La revolución de Chávez se quedó corta si lo que se pretendía era arrasar al partido de Capriles. Con una baja participación y con un Maduro poco atractivo para el votante revolucionario, Venezuela votó su final como país al dar la victoria a Maduro en unas elecciones presuntamente poco democráticas. La campaña electoral no fue más allá de recordar a Chávez, olvidándose del pueblo venezolano y sus problemas como que por ejemplo uno de los artículos de lujo sea el papel higiénico. Los insultos también estuvieron a la orden del día y las amenazas a España, al ministro de Exteriores Margallo, le mandaron callar. Esto es lo que ganó esta semana Venezuela, un gobernante que insulta, que no está por la labor del pueblo y que manda callar desde la distancia al territorio español. Por lo menos el Rey se lo dijo a la cara y con más motivo.
En relación al presunto fraude electoral, gracias a un contacto que tiene relación con el Consulado General de la República Bolivariana de Venezuela situado en Barcelona, decidí ponerme en contacto con él para corroborar si de verdad era cierto que se tenían pruebas fidedignas de que había existido fraude electoral. Para mi sorpresa, esta persona tenía el contacto de varias personas que forman actualmente parte del equipo electoral de Capriles y esta investigación que en un primer momento no le daba mucha salida, al final resultó exitosa para lo que podía llegar a plantearme.
Desde el equipo de Capriles detallaron que hubo varios colegios electorales en los que los apoderados de su partido eran minoría o incluso no habían (en pocos colegios en este último caso). Por votantes que son amigos y cercanos al resto de apoderados, pero que por motivos familiares o por falta de tiempo, ese día no podían actuar como apoderados pero sí como votantes. En ese tiempo, algunos de esos votantes manifestaron de inmediato al partido que en esos colegios no se estaba respetando las normas que deben existir en cualquier votación (las papeletas no estaban en el orden correcto, el secreto del voto era nulo en algunos colegios…). Yo pregunté por una foto que desde mi Twitter (@sanchez_jj) publiqué haciendo referencia a una persona que había sido detenida por haber votado cinco veces y la respuesta fue sin ningún tipo de asombro, como si no les resultara nada nuevo, pero no sabían si realmente había sido así o no. De todas formas me afirmaron que tenían más de 2.000 incidencias registradas (y aumentando durante estos días) de tal manera que van a hacer todo lo posible para supervisen me comentaron.
En resumidas cuentas, la transparencia no predominó cuando más tiene que predominar en una democracia y por tanto la victoria de Maduro queda en duda. No me gustó tanto el haber llegado a conocer este tipo de ilegalidades que se produjeron en unas elecciones puesto que Venezuela merece algo mejor. Hoy Venezuela cuelga de un hilo.