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​¿Un buen líder se hace o se nace?

Siete rasgos que definen a un buen líder

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A lo largo de la historia, grandes personalidades han destacado como líderes empresariales pero hoy en día la sociedad española es posible que viva algo desilusionada por la falta de espíritu dentro del liderazgo empresarial y político. Ser un buen líder empresarial consiste en plantear riesgos y crear oportunidades dentro del mundo laboral, entre otras cosas más.

Ejercer el liderazgo no es sencillo y es necesario contar con varias habilidades, por eso, el experto en neuromarketing y neuroinfluencia Juan Carlos Castro comparte cuáles son los rasgos que distinguen a un buen líder.

Cuando escuchamos nombres como Steve Jobs, Bill Gates, Mark Zuckerberg, entre otros, pensamos en personas de éxito pero, además, importantes líderes. Personas que han cambiado y revolucionado la sociedad, no solo con sus productos sino con su personalidad marcando una diferencia en el mundo y perdurando su legado hasta la actualidad. Para Juan Carlos Castro, experto en neuromarketing y neuroinfluencia, muchos han sido los líderes que han marcado el mundo empresarial, cada uno con unas particularidades e idiosincrasias, pero todos trabajando desde las bases del neuromarketing para destacar como dirigentes empresariales.

Es posible que la sociedad española viva desilusionada por la falta de espíritu en los líderes tanto en el mundo político como empresarial. Según Juan Carlos, la sociedad espera que estas personas sean ejemplo, que lleven una coherencia entre lo que hacen y el discurso que proclaman. «Es necesario contar con el respeto de las personas que te rodean. Los recursos deben estar destinados al conocimiento de cada personalidad», explica Castro.

Para Castro, los líderes empresariales que destacan son los que han sabido anticiparse al cambio, han definido las nuevas pautas de trabajo y lo han gestionado de forma eficiente, ajustando la cultura organizativa y empresarial a las propiedades de la sociedad del momento. La fórmula mágica no existe pero sí unas habilidades necesarias para destacar como un buen líder empresarial. Juan Carlos Castro destaca siete rasgos que diferencian a un jefe convencional de un líder de empresa.

1. Desarrollo personal. El liderazgo se basa en las relaciones y en la evolución de las personas, incluido uno mismo. La base son las personas por lo que para crecer como líder y formarse como el mejor, uno debe conocerse bien, aceptarse y “convertirse en la mejor versión de uno mismo”. Según Castro, cuando se empieza a crecer y a desarrollar las habilidades, se genera el efecto contagio y los que te rodean empiezan a despertar desde el interior, descubriendo al verdadero líder.

2. El liderazgo es para todos. El líder no nace de un día para otro, pero todos comienzan dando un primer paso. Todos podemos sacar lo mejor de nosotros y ser líderes. La voluntad y la pasión por ayudar a otros son pilares fundamentales para desarrollar ese potencial de líder. El líder empresarial debe saber que la empresa no es nada sin las personas que la componen, por eso, son el futuro del trabajo porque son el alma de la organización y ese líder debe motivar e inspirar de forma natural a todos sus componentes.

3. Motivación laboral. Es una característica básica para ser un buen líder, este debe ver a sus trabajadores como personas y no solo como empleados. En este punto, Juan Carlos resalta que la comunicación es una habilidad fundamental y se debe promover una comunicación abierta y fluida entre todos los componentes de la empresa y empezando desde el propio jefe. Esta motivación está muy unida al punto anterior.

4. Resolución de conflictos. La habilidad de resolver crisis de empresa es un factor importante para ser un buen líder. Anticiparse a esas situaciones ofrece a los trabajadores y a la misma empresa una fortaleza necesaria para desenvolverse en estos conflictos. Según Castro, un buen líder ve una crisis como una oportunidad y capaz de transformarla.

5. Despertar la creatividad. Un líder empresarial debe dejar volar su creatividad, volcando sus energías en potenciar la innovación y actualizándose según la época que se viva. Un líder fluye con su tiempo y no puede quedarse obsoleto en lo que hace.

6. Inspirador. La inspiración y la autoconfianza van unidas, están capacitados para soltar el control y confiar en su equipo. Son inspiradores porque lideran desde el compromiso y con el ejemplo porque ellos son su marca y la transmiten desde una visión evolutiva e innovadora.

7. Íntegro. La integridad como valor esencial debe ser protagonista en un buen liderazgo. Un líder íntegro que es coherente con lo que dice y hace es, sin duda, una fuente de poder de liderazgo.

Siete rasgos que definen a un buen líder

​¿Un buen líder se hace o se nace?
Redacción
viernes, 22 de febrero de 2019, 18:15 h (CET)

A lo largo de la historia, grandes personalidades han destacado como líderes empresariales pero hoy en día la sociedad española es posible que viva algo desilusionada por la falta de espíritu dentro del liderazgo empresarial y político. Ser un buen líder empresarial consiste en plantear riesgos y crear oportunidades dentro del mundo laboral, entre otras cosas más.

Ejercer el liderazgo no es sencillo y es necesario contar con varias habilidades, por eso, el experto en neuromarketing y neuroinfluencia Juan Carlos Castro comparte cuáles son los rasgos que distinguen a un buen líder.

Cuando escuchamos nombres como Steve Jobs, Bill Gates, Mark Zuckerberg, entre otros, pensamos en personas de éxito pero, además, importantes líderes. Personas que han cambiado y revolucionado la sociedad, no solo con sus productos sino con su personalidad marcando una diferencia en el mundo y perdurando su legado hasta la actualidad. Para Juan Carlos Castro, experto en neuromarketing y neuroinfluencia, muchos han sido los líderes que han marcado el mundo empresarial, cada uno con unas particularidades e idiosincrasias, pero todos trabajando desde las bases del neuromarketing para destacar como dirigentes empresariales.

Es posible que la sociedad española viva desilusionada por la falta de espíritu en los líderes tanto en el mundo político como empresarial. Según Juan Carlos, la sociedad espera que estas personas sean ejemplo, que lleven una coherencia entre lo que hacen y el discurso que proclaman. «Es necesario contar con el respeto de las personas que te rodean. Los recursos deben estar destinados al conocimiento de cada personalidad», explica Castro.

Para Castro, los líderes empresariales que destacan son los que han sabido anticiparse al cambio, han definido las nuevas pautas de trabajo y lo han gestionado de forma eficiente, ajustando la cultura organizativa y empresarial a las propiedades de la sociedad del momento. La fórmula mágica no existe pero sí unas habilidades necesarias para destacar como un buen líder empresarial. Juan Carlos Castro destaca siete rasgos que diferencian a un jefe convencional de un líder de empresa.

1. Desarrollo personal. El liderazgo se basa en las relaciones y en la evolución de las personas, incluido uno mismo. La base son las personas por lo que para crecer como líder y formarse como el mejor, uno debe conocerse bien, aceptarse y “convertirse en la mejor versión de uno mismo”. Según Castro, cuando se empieza a crecer y a desarrollar las habilidades, se genera el efecto contagio y los que te rodean empiezan a despertar desde el interior, descubriendo al verdadero líder.

2. El liderazgo es para todos. El líder no nace de un día para otro, pero todos comienzan dando un primer paso. Todos podemos sacar lo mejor de nosotros y ser líderes. La voluntad y la pasión por ayudar a otros son pilares fundamentales para desarrollar ese potencial de líder. El líder empresarial debe saber que la empresa no es nada sin las personas que la componen, por eso, son el futuro del trabajo porque son el alma de la organización y ese líder debe motivar e inspirar de forma natural a todos sus componentes.

3. Motivación laboral. Es una característica básica para ser un buen líder, este debe ver a sus trabajadores como personas y no solo como empleados. En este punto, Juan Carlos resalta que la comunicación es una habilidad fundamental y se debe promover una comunicación abierta y fluida entre todos los componentes de la empresa y empezando desde el propio jefe. Esta motivación está muy unida al punto anterior.

4. Resolución de conflictos. La habilidad de resolver crisis de empresa es un factor importante para ser un buen líder. Anticiparse a esas situaciones ofrece a los trabajadores y a la misma empresa una fortaleza necesaria para desenvolverse en estos conflictos. Según Castro, un buen líder ve una crisis como una oportunidad y capaz de transformarla.

5. Despertar la creatividad. Un líder empresarial debe dejar volar su creatividad, volcando sus energías en potenciar la innovación y actualizándose según la época que se viva. Un líder fluye con su tiempo y no puede quedarse obsoleto en lo que hace.

6. Inspirador. La inspiración y la autoconfianza van unidas, están capacitados para soltar el control y confiar en su equipo. Son inspiradores porque lideran desde el compromiso y con el ejemplo porque ellos son su marca y la transmiten desde una visión evolutiva e innovadora.

7. Íntegro. La integridad como valor esencial debe ser protagonista en un buen liderazgo. Un líder íntegro que es coherente con lo que dice y hace es, sin duda, una fuente de poder de liderazgo.

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