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El uso de esta aplicación ha traído muchas ventajas, pero también algunos inconvenientes

Diez años de WhatsApp

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De modo general, el balance es positivo. Sirve para una mejor comunicación, ya que lo escrito no está sujeto a tantas imprecisiones y errores como el lenguaje hablado de forma general.

La gratuidad de esta aplicación es, probablemente, lo más valioso. También las videollamadas gratuitas y el poder realizar llamadas sin ningún coste también desde el extranjero. Lo que si resulta algo engorroso es, a veces, escribir textos largos. Para eso existen también las notas de voz.

No cabe duda de que con la llegada de esta aplicación de mensajería se ha alcanzado un nivel de comunicación e interacción impensable antes de su aparición. Ha transformado las relaciones humanas de un modo increíble. Y produce una sensación de inmediatez tremenda. Es una herramienta que es muy práctica también para enviar fotos, videos, audios, etcétera.

Ahora bien, a mi juicio, el uso excesivo del wasap puede crear problemas en la vida real de las personas. Puede suponer para algunos el sumergirse en un maremágnum de mensajes y respuestas que quitan mucho tiempo para la realización de actividades importantes que son necesarias en la existencia de cualquiera. Y esto está ocurriendo, ya que se han llevado a cabo investigaciones de tipo sociológico por agencias especializadas que lo ponen de manifiesto, de modo indudable, con datos reales.

La proliferación de distintos tipos de emoticonos da una mayor sensación de realidad a las comunicaciones y logra que la información que se transmite sea más visual y no solo escrita al estilo clásico. La fluidez de la comunicación es otro de los puntos fuertes de esta aplicación.

Considero que lo mejor o más apropiado es usar el wasap con criterios claros y sin excesivo número de mensajes diarios, ya que se quita tiempo para otras actividades que son valiosas en sí mismas. La organización del tiempo personal puede verse muy comprometido con una mala utilización de esta aplicación.

La presión social puede hacer parecer que, si no se tiene wasap no se es normal y no es cierto. De hecho en Estados Unidos, por ejemplo, triunfan más otros tipos de mensajes que no son wasap, por motivos culturales o de costumbres sociales.

Hay un cierto riesgo de ciberacoso. Ya que la falta de respeto al honor y a la propia imagen es algo que sucede en Internet y se puede impedir con bloqueos, borrados, etcétera.

El wasap puede ser adictivo al igual que los videojuegos y otras aplicaciones. Ya existen técnicas psicológicas que procuran curar este tipo de adicciones y otras que las previenen, con el fin de que no se entre en dinámicas de conducta que originen daños en la calidad de vida de las personas. Parece que una utilización excesiva del wasap puede provocar trastorno por déficit de atención e hiperactividad o aumentar los síntomas.

Toda aplicación de móvil o de Internet expone algunos datos y eso produce riesgos de seguridad generalmente relacionados con una mayor exposición a la recepción de anuncios o publicidad en los aparatos tecnológicos. Es una de las consecuencias indeseadas de la intercomunicación instantánea.

Un cierto número de personas pueden desarrollar conductas de ansiedad y episodios depresivos por causa del uso excesivo o descontrolado de esta aplicación de mensajes.

Es indudable que la comunicación física o cara a cara es primordial e insustituible en la mayor parte de las situaciones de la vida y esto no conviene olvidarlo. Las malas interpretaciones y las equivocaciones al mandar los mensajes pueden producir efectos negativos, ya que pueden dar lugar a malentendidos.

El wasap, a mi juicio, está creando una actitud inmediatista o presentista que es peligrosa. Se piensa que todo tiene que ser inmediato y ya. No se quiere comprender que no todo en nuestra realidad puede ser rápido e instantáneo.

De todas maneras y como conclusión estoy convencido de que es una buena aplicación, si se utiliza con sentido común, no cabe duda de que es muy útil en muchos aspectos. Nos hace vivir mejor comunicados y con un archivo de datos, contactos y comunicaciones que es excelente.

Además, nos permite enviar artículos, videos, audios y otros contenidos a medios de comunicación y a otras personas. En este sentido, es una herramienta de primer orden para escritores, periodistas y, en general, para todas las personas. Con la tecnología 5G las posibilidades se multiplican.

Diez años de WhatsApp

El uso de esta aplicación ha traído muchas ventajas, pero también algunos inconvenientes
José Manuel López García
miércoles, 27 de febrero de 2019, 14:59 h (CET)




De modo general, el balance es positivo. Sirve para una mejor comunicación, ya que lo escrito no está sujeto a tantas imprecisiones y errores como el lenguaje hablado de forma general.

La gratuidad de esta aplicación es, probablemente, lo más valioso. También las videollamadas gratuitas y el poder realizar llamadas sin ningún coste también desde el extranjero. Lo que si resulta algo engorroso es, a veces, escribir textos largos. Para eso existen también las notas de voz.

No cabe duda de que con la llegada de esta aplicación de mensajería se ha alcanzado un nivel de comunicación e interacción impensable antes de su aparición. Ha transformado las relaciones humanas de un modo increíble. Y produce una sensación de inmediatez tremenda. Es una herramienta que es muy práctica también para enviar fotos, videos, audios, etcétera.

Ahora bien, a mi juicio, el uso excesivo del wasap puede crear problemas en la vida real de las personas. Puede suponer para algunos el sumergirse en un maremágnum de mensajes y respuestas que quitan mucho tiempo para la realización de actividades importantes que son necesarias en la existencia de cualquiera. Y esto está ocurriendo, ya que se han llevado a cabo investigaciones de tipo sociológico por agencias especializadas que lo ponen de manifiesto, de modo indudable, con datos reales.

La proliferación de distintos tipos de emoticonos da una mayor sensación de realidad a las comunicaciones y logra que la información que se transmite sea más visual y no solo escrita al estilo clásico. La fluidez de la comunicación es otro de los puntos fuertes de esta aplicación.

Considero que lo mejor o más apropiado es usar el wasap con criterios claros y sin excesivo número de mensajes diarios, ya que se quita tiempo para otras actividades que son valiosas en sí mismas. La organización del tiempo personal puede verse muy comprometido con una mala utilización de esta aplicación.

La presión social puede hacer parecer que, si no se tiene wasap no se es normal y no es cierto. De hecho en Estados Unidos, por ejemplo, triunfan más otros tipos de mensajes que no son wasap, por motivos culturales o de costumbres sociales.

Hay un cierto riesgo de ciberacoso. Ya que la falta de respeto al honor y a la propia imagen es algo que sucede en Internet y se puede impedir con bloqueos, borrados, etcétera.

El wasap puede ser adictivo al igual que los videojuegos y otras aplicaciones. Ya existen técnicas psicológicas que procuran curar este tipo de adicciones y otras que las previenen, con el fin de que no se entre en dinámicas de conducta que originen daños en la calidad de vida de las personas. Parece que una utilización excesiva del wasap puede provocar trastorno por déficit de atención e hiperactividad o aumentar los síntomas.

Toda aplicación de móvil o de Internet expone algunos datos y eso produce riesgos de seguridad generalmente relacionados con una mayor exposición a la recepción de anuncios o publicidad en los aparatos tecnológicos. Es una de las consecuencias indeseadas de la intercomunicación instantánea.

Un cierto número de personas pueden desarrollar conductas de ansiedad y episodios depresivos por causa del uso excesivo o descontrolado de esta aplicación de mensajes.

Es indudable que la comunicación física o cara a cara es primordial e insustituible en la mayor parte de las situaciones de la vida y esto no conviene olvidarlo. Las malas interpretaciones y las equivocaciones al mandar los mensajes pueden producir efectos negativos, ya que pueden dar lugar a malentendidos.

El wasap, a mi juicio, está creando una actitud inmediatista o presentista que es peligrosa. Se piensa que todo tiene que ser inmediato y ya. No se quiere comprender que no todo en nuestra realidad puede ser rápido e instantáneo.

De todas maneras y como conclusión estoy convencido de que es una buena aplicación, si se utiliza con sentido común, no cabe duda de que es muy útil en muchos aspectos. Nos hace vivir mejor comunicados y con un archivo de datos, contactos y comunicaciones que es excelente.

Además, nos permite enviar artículos, videos, audios y otros contenidos a medios de comunicación y a otras personas. En este sentido, es una herramienta de primer orden para escritores, periodistas y, en general, para todas las personas. Con la tecnología 5G las posibilidades se multiplican.

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