LA CUESTIÓN del “proceso... de lucha”, según lo califica ETA y ETA/Batasuna en todos sus actos, medios informativos propios y declaraciones públicas, salvo cuando se dirige directamente a las televisiones del Estado, que entonces tiene a veces la delicadeza de apocoparlo un poco dejándolo simplemente en “el proceso”, no tiene nada comentable: está meridianamente clara desde siempre, incluso desde que abrió la actual “tregua permanente”.
Autodeterminación, Navarra, amnistía para todos los presos y salida del ejercito español de ocupación del País Vasconizado (a medias, aunque ellos no lo llaman así ni admiten que nunca estuvo lingüísticamente vasconizado del todo), a fin de que Otegui, Ternera y los otros chicos de la panda puedan seguir euskaldunizándolo bajo la amenaza de las metralletas. Sólo que esta vez sin tener que portarlas ellos mismos en la mano, sino dirigiendo a quienes las lleven desde un despacho, mientras ellos se visten de ministros del Interior y de Cultura de la República Vasca, respectivamente.
Esto, como digo, se comenta por sí sólo. No hay que perder tiempo en ello, aunque ZP no se entere, pese a que se lo están diciendo cada día, por todos los medios impresos u orales. O puede que finja no enterarse, porque también dicen sus interlocutores (con una claridad que asusta) que llevan explicándoselo a sus emisarios desde hace cinco años, es decir, mientras ZP firmaba el “Pacto Antiterrorista”, que además propuso él, para que el personaje nos resulte más desvelado.
No. Lo analizable es precisamente el rostro de ZP. Riente como una máscara fija. Mientras pacta aquí, negocia allá, trampea a Rajoy, el bobo vulgar, rompe a hablar con los nacionalistas vascos en la segunda jornada del Restado de la Nación, prometiéndoles todo lo que había callado el día anterior, desguaza el Estado por Cataluña de la mano de Más, después de haberles clavado una daga simpática a sus antiguos colegas Carod y Maragall...
Y también es reseñable el caso de Pachi López (va de apellidos euskaldunes, como se ve), el cual, a la menor indicación de Rodríguez en el sentido de que los tutores batasunos del Muchacho que nos preside se estaban impacientando, ha saltado a la palestra de las negociaciones, postulándose para presidente del Gobierno vasco, probablemente, en esta primera fase hasta que la euskaldunización sea completa.
Uno, que ha jugado con los acrónimos del ZPerjuro abundantemente, para describirle según sus actos, no ha caído en la tentación que lee a veces de llamarle zETAp, porque quiere ser justo con él, y no aplicarle sino lo que se merece, probadamente.
Pero es lo cierto que Zeta, ETA y P(achi) están mostrando unas ganas locas de merecérselo muy próximamente.
Que me confunda. Así lo espero. Entre otras cosas, por el bien de ellos... Ya que el término de en medio, aunque asesino, actúa en parte con convicciones y por ideales, aunque fanáticos... Despreciará pronto a los individuos que le flanquean por ambos lados. Y, ciertamente, si dan el paso al que todos los síntomas están apuntando... serán simplemente dos ZetaPés, más que incalificables, rastreros.