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El discernimiento es un requerimiento necesario para centrar los pensamientos

Trayectorias personales

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Al resguardo de la libertad acuden presurosos los más inverosímiles elementos insustanciales, entreverados con valiosas aportaciones. La mezcolanza es ampulosa, también en cuanto a la generación de frustraciones y aportaciones gratificantes con las cuales soñaríamos. Las múltiples teorías nunca conseguirán sustituir el relato de las TRAYECTORIAS individuales; por lo tanto, la interpretación de las mismas y no digamos el enjuiciamiento de sus pormenores, son inaccesibles en su totalidad. Ambas funciones son dificultosas incluso para el mismo protagonista, de donde se deduce el fondo enigmático de ese recorrido y el discurso personal lleno de incertidumbres.

Algunas palabras, pequeños objetos o simples recuerdos adquieren rango simbólico al reunir en ellos la síntesis de toda una vida, de unos ambientes concretos, de unos sinificados de por si complejos. El Roseboud de Orson Welles, o la más reciente retrospectiva de la casa familiar en la Roma de A. Cuarón; nos ilustran de ese poder de concreción. El RECUERDO de la infancia viene consolidado en una percepción duradera. Cualquiera captará en lo personal hechos similares de apariencia intrascendente. Aunque para los demás signifiquen bien poco, uno se aprecia reflejado en esa sensación intrensferible. La infancia alarga su influencia con una resistencia entrañable.

Las raíces de cada persona se relacionan directamente con ciertas vivencias infantiles, pero escapemos raudos de la tentación de atribuirles un sentido hegemónico. Su persistencia es sólo un elemento entre otros (Genética, ambientales, personas del entorno). Se producen nuevos ASENTAMIENTOS sucesivos derivados de influencias directas (Un maestro, nivel económico, ubicación geográfica, intereses propios, imposiciones foráneas). Incluyendo los impulsos subconscientes de difícil ensamblaje con la mentalidad racional, de indudables repercusiones comprobadas hasta la saciedad. Siendo condicionantes de las decisiones de cada persona, todavía dejan libres los resquicios para la cuota individual de libertad.

Nadie es del todo fiable debido al sinfín de circunstancias implicadas en cada movimiento del individuo, sus decisiones, sus deseos. Los brotes insospechados surgen sin pedir permiso, sin necesidad de explicaciones; siendo muchas veces el protagonista el primer sorprendido. Con todo, comprobamos una tendencia común por muy variados que sean los intervinientes, su orientación a una buena causa..., la PROPIA. Permaneciendo en las áreas recónditas de las mentalidades, en alforjas secundarias, aquello del bien comunitario. Las excepciones existirán, aunque será mejor la confianza en el egoísmo de considerar el bien general como la manera óptima de beneficiarse.

En las caminatas de la vida cada cual irradia una serie incontrolable de conexiones. Atendemos a la cercana inmediatez, renuentes a la consideración de los efectos distanciados. Mientras la inteligencia razona, las proyecciones provocadas escapan por derroteros imprevistos. Por eso, siendo importante la imagen ofrecida, detectamos la relevancia de las SOMBRAS personales, con la gran cantidad de contenidos ocultos. Las labores realizadas van más allá de las apariencias, si no atendemos a la sombra asumiremos los ocultamientos con sus consecuencias. Los sombreados vitales exigen una mejor disposición de los ánimos si pretendemos la comprensiòn de la vida comunitaria.

La narración de una trayectoria individual suele ser incompleta. Nos abre a la disyuntiva crucial de si la suma de datos es lo más importante o son otros los rasgos definitorios ceñidos a la realidad de cada sujeto. La expresividad de los registros objetivos habla poco de sensibilidades, sentimientos o factores subyacentes. El PERFIL integrado de una persona abarca ese conjunto. La dificultad de su conocimiento realza el valor de las aproximaciones leales. No valen fijaciones artificiosas, fotos, memorias, biografías, aisladas. Constituye una página abierta, enemiga de las cerrazones o de las intemperancias; la posible comprensión es una apertura ilimitada.

Una de las principales informaciones engañosas es la referida al pasado; a las lógicas limitaciones se suman las manipulaciones basadas en silencios, medias verdades o mentiras flagrantes. El utilitarismo ramplón recurre a cualquier estratagema con tal de obtener los resultados apetecidos. La COHERENCIA se resiente cuando por un lado preconizamos la veracidad, transparencia, profesionalidad; mientras renunciamos a los datos contrastados en aras de criterios arbitrarios de conducta. La libertad queda maltrecha ante el predominio de formaciones caprichosas de grupúsculos nefastos; son evidentes en la política, costumbres, convivencia en general, demostrando el carácter degradante de la incoherencia.

No debiéramos presumir ni un tanto así, por que al fin cuál será el contenido de dichos alardes; a quién pretendemos engatusar si somos portadores de las más sonadas incertidumbres. Podremos pensar en lo que NO SE VE como arma oculta. Aunque flaqueamos en el sentido de que desde fuera se ven más cosas de las deseadas, y por añadidura, tampoco percibimos tanto de la auténtica realidad propia. Por ejemplo, el equilibrio entre las obligaciones laborales y el disfrute de la vida, permanece oculto en demasiadas ocasiones. La importancia de lo que no se ve es evidente, aunque la desdeñemos, y peor aún si en algún momento creemos en su inexistencia.

El discernimiento es un requerimiento necesario para centrar los pensamientos. Ahora bien, las dificultades son obvias por las múltiples transformaciones surgidas en pleno movimiento de las actuaciones, a pesar de los protagonistas o con su consentimiento. Contumacias, desvíos y equilibrios, compiten en esas prácticas existenciales. Del arte por ejemplo, atendemos con enorme preferencia al mercado o bien a las exposiciones organizadas interesadamente; apenas se tiene en cuenta la CALIDAD de las múltiples percepciones libres de esos panoramas. ¿Cuál es la mejor noticia y la más artística? Corremos el riesgo de entrar en fase depresiva, las noticias en general nublan las entendederas. Las trayectorias mejores no gozan de buena prensa

Con la introducción de los aspectos cualitativos percibimos una vitalidad existencial asombrosa, pero no nos engañemos también introducen matices crueles, limitaciones personales, sufrimientos derivados de sus carencias. La discriminación descubre las bondades y los defectos. Máxime si valoramos la complejidad humana y del mundo en general. La excelencia de los comportamientos es mágica en todas sus facetas. La COSMOVISIÓN mágica se ofrece a nuestras mentalidades como invitación fascinante para la transformación de la mera presencia de partículas en la sublimación creativa; asomados a las esferas del horizonte intuídas por unos espíritus geniales. En los ambientes actuales es perentoria la necesidad de esas aspiraciones, del discernimiento preciso para tomarlas en cuenta.

Trayectorias personales

El discernimiento es un requerimiento necesario para centrar los pensamientos
Rafael Pérez Ortolá
viernes, 13 de septiembre de 2019, 10:14 h (CET)

Al resguardo de la libertad acuden presurosos los más inverosímiles elementos insustanciales, entreverados con valiosas aportaciones. La mezcolanza es ampulosa, también en cuanto a la generación de frustraciones y aportaciones gratificantes con las cuales soñaríamos. Las múltiples teorías nunca conseguirán sustituir el relato de las TRAYECTORIAS individuales; por lo tanto, la interpretación de las mismas y no digamos el enjuiciamiento de sus pormenores, son inaccesibles en su totalidad. Ambas funciones son dificultosas incluso para el mismo protagonista, de donde se deduce el fondo enigmático de ese recorrido y el discurso personal lleno de incertidumbres.

Algunas palabras, pequeños objetos o simples recuerdos adquieren rango simbólico al reunir en ellos la síntesis de toda una vida, de unos ambientes concretos, de unos sinificados de por si complejos. El Roseboud de Orson Welles, o la más reciente retrospectiva de la casa familiar en la Roma de A. Cuarón; nos ilustran de ese poder de concreción. El RECUERDO de la infancia viene consolidado en una percepción duradera. Cualquiera captará en lo personal hechos similares de apariencia intrascendente. Aunque para los demás signifiquen bien poco, uno se aprecia reflejado en esa sensación intrensferible. La infancia alarga su influencia con una resistencia entrañable.

Las raíces de cada persona se relacionan directamente con ciertas vivencias infantiles, pero escapemos raudos de la tentación de atribuirles un sentido hegemónico. Su persistencia es sólo un elemento entre otros (Genética, ambientales, personas del entorno). Se producen nuevos ASENTAMIENTOS sucesivos derivados de influencias directas (Un maestro, nivel económico, ubicación geográfica, intereses propios, imposiciones foráneas). Incluyendo los impulsos subconscientes de difícil ensamblaje con la mentalidad racional, de indudables repercusiones comprobadas hasta la saciedad. Siendo condicionantes de las decisiones de cada persona, todavía dejan libres los resquicios para la cuota individual de libertad.

Nadie es del todo fiable debido al sinfín de circunstancias implicadas en cada movimiento del individuo, sus decisiones, sus deseos. Los brotes insospechados surgen sin pedir permiso, sin necesidad de explicaciones; siendo muchas veces el protagonista el primer sorprendido. Con todo, comprobamos una tendencia común por muy variados que sean los intervinientes, su orientación a una buena causa..., la PROPIA. Permaneciendo en las áreas recónditas de las mentalidades, en alforjas secundarias, aquello del bien comunitario. Las excepciones existirán, aunque será mejor la confianza en el egoísmo de considerar el bien general como la manera óptima de beneficiarse.

En las caminatas de la vida cada cual irradia una serie incontrolable de conexiones. Atendemos a la cercana inmediatez, renuentes a la consideración de los efectos distanciados. Mientras la inteligencia razona, las proyecciones provocadas escapan por derroteros imprevistos. Por eso, siendo importante la imagen ofrecida, detectamos la relevancia de las SOMBRAS personales, con la gran cantidad de contenidos ocultos. Las labores realizadas van más allá de las apariencias, si no atendemos a la sombra asumiremos los ocultamientos con sus consecuencias. Los sombreados vitales exigen una mejor disposición de los ánimos si pretendemos la comprensiòn de la vida comunitaria.

La narración de una trayectoria individual suele ser incompleta. Nos abre a la disyuntiva crucial de si la suma de datos es lo más importante o son otros los rasgos definitorios ceñidos a la realidad de cada sujeto. La expresividad de los registros objetivos habla poco de sensibilidades, sentimientos o factores subyacentes. El PERFIL integrado de una persona abarca ese conjunto. La dificultad de su conocimiento realza el valor de las aproximaciones leales. No valen fijaciones artificiosas, fotos, memorias, biografías, aisladas. Constituye una página abierta, enemiga de las cerrazones o de las intemperancias; la posible comprensión es una apertura ilimitada.

Una de las principales informaciones engañosas es la referida al pasado; a las lógicas limitaciones se suman las manipulaciones basadas en silencios, medias verdades o mentiras flagrantes. El utilitarismo ramplón recurre a cualquier estratagema con tal de obtener los resultados apetecidos. La COHERENCIA se resiente cuando por un lado preconizamos la veracidad, transparencia, profesionalidad; mientras renunciamos a los datos contrastados en aras de criterios arbitrarios de conducta. La libertad queda maltrecha ante el predominio de formaciones caprichosas de grupúsculos nefastos; son evidentes en la política, costumbres, convivencia en general, demostrando el carácter degradante de la incoherencia.

No debiéramos presumir ni un tanto así, por que al fin cuál será el contenido de dichos alardes; a quién pretendemos engatusar si somos portadores de las más sonadas incertidumbres. Podremos pensar en lo que NO SE VE como arma oculta. Aunque flaqueamos en el sentido de que desde fuera se ven más cosas de las deseadas, y por añadidura, tampoco percibimos tanto de la auténtica realidad propia. Por ejemplo, el equilibrio entre las obligaciones laborales y el disfrute de la vida, permanece oculto en demasiadas ocasiones. La importancia de lo que no se ve es evidente, aunque la desdeñemos, y peor aún si en algún momento creemos en su inexistencia.

El discernimiento es un requerimiento necesario para centrar los pensamientos. Ahora bien, las dificultades son obvias por las múltiples transformaciones surgidas en pleno movimiento de las actuaciones, a pesar de los protagonistas o con su consentimiento. Contumacias, desvíos y equilibrios, compiten en esas prácticas existenciales. Del arte por ejemplo, atendemos con enorme preferencia al mercado o bien a las exposiciones organizadas interesadamente; apenas se tiene en cuenta la CALIDAD de las múltiples percepciones libres de esos panoramas. ¿Cuál es la mejor noticia y la más artística? Corremos el riesgo de entrar en fase depresiva, las noticias en general nublan las entendederas. Las trayectorias mejores no gozan de buena prensa

Con la introducción de los aspectos cualitativos percibimos una vitalidad existencial asombrosa, pero no nos engañemos también introducen matices crueles, limitaciones personales, sufrimientos derivados de sus carencias. La discriminación descubre las bondades y los defectos. Máxime si valoramos la complejidad humana y del mundo en general. La excelencia de los comportamientos es mágica en todas sus facetas. La COSMOVISIÓN mágica se ofrece a nuestras mentalidades como invitación fascinante para la transformación de la mera presencia de partículas en la sublimación creativa; asomados a las esferas del horizonte intuídas por unos espíritus geniales. En los ambientes actuales es perentoria la necesidad de esas aspiraciones, del discernimiento preciso para tomarlas en cuenta.

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