Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Reflexión | Religión
A los cien años de la consagración de España al Sagrado Corazón por el rey Alfonso XIII se ha vuelto a repetir la consagración, pero sin reyes ni gobierno

El Corazón de Jesús en el Cerro de los Ángeles

|

Los que consideramos que España es una realidad sagrada nos parece muy bien ponerla bajo la mirada y el amparo del Sagrado Corazón, pero esta consagración no es ningún elemento mágico que va a convertir a todos los españoles o va a conseguir que gane la derecha, ni entonces ocurrió ni ahora tampoco.

El mundo sigue su curso cada vez más lejos de Dios, pero para los que nos sentimos cristianos, esta consagración nos obliga al anuncio gozoso de que Dios nos ama aquí y ahora y espera que respondamos a su amor amándonos entre nosotros y amando a los demás. Se trata de cumplir el mandato e Jesús: id al mundo entero y anunciad el evangelio.

No hay que olvidar ni ocultar que no se trata de ningún paseo triunfal. La evangelización de nuestro mundo no será fácil y como todos los que a lo largo del tiempo transmitieron la Verdad de Jesús pusieron en peligro su propia vida pues el mundo se resiste a escucharla.

Evangelizar es tarea de todos los cristianos y no solo de curas y frailes. Existe el peligro de que tratemos de presentar un evangelio manipulado, un evangelio de compromiso entre lo que predicó el Señor y las ideas que el mundo llama progresistas, a estos el mundo puede aceptarlos, pero a los que anuncian y viven integro el evangelio tienen más posibilidades de ser perseguidos que aceptados.

El mundo, el demonio y la carne querrán llevarnos a su terreno y alejarnos de Dios, por eso necesitamos una gran fe en el Padre, al que invocamos como Padre nuestro, en su Hijo Jesucristo que entregó su vida por todos y en el Espíritu Santo siempre dispuesto a derramar su gracia sobre los que lo invoquen.

Esta consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús puede resultar una simple noticia dentro de cualquier telediario o una seria llamada de atención a los cristianos que estén dispuestos a arriesgar su vida por el evangelio, porque ser cristiano de verdad comporta serios riesgos. Los mártires jalonan toda la existencia de la Iglesia y no solo en el imperio romano o en países de misión, sino aquí y ahora.

Como Jesús podemos ser acusados de enemigos del César y hoy estamos rodeados de cesares poderosos que no soportan que se cuestionen sus políticas ni sus negocios y tratarán de marginarnos, de silenciarnos o de ridiculizarnos. Ellos son los que dominan todos los medios de difusión pero ellos pasarán mientras que Dios permanece.

Seguir a Jesús es negarse a sí mismo, tomar la cruz y seguirlo, porque Él es el Camino, la Verdad y la Vida. No se nos promete el dominio del mundo, ni el triunfo de un determinado partido, ni el triunfo de la Iglesia, sino la vida eterna, la que no tiene fin y de la que tan despreocupados vivimos las gentes de este tiempo, aunque muchos quisieran encontrar la fórmula de mantenerse vivos para siempre.

Me alegro de esta nueva consagración de España al Corazón de Jesús, el corazón de un Dios que nos amó hasta el extremo, y me alegro de que su imagen ocupe el centro de la península y que fue tiroteada pos los españoles hace menos de un siglo. A pesar de todo: Dios nos ama.

El Corazón de Jesús en el Cerro de los Ángeles

A los cien años de la consagración de España al Sagrado Corazón por el rey Alfonso XIII se ha vuelto a repetir la consagración, pero sin reyes ni gobierno
Francisco Rodríguez
viernes, 5 de julio de 2019, 10:38 h (CET)

Los que consideramos que España es una realidad sagrada nos parece muy bien ponerla bajo la mirada y el amparo del Sagrado Corazón, pero esta consagración no es ningún elemento mágico que va a convertir a todos los españoles o va a conseguir que gane la derecha, ni entonces ocurrió ni ahora tampoco.

El mundo sigue su curso cada vez más lejos de Dios, pero para los que nos sentimos cristianos, esta consagración nos obliga al anuncio gozoso de que Dios nos ama aquí y ahora y espera que respondamos a su amor amándonos entre nosotros y amando a los demás. Se trata de cumplir el mandato e Jesús: id al mundo entero y anunciad el evangelio.

No hay que olvidar ni ocultar que no se trata de ningún paseo triunfal. La evangelización de nuestro mundo no será fácil y como todos los que a lo largo del tiempo transmitieron la Verdad de Jesús pusieron en peligro su propia vida pues el mundo se resiste a escucharla.

Evangelizar es tarea de todos los cristianos y no solo de curas y frailes. Existe el peligro de que tratemos de presentar un evangelio manipulado, un evangelio de compromiso entre lo que predicó el Señor y las ideas que el mundo llama progresistas, a estos el mundo puede aceptarlos, pero a los que anuncian y viven integro el evangelio tienen más posibilidades de ser perseguidos que aceptados.

El mundo, el demonio y la carne querrán llevarnos a su terreno y alejarnos de Dios, por eso necesitamos una gran fe en el Padre, al que invocamos como Padre nuestro, en su Hijo Jesucristo que entregó su vida por todos y en el Espíritu Santo siempre dispuesto a derramar su gracia sobre los que lo invoquen.

Esta consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús puede resultar una simple noticia dentro de cualquier telediario o una seria llamada de atención a los cristianos que estén dispuestos a arriesgar su vida por el evangelio, porque ser cristiano de verdad comporta serios riesgos. Los mártires jalonan toda la existencia de la Iglesia y no solo en el imperio romano o en países de misión, sino aquí y ahora.

Como Jesús podemos ser acusados de enemigos del César y hoy estamos rodeados de cesares poderosos que no soportan que se cuestionen sus políticas ni sus negocios y tratarán de marginarnos, de silenciarnos o de ridiculizarnos. Ellos son los que dominan todos los medios de difusión pero ellos pasarán mientras que Dios permanece.

Seguir a Jesús es negarse a sí mismo, tomar la cruz y seguirlo, porque Él es el Camino, la Verdad y la Vida. No se nos promete el dominio del mundo, ni el triunfo de un determinado partido, ni el triunfo de la Iglesia, sino la vida eterna, la que no tiene fin y de la que tan despreocupados vivimos las gentes de este tiempo, aunque muchos quisieran encontrar la fórmula de mantenerse vivos para siempre.

Me alegro de esta nueva consagración de España al Corazón de Jesús, el corazón de un Dios que nos amó hasta el extremo, y me alegro de que su imagen ocupe el centro de la península y que fue tiroteada pos los españoles hace menos de un siglo. A pesar de todo: Dios nos ama.

Noticias relacionadas

Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un aspecto de la vida actual que parece extremadamente novedoso por sus avances agigantados en el mundo de la tecnología, pero cuyo planteo persiste desde Platón hasta nuestros días, a saber, la realidad virtual inmiscuida hasta el tuétano en nuestra cotidianidad y la posibilidad de que llegue el día en que no podamos distinguir entre "lo real" y "lo virtual".

Algo ocurre con la salud de las democracias en el mundo. Hasta hace pocas décadas, el prestigio de las democracias establecía límites políticos y éticos y articulaba las formas de convivencia entre estados y entre los propios sujetos. Reglas comunes que adquirían vigencia por imperio de lo consuetudinario y de los grandes edificios jurídicos y filosófico político y que se valoraban positivamente en todo el mundo, al que denominábamos presuntuosamente “libre”.

Pienso que habrá cada vez más Cat Cafés y no solamente cafeterías, cualquier ciudadano que tenga un negocio podría colaborar. Sólo le hace falta una habitación dedicada a los gatos. Es horrible en muchos países del planeta, el caso de los abandonos de animales, el trato hacia los toros, galgos… las que pasan algunos de ellos… Y sin embargo encuentro gente que se vuelca en ayudarles y llegan a tener un número grande de perros y gatos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto