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Fútbol
Etiquetas | Osasuna | real sociedad | Liga BBVA | jornada 32.
Empate a cero en un encuentro en el que ninguno de los dos equipos demostró querer llevarse el partido

Pacto de no agresión en el Reyno (0-0)

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Ficha técnica
CA Osasuna: Andrés (1); Oier (1), Arribas (1), Flaño (1), Nano (1); Silva (2), Loé (1), Armenteros (2), Cejudo (1), De las Cuevas (1); Kike Sola (1).

Real Sociedad: Bravo (1); Carlos Martínez (1), Iñigo Martinez (1), Mikel González (1), Cadamuro (1); Elustondo (1), Xabi Prieto (1), Markel Bergara (1); Vela , (1), Griezmann (2) y Agirretxe (2).

Goles: Sin goles.

Cambios: Chori Castro por Elustondo (min. 68), Nino entra por De las Cuevas (min. 75), Puñal por Silva (min. 79), Ifrán por Carlos Vela (min. 81) y Masoud por Cejudo (min. 90+)

Árbitro: Mateu Lahoz (colegio valenciano) (1/3). Fueron amonestados con tarjeta amarilla los siguientes jugadores: Mikel González, Armenteros, Griezmann, Cadamuro, Vela, Arribas y Oier.

Incidencias: Reyno de Navarra (Pamplona). 19.627 espectadores.

Datos destacables
Lo mejor: Buen ambiente
Hacía mucho tiempo que no se veía tan buen ambiente entre aficiones en el Reyno de Navarra. Primó la deportividad y el hermanamiento entre hinchadas .

Lo peor: Muy pocos tiros a puerta.
El partido, si bien fue intenso, no tuvo casi presencia en las porterías. Sin goles no hay fútbol, recordemos.

El dato:
Se eleva a trece la cifra de partidos sin perder de la Real de Montanier; el técnico francés tendrá que esperar otro año para ganar en Pamplona.
Los aledaños del Reyno de Navarra eran un hervidero a pocos minutos de que comenzase el partido. Dos gradas hermanadas, dos hinchadas unidas por un vínculo cultivado desde hace años, y toda una fiesta en torno a un único denominador común: el fútbol. Además, acompañaba el tiempo: sol y buena temperatura (con permiso del viento) y todo presto y dispuesto para ver un partido a priori atractivo: la Real Sociedad, uno de los equipos que mejor juega al fútbol, en el fortín de uno de los que merodea las posiciones de peligro, pero que en casa siempre puede dar la sorpresa. Pues ni por esas. Empate a cero en lo que huele a pacto de no agresión, y a pensar en la jornada siguiente.

Osasuna con voluntad, pero sin cabeza
Osasuna salió con ganas al partido: con el campo hasta la bandera no podía dar mala imagen ante sus hermanos donostiarras, por lo que el conjunto de José Luís Mendilibar tiró de garra. El partido tenía intensidad, salidas rápidas al contrataque y disputas emocionantes, pero a ambos equipos se les atragantaba la portería: pueden contarse con los dedos de una mano los tiros entre los tres palos que pudieron visionar las más de 19.500 almas que se congregaron en el estadio. Sin embargo, conforme avanzaba el partido, las fuerzas iban menguando y las carencias del equipo local iban emergiendo a la superficie: Osasuna, que se plantaba con cierta facilidad en los tres cuartos de chancha realista, veía todas sus aproximaciones frustradas por elegir siempre la peor opción, y es que ya van siendo varios los partidos en los que Osasuna es su peor enemigo. Suena duro, pero a los jugadores navarros se les hacía de noche con el balón en los pies.

Con el descanso, Osasuna tomó las riendas del encuentro, pero no supo materializar ninguna de las llegadas del equipo. Nano, que no cuajó un mal encuentro en la parcela defensiva, estaba negado en los centros, y Kike Sola volvió a lucir empanada: el delantero de Cascante no se encontró en ningún momento del partido y apenas fue una débil presencia que se paseaba por las inmediaciones del área de Claudio Bravo.

La Real: contagiada
La Real no fue ese equipo brillante que tan buenos resultados ha cosechado este año. No se sabe si por la ausencia de uno de los timones del equipo, como es Illarramendi, pero lo cierto es que durante todo el partido el equipo dirigido por Montanier no supo hacer buena su supuesta superioridad y dominar el encuentro. Sí que se veía un equipo bien ordenado tácticamente y con auténticas balas en la zona delantera, como es el francés Antoine Griezmann, quien lanzó literalmente a su equipo en los contragolpes. Otro de los jugadores que también llevaban peligro al menos en la parcela individual fue el mexicano Carlos Vela. El exosasunista apunto estuvo de firmar lo que hubiese sido uno de los goles de jornada, pero su disparo se marchó a escasos centímetros de la escuadra de la portería defendida por Andrés Fernández. Más allá de eso solo cabría destacar el combate y la garra que demostró Imanol Agirretxe, quien no dio un balón por perdido y que buen ejemplo podría dar a Kike Sola.

Al final, todo queda en una entretenida tarde de fútbol en la que si bien nadie ha salido ganando (el empate no sirve ni para alejarse del descenso ni para asegurar la plaza europea) nadie puede lamentar los tres puntos, porque ninguno de los equipos mostró argumentos suficientes para llevarse la victoria.

Pacto de no agresión en el Reyno (0-0)

Empate a cero en un encuentro en el que ninguno de los dos equipos demostró querer llevarse el partido
Andoni Irisarri Ruiz
domingo, 21 de abril de 2013, 20:35 h (CET)
Ficha técnica
CA Osasuna: Andrés (1); Oier (1), Arribas (1), Flaño (1), Nano (1); Silva (2), Loé (1), Armenteros (2), Cejudo (1), De las Cuevas (1); Kike Sola (1).

Real Sociedad: Bravo (1); Carlos Martínez (1), Iñigo Martinez (1), Mikel González (1), Cadamuro (1); Elustondo (1), Xabi Prieto (1), Markel Bergara (1); Vela , (1), Griezmann (2) y Agirretxe (2).

Goles: Sin goles.

Cambios: Chori Castro por Elustondo (min. 68), Nino entra por De las Cuevas (min. 75), Puñal por Silva (min. 79), Ifrán por Carlos Vela (min. 81) y Masoud por Cejudo (min. 90+)

Árbitro: Mateu Lahoz (colegio valenciano) (1/3). Fueron amonestados con tarjeta amarilla los siguientes jugadores: Mikel González, Armenteros, Griezmann, Cadamuro, Vela, Arribas y Oier.

Incidencias: Reyno de Navarra (Pamplona). 19.627 espectadores.

Datos destacables
Lo mejor: Buen ambiente
Hacía mucho tiempo que no se veía tan buen ambiente entre aficiones en el Reyno de Navarra. Primó la deportividad y el hermanamiento entre hinchadas .

Lo peor: Muy pocos tiros a puerta.
El partido, si bien fue intenso, no tuvo casi presencia en las porterías. Sin goles no hay fútbol, recordemos.

El dato:
Se eleva a trece la cifra de partidos sin perder de la Real de Montanier; el técnico francés tendrá que esperar otro año para ganar en Pamplona.
Los aledaños del Reyno de Navarra eran un hervidero a pocos minutos de que comenzase el partido. Dos gradas hermanadas, dos hinchadas unidas por un vínculo cultivado desde hace años, y toda una fiesta en torno a un único denominador común: el fútbol. Además, acompañaba el tiempo: sol y buena temperatura (con permiso del viento) y todo presto y dispuesto para ver un partido a priori atractivo: la Real Sociedad, uno de los equipos que mejor juega al fútbol, en el fortín de uno de los que merodea las posiciones de peligro, pero que en casa siempre puede dar la sorpresa. Pues ni por esas. Empate a cero en lo que huele a pacto de no agresión, y a pensar en la jornada siguiente.

Osasuna con voluntad, pero sin cabeza
Osasuna salió con ganas al partido: con el campo hasta la bandera no podía dar mala imagen ante sus hermanos donostiarras, por lo que el conjunto de José Luís Mendilibar tiró de garra. El partido tenía intensidad, salidas rápidas al contrataque y disputas emocionantes, pero a ambos equipos se les atragantaba la portería: pueden contarse con los dedos de una mano los tiros entre los tres palos que pudieron visionar las más de 19.500 almas que se congregaron en el estadio. Sin embargo, conforme avanzaba el partido, las fuerzas iban menguando y las carencias del equipo local iban emergiendo a la superficie: Osasuna, que se plantaba con cierta facilidad en los tres cuartos de chancha realista, veía todas sus aproximaciones frustradas por elegir siempre la peor opción, y es que ya van siendo varios los partidos en los que Osasuna es su peor enemigo. Suena duro, pero a los jugadores navarros se les hacía de noche con el balón en los pies.

Con el descanso, Osasuna tomó las riendas del encuentro, pero no supo materializar ninguna de las llegadas del equipo. Nano, que no cuajó un mal encuentro en la parcela defensiva, estaba negado en los centros, y Kike Sola volvió a lucir empanada: el delantero de Cascante no se encontró en ningún momento del partido y apenas fue una débil presencia que se paseaba por las inmediaciones del área de Claudio Bravo.

La Real: contagiada
La Real no fue ese equipo brillante que tan buenos resultados ha cosechado este año. No se sabe si por la ausencia de uno de los timones del equipo, como es Illarramendi, pero lo cierto es que durante todo el partido el equipo dirigido por Montanier no supo hacer buena su supuesta superioridad y dominar el encuentro. Sí que se veía un equipo bien ordenado tácticamente y con auténticas balas en la zona delantera, como es el francés Antoine Griezmann, quien lanzó literalmente a su equipo en los contragolpes. Otro de los jugadores que también llevaban peligro al menos en la parcela individual fue el mexicano Carlos Vela. El exosasunista apunto estuvo de firmar lo que hubiese sido uno de los goles de jornada, pero su disparo se marchó a escasos centímetros de la escuadra de la portería defendida por Andrés Fernández. Más allá de eso solo cabría destacar el combate y la garra que demostró Imanol Agirretxe, quien no dio un balón por perdido y que buen ejemplo podría dar a Kike Sola.

Al final, todo queda en una entretenida tarde de fútbol en la que si bien nadie ha salido ganando (el empate no sirve ni para alejarse del descenso ni para asegurar la plaza europea) nadie puede lamentar los tres puntos, porque ninguno de los equipos mostró argumentos suficientes para llevarse la victoria.

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