| ||||||||||||||||||||||
| ||||||||||||||||||||||
Yiyiú Zuquú
Nin, non, no. Ni tů.
Sol cae tarde en Yinyanllú.
Xeres de Ordes y Noia,
Chichichú de lúa chip esperan.
Tú, no salgas buscarles, no pidas
Yiyiú de la tardecita luxchsept.
Dedicado a Simón, Pompona, Lúa, Luz, Simonetto y Pocho. Gatos de terraza.
Y a los que no están: Isidoro, Pedry y Simonetto I.
Tras su inicial construcción provisional, el Muro de Berlín acabó por convertirse en una pared de hormigón de entre 3,5 y 4 metros de altura, reforzado en su interior por cables de acero para así acrecentar su firmeza. Se organizó, asimismo, la denominada "franja de la muerte", formada por un foso, una alambrada, una carretera, sistemas de alarma, armas automáticas, torres de vigilancia y patrullas acompañadas por perros las 24 horas del día.
Titulares post-carta: ABC: “La carta exigía consulta previa con el Jefe del Estado”. La Razón: “Perro no come Sánchez”. Ok diario: “El felón gana tiempo aunque cada vez sale peor en las fotos”. Losantos: “Hace falta este fin de semana para armar a los soviets”. COPE: "Lawfaré, lawfaré y a Pedro derribaré"...
Según Wikipedia.org, en la Antigua Atenas un sicofante o sicofanta era un denunciante profesional que cobraba del interesado por presentar la denuncia en su lugar. Eran conocidos y temidos por las personas honradas que siempre podían verse envueltas en una denuncia falsa y, a pesar de las fuertes multas que recaían sobre los falsos delatores, los sicofantes llevaban a menudo carreras bastante lucrativas.
|