Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Respeto | libertad
¿Podemos cortar de raíz toda manifestación contraria al sentir del pueblo?

Respetar es sinónimo de libertad

|

El respeto (del latín respectus, ‘atención’ o ‘consideración’) es «la consideración y valoración especial que se le tiene a alguien o a algo, al que se le reconoce valor social o especial diferencia». Muchas formas de respeto se basan en la relación de reciprocidad, respeto y reconocimiento mutuo, etc. Sin embargo, en lo que se refiere al respeto de las personas hacia objetos, costumbres e instituciones sociales, se fundamentan en otras consideraciones diferentes de la reciprocidad.


De acuerdo con el Diccionariode la Real Academia Española(RAE), entre otros significados, el respeto está relacionado con la veneración o el acatamiento que se hace a alguien, e incluye miramiento, consideración y diferencia.


Tradicionalmente se considera que las muestras de respeto están relacionadas con cuestiones morales y éticas, aunque en algunos casos tienen que ver con cuestiones legales y culturales. El término respeto aparece en diversas disciplinas como la filosofía política y otras ciencias sociales, como la antropologia, la sociologia y la psicología.


Bajo estos principios, hay determinadas actitudes que no dicen mucho de las personas que contravienen el respeto por todo lo que puede llegar a encerrar nuestra cultura, costumbres y tradiciones. Ir contra la voluntad mayoritaria del pueblo, puede provocar su rechazo, crítica y hasta el castigo.


Hace ya unos años, una determinada asociacion cultural valenciana, con el apoyo del Consistorio de la Ciudad, tomó la decisión de celebrar una cabalgata con unas magas -libertad, igualdad y fraternidad-, conocidas como las magas de invierno, dentro de un desfile titulado de la Infancia. Este desfile, se celebró en otras épocas, en las que toda manifestación religiosa, estaba totalmente prohibida, ya que parece ser que la influencia negativa de todo lo que libera al hombre, hay que prohibirlo. Y como a las autoridades de entonces -y a las de ahora-, les movía solo el odio y el revanchismo, decidieron que en sustitución de las Cabalgatas de los Reyes Magos, se celebaran unos eventos, en los que se exaltaran las figuras más reconocidas del totalitarismo de izquierda: Lenin, Stalin, Largo Caballero y Trosky, así como Carlos Marx y Engels, que estaba implicito. Todo este desfile carnavalesco, terminaba con las Magas del mes de Enero, que eran como esas reinas de fiestas, pero mucho más progres y de vida disoluta.


Emular y recordar determinados acontecimientos, olvidados y dejados de lado por las claras intenciones políticas que había detrás, es sinónimo de revanchismo, odio y sobre todo, de no querer “perdonar y olvidar” determinadas acciones, que no contribuyen para nada a la pacificación de la sociedad. Resulta anacrónico celebrar el recuerdo de éstos hechos, que nada tienen que ver ya con el sentir del pueblo valenciano. Muchos recuerdan las algaradas que se producían, de esos amantes de la cultura -tanto la querían que la quemaban o destruían-, que hacen gala los grupos de la izquierda más reaccionaria. No podemos seguir dejando que se mienta y tergiverse la Historia. No debemos mantener posiciones radicales, que nada tienen que ver con el conjunto de la sociedad. Manifestaciones como ésta de las Magas de Invierno, no son más que cortinas de humo, ante una forma de gobernar nefasta y contraria a los intereses del pueblo valenciano. Permitir éstas algaradas no son más que el síntoma de una enfermedad endémica, que padecen algunos sectores enfermizos, que confunden la carne con el bacalao.


¿Tienen solución éstas situaciones? ¿Podemos cortar de raíz toda manifestación contraria al sentir del pueblo? La solución pasa, por no permitir que sigan gobernando grupos políticos contrarios a nuestras costumbres y tradiciones.


Sigamos siendo ese pueblo respetuoso, con lo que nuestros antepasados nos han legado con amor, cariño, paz de corazón y entrega. No dejemos que hechos como éstos, empañen la vida democrática y libre de nuestro pueblo, que siempre sabrá ofrendar nuevas glorias a España. 

Respetar es sinónimo de libertad

¿Podemos cortar de raíz toda manifestación contraria al sentir del pueblo?
Manuel Ibañez Ferriol
lunes, 14 de enero de 2019, 08:46 h (CET)

El respeto (del latín respectus, ‘atención’ o ‘consideración’) es «la consideración y valoración especial que se le tiene a alguien o a algo, al que se le reconoce valor social o especial diferencia». Muchas formas de respeto se basan en la relación de reciprocidad, respeto y reconocimiento mutuo, etc. Sin embargo, en lo que se refiere al respeto de las personas hacia objetos, costumbres e instituciones sociales, se fundamentan en otras consideraciones diferentes de la reciprocidad.


De acuerdo con el Diccionariode la Real Academia Española(RAE), entre otros significados, el respeto está relacionado con la veneración o el acatamiento que se hace a alguien, e incluye miramiento, consideración y diferencia.


Tradicionalmente se considera que las muestras de respeto están relacionadas con cuestiones morales y éticas, aunque en algunos casos tienen que ver con cuestiones legales y culturales. El término respeto aparece en diversas disciplinas como la filosofía política y otras ciencias sociales, como la antropologia, la sociologia y la psicología.


Bajo estos principios, hay determinadas actitudes que no dicen mucho de las personas que contravienen el respeto por todo lo que puede llegar a encerrar nuestra cultura, costumbres y tradiciones. Ir contra la voluntad mayoritaria del pueblo, puede provocar su rechazo, crítica y hasta el castigo.


Hace ya unos años, una determinada asociacion cultural valenciana, con el apoyo del Consistorio de la Ciudad, tomó la decisión de celebrar una cabalgata con unas magas -libertad, igualdad y fraternidad-, conocidas como las magas de invierno, dentro de un desfile titulado de la Infancia. Este desfile, se celebró en otras épocas, en las que toda manifestación religiosa, estaba totalmente prohibida, ya que parece ser que la influencia negativa de todo lo que libera al hombre, hay que prohibirlo. Y como a las autoridades de entonces -y a las de ahora-, les movía solo el odio y el revanchismo, decidieron que en sustitución de las Cabalgatas de los Reyes Magos, se celebaran unos eventos, en los que se exaltaran las figuras más reconocidas del totalitarismo de izquierda: Lenin, Stalin, Largo Caballero y Trosky, así como Carlos Marx y Engels, que estaba implicito. Todo este desfile carnavalesco, terminaba con las Magas del mes de Enero, que eran como esas reinas de fiestas, pero mucho más progres y de vida disoluta.


Emular y recordar determinados acontecimientos, olvidados y dejados de lado por las claras intenciones políticas que había detrás, es sinónimo de revanchismo, odio y sobre todo, de no querer “perdonar y olvidar” determinadas acciones, que no contribuyen para nada a la pacificación de la sociedad. Resulta anacrónico celebrar el recuerdo de éstos hechos, que nada tienen que ver ya con el sentir del pueblo valenciano. Muchos recuerdan las algaradas que se producían, de esos amantes de la cultura -tanto la querían que la quemaban o destruían-, que hacen gala los grupos de la izquierda más reaccionaria. No podemos seguir dejando que se mienta y tergiverse la Historia. No debemos mantener posiciones radicales, que nada tienen que ver con el conjunto de la sociedad. Manifestaciones como ésta de las Magas de Invierno, no son más que cortinas de humo, ante una forma de gobernar nefasta y contraria a los intereses del pueblo valenciano. Permitir éstas algaradas no son más que el síntoma de una enfermedad endémica, que padecen algunos sectores enfermizos, que confunden la carne con el bacalao.


¿Tienen solución éstas situaciones? ¿Podemos cortar de raíz toda manifestación contraria al sentir del pueblo? La solución pasa, por no permitir que sigan gobernando grupos políticos contrarios a nuestras costumbres y tradiciones.


Sigamos siendo ese pueblo respetuoso, con lo que nuestros antepasados nos han legado con amor, cariño, paz de corazón y entrega. No dejemos que hechos como éstos, empañen la vida democrática y libre de nuestro pueblo, que siempre sabrá ofrendar nuevas glorias a España. 

Noticias relacionadas

En “La isla de los pingüinos” Anatole France (Premio Nobel, 1921) aborda con ironía el asunto del formalismo. Después de que el personaje inicial, Mael, por su vejez y casi ceguera, bautice a unos pingüinos creyendo que son hombres, se abre en el cielo una diatriba para establecer si ese bautismo es válido. No se puede ir contra las formas. El problema se resuelve finalmente aceptando la propuesta de que los pingüinos se transformen en humanos (unos pingüinos bautizados terminarían en las llamas eternas, en cuanto no cumplirían con la ley de Dios).

Últimamente, la cuestión de una hipotética fusión bancaria entre el BBVA y el Banco Sabadell, ocupa las portadas de noticias de televisiones y radios y también de los periódicos en España. Es lógico que suceda, porque supone una vuelta de tuerca más, en un intento de intensificar la concentración bancaria en nuestro país.

Reproduzco la carta de los padres de Vera al presidente del Gobierno que hicieron pública durante el periodo de "reflexión" de Pedro Sánchez, pues a pesar del tiempo transcurrido en el que el vuelco del castillo hinchable de Mislata provocó el fallecimiento de dos niñas por múltiples irregularidades en enero de 2022, poco se ha hecho en los tribunales y en las administraciones nada que sepamos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto