a Bolivia y que Evo le aumentó el precio del gas a la Argentina.
Pero el verdadero problema esta en las propuestas que no se cumplen o en los discursos protocolares que se mudan en el aire y se plasman en los papeles.
Bachelet quedo espantada de disgusto con Kirchner, ha quedado ha merced de sus opositores internos y le ha cortado cualquier posibilidad para otro gesto hacia la Argentina.
La convivencia de Bachelet y Kirchner quedo así configurada como fría y distante. Sólo una reparación de Kirchner para darle la razón a su colega chilena y cumplir su propia palabra, podría mejorarla. La tensión fue tan grave entre la Argentina y Chile, aunque no se supo aquí, pero lo cierto es que nunca, desde que la democracia gobierna ambas naciones, se dio una situación semejante.
Peru representa otra gran incógnita en el armado de la política exterior del Kirchner, acaso no fue a la asunción de Alan García para no molestar a Chávez. Si esta fuera la verdadera razón estaríamos en una dificil situación internacional dependiendo de las vicisitudes de Caracas. Tal vez pronto estemos firmando acuerdos de cooperación con Iran.
Kirchner recibió en Buenos Aires a Ollanta Humala, competidor de García, y éste luego de su triunfo visitó varias capitales de la región, pero evitó Buenos Aires.
Como deducción final, nuestro presidente gano la antipatía de la presidente Bachelet, Tabaré Vázquez no confiara mas en las afables palabras presidenciales, Alan García se ha desilusionado de la amabilidad Argentina. Vicente Fox mantiene una tirante relación con el gobierno argentino, luego de la cumbre de Mar del Plata.
Kirchner sólo tiene una buena relación con Lula, quien tiene objetivos estratégicos y no permite que ninguna eventualidad los empañe.
El jefe de Estado Argentino se está quedando sin “amigos”.