Según los primeros resultados de los comicios generales españoles podemos concluir que:
1) Hay un fuerte incremento de la participación electoral (de casi 66% del 2016 al 76% del 2019) mientras ha crecido una polarización entre derecha e izquierda.
2) Se ha revitalizado el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) que hasta hace poco parecía en caída, pero que hoy se ha repuntado. Si en el 2016 el PSOE quedó segundo con menos del 23% de los votos y 85 diputados, hoy ha subido al 29% de los votos y a 122 diputados. Esto implica que debe conseguir 55 parlamentarios para lograr una mayoría absoluta en una cámara de 350 diputados.
3) De allí que se le abren 3 caminos al PSOE: a) conseguir estos parlamentarios que le faltan para lograr mayoría absoluta aliándose a los 42 diputados de la izquierdista Unidos Podemos más varios de los 37 parlamentarios de unas 9 formaciones nacionalistas o regionales; b) hacer un pacto con los 57 diputados de la centro-derechista Ciudadanos; c) hacer un gobierno de minoría apoyándose en un equilibrio entre fuerzas.
4) El Partido Popular (PP) que ha gobernado la mayor parte de las dos décadas que van de 1996 al 2016 y que ha encarnado la derecha tradicional ha tenido el peor resultado de su historia tanto a nivel de votos como de diputados. Ha perdido alrededor de la mitad del 33% de los votos y de los 137 diputados con la que ganaron en el 2016 y se ha reducido a menos del 17% de los votos y a 66 diputados.
5) El PP ha sido desbordado por el lado duro y por el blando de la derecha. Por una parte está la emergencia de Vox (quien llega al 10% de los votos y a 24 diputados) convirtiéndose en el primer partido ultranacionalista en llegar al parlamento español. De otro lado está el crecimiento de la derecha “moderada”, renovadora y liberal de Ciudadanos que casi duplicó su bancada (de 32 a 58 diputados). El PP, que antes cuadruplicaba a Ciudadanos en curules, ahora apenas le aventaja por solo 8 diputados y un punto porcentual en las urnas.
6) Unidos Podemos, si bien mantuvo una similar votación, en término de bancas ha descendido de 71 a 42, caída de casi 3 decenas de diputados en beneficio, fundamentalmente, del PSOE. Pese a que UP solo ha quedado un poco más de un punto porcentual debajo de Ciudadanos quien, a su vez, está poco menos de otro punto porcentual debajo del PP, este movimiento de izquierda saca mucho menos curules debido al sistema español. La debacle del PP ha hecho que se levante Ciudadanos mientras que el fortalecimiento del PSOE ha producido lo inverso en relación a la bancada de UP. El PSOE pudo evitar ser desbordado por UP creciendo postulándose como un voto útil, como un partido en el poder que no concilia con los separatistas o Venezuela y como la única fuerza que podría viabilizar un gobierno estable de izquierda.
7) El antiguo bipartidismo en la que se basó la transición española ha quedado superado por la emergencia de un sistema de 5 fuerzas, y la aparición, por primera vez, de una fuerte extrema derecha con significativa presencia en el legislativo. La derecha ha quedado dividida en 3 partidos (PP, Ciudadanos y Vox) y la izquierda en 2 (PSOE y UP). Los conservadores unidos son incapaces de llegar a la mayoría absoluta parlamentaria, la cual solo podría conseguirla el PSOE aliándose con UP y algunos nacionalistas, o haciendo un pacto con Ciudadanos.
8) Cuando Sánchez llegó al gobierno mediante un voto de desconfianza a Mariano Rajoy su partido era muy minoritario y tuvo que prepararse para ir a elecciones adelantadas. Esta vez gana pero con menos del 30% de los votos, algo inusual. A pesar de sus avances parlamentarios igualmente va a tener que descansar en juegos de alianzas ya sea hacia la derecha, la izquierda o haciendo concesiones a nacionalistas. La posibilidad de que haga un gobierno muy fuerte no están garantizadas. No se puede descartar que se den nuevos comicios adelantados en un futuro no lejano.
9) Desde la caída del franquismo nunca hubo un partido masivo de la extrema derecha, pero ahora España ya tiene uno (Vox) dejando de ser una excepción en relación a lo que pasa en la mayor parte de la Unión Europea.
10) Los nacionalistas (especialmente los vascos y catalanes que, a su vez, están divididos entre “moderados” de corte democristianos e izquierdistas republicanos) se tornan en piezas claves sin la cual un posible gobierno de Pedro Sánchez no podría ser viable. La Izquierda Republicana Catalana (ERC) ha quedado como la principal fuerza independentista y también como la tercera fuerza en el senado español (donde el PSOE logra mayoría absoluta y el PP es la segunda fuerza). El crecimiento de la ERC muestra la radicalización de muchos sectores catalanes en favor de una república independiente, algo que cualquier gobierno español debe contemplar pues va a alentar a más tendencias separatistas.
11) Para el oficialismo socialdemócrata no es fácil hacer concesiones a un referéndum sobre la independencia bajo riesgo de ser cuestionado por la derecha pero, al mismo tiempo, deben ofrecerles concesiones. Necesitan ganar sus votos para poder viabilizar un gobierno y también deben buscar evitar que estos busquen aprovechar sus avances para volver a proclamar una república o ir en esa dirección. El PSOE va a estar obligado a dialogar con ERC, cuyos principales líderes están en la cárcel, mientras la derecha les va a querer acusar de traicionar con ello a la unidad nacional española.
12) Ciudadanos, a pesar que en su campaña prometió no cogobernar con el PSOE, podría acabar transando con ellos bajo el argumento de evitar que sean los independentistas quienes sean una de las patas del nuevo gobierno.
13) Hoy Ciudadanos puede apuntar a perfilarse como la futura alternativa de la derecha mientras que el PP va a acentuar su fuerte crisis interna donde hay muchas acusaciones de corrupción y hay pugnas entre varias fracciones, incluyendo las de los anteriores presidentes Rajoy y Aznar. Su nuevo líder Pablo Casado puede terminar ser cazado en ese fuego cruzado.
14) Por el momento no va a darse un nuevo gobierno pues hay que esperar a las elecciones locales y europeas a darse a fines de mayo, tras lo cual las aguas se calmarán y se darán nuevas negociaciones y transacciones.
15) Una eventual reelección del socialismo español va a dar un empujón al laborismo británico quien ya aparece primero en las encuestas y a que la socialdemocracia pueda mejorar sus resultados en las elecciones europeas.
16) Pedro Sánchez no va a hacer un gobierno similar al radical que planea Jeremy Corbyn en el otro reino importante que hay en Europa. No se ha de atrever a hacer importantes medidas sociales y va a estar constantemente cuestionado por el independentismo vasco y, sobre todo, el catalán donde él ha descartado la opción a un referéndum, única vía con la cual Londres pudo parar el separatismo de Escocia.