Una cosa tan inusual como esta solo podría ocurrir en Estados Unidos. El juez Raymond Voet, de la ciudad de Ionia en el estado de Michigan se ha juzgado y multado a sí mismo.
Raymond Voet es un juez bastante conocido en Michigan por su política del uso de los móviles y cualquier aparato electrónico mientras está en desarrollo un proceso judicial, multando a todo aquel que le suene el móvil con 25 dólares. Sin embargo ha sido el propio juez a quién el móvil le ha jugado una mala pasada y ha sonado en medio de un veredicto en el que se encontraba.
Ni corto ni perezoso, el juez Raymond, una vez terminado el proceso que estaba llevando a cabo, se ha impuesto a sí mismo la multa de 25 dólares por el uso del móvil en la sala. Parece ser que el móvil del juez era nuevo y aún no sabía utilizarlo del todo, por lo que no ha logrado poner en silencio.
Raymond Voet ha confesado que: "Pensé que nunca me pasaría a mí". Y es que el propio juez se ha sentido avergonzado, ya que al ser muy estricto con el tema de los móviles, le haya ocurrido a él. Por otro lado el juez Raymond ha comentado que: "Los jueces son seres humanos. No están por encima de las reglas. Rompí la regla y tengo que vivir con ello". Por lo que juzgarse ha sido la cosa más justa que podría hacer como magistrado.