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Vean la sinrazón que yace bajo esta postura de intolerancia

¿Es mejor tratar con separatistas catalanes que hacerlo con Vox?

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Unos partidos que se saltan la Constitución, que incumplen la leyes y que obvian las sentencias de los tribunales españoles seguramente son mejores, más de fiar y menos peligrosos, para el presidente del Gobierno español, señor P.Sánchez, que otro partido de ideas de derechas que, hasta este momento, sean cuales fueren sus proyectos e ideales, se ha desenvuelto dentro del pleno cumplimiento de la legislación española y de la propia Constitución.


Las flagrantes contradicciones que se producen en el seno del PSOE, a cargo de quienes forman la cúpula de dicha formación política y, muy especialmente, centradas en la persona del señor Sánchez, uno de los políticos a los que menos le importa y con más naturalidad sabe utilizar toda la demagogia de la que es capaz, para proyectarla en contra de sus adversarios políticos, sin importarle caer en las más infantiles contradicciones pensando, seguramente, que hay mucha gente en este país a la que se le puede tomar el pelo, engañarla y abusar de su credulidad o de su odio y desconfianza hacia la derecha, para que acepten de buena gana cualquier maniobra, por sucia, rastrera o repugnante que sea, con tal de perjudicar al partido al que se la tiene jurada desde que decidió que no descansaría hasta destituir a Rajoy de su condición de jefe del gobierno español.


Su última muestra de lo que es capaz, cuando se trata de descalificar a quienes estima que le pueden estorbar en su camino hacia el poder, ha sido cuando, en las elecciones andaluzas, su partido, presidido por la señora Susana Diaz, sufrió una inesperada y dolorosa derrota, doblemente cruel si se tiene en cuenta que, uno de los responsables de la misma, fue precisamente un partido con el que nadie contaba, hasta entonces, en la escena política española y, como colofón a la humillación de haber perdido escaños el hecho de que 400.000 votos se hubieran ido a “ un partido de extrema derecha!, el mismo que se desgajó del PP de Rajoy y que se inscribió con las siglas VOX. P. Sánchez, irritado y sin poder dominar el disgusto que le produjo que, en lo que siempre se había considerado como el feudo del PSOE, en Andalucía, se produjera el hecho de que, la suma de escaños de Ciudadanos, PP y VOX, tuviera la mayoría absoluta, incurrió en una de estas pataletas más propias de una mente infantil e incapaz de aceptar, con serenidad, los contratiempos propios de la vida pública, dejándose llevar por sus instintos no dudó en advertir por TV que, él y su partido, no iban a consentir que, en Andalucía, un posible gobierno con mayoría de derechas “privase de sus derechos a las mujeres” o actuase en contra de derechos fundamentales de los andaluces; una catilinaria impropia, innecesaria y, evidentemente salida de tono ya que, en todo caso, no le correspondería al Gobierno el decidir si lo que hacía el gobierno andaluz estaba dentro de lo establecido en la Constitución o no, algo que, con la división de poderes existente en todo Estado de derecho, le correspondería entender de ello y determinar posibles responsabilidades de los gobernantes de Andalucía, al Poder Judicial.


Como se podía esperar, el señor P.Sánchez, no ha sabido permanecer neutral cuando los tres partidos que pueden formar gobierno para desbancar a aquel que, durante 40 años, ha estado al frente de la comunidad andaluza, haciendo y deshaciendo a su entera voluntad y creando un tejido de fidelidades a base de comprar votos, voluntades y de favorecer, como se está dilucidando ante los tribunales de Justicia, corruptelas, nepotismo y enchufismo que, sin duda alguna, han contribuido de forma determinante a que, el PSOE se haya perpetuado en el poder durante tantos años. Por el contrario, en unos momentos en los que, los tres posibles partidos que tienen en sus manos formar un gobierno de centro derecha en Andalucía, se encuentran en una fase de procurar conciliar posiciones y llegar a acuerdos, de poner condiciones y, lo que es más importante, ser capaces de ceder para que, esta ocasión única de desbancar a los socialistas del poder en Andalucía, no se malogre por la falta de visión política, intransigencia y cerrazón intelectual de alguno de ellos; es el momento en el que, tanto el señor P.Sánchez como su lugarteniente, el señor J.L Ábalos, han entrado en campaña con la idea de meter cizaña ante la posibilidad de que en Andalucía se pueda instalar alguna clase de gobierno que desbanque el socialista de Díaz.


Haciendo gala de una cara de cemento armado, ambos miembros del PSOE, sin el menor rubor ni vergüenza, están pretendiendo vender a la ciudadanía que, el llegar a un posible acuerdo con VOX, aunque no fuera de gobierno pero sí de investidura, sería algo así como llegar a un acuerdo con Mefistófeles, en el que en lugar de la investidura del señor Bonilla del PP como presidente de Andalucía, se quisiera entronizar en la comunidad andaluza a Hitler o a Musolini, sólo porqué, hay alguien en España que sigue pensando que, algunos artículos de la Constitución, especialmente el Título VIII, debieran de ser revisados a fondo para devolver al gobierno de la nación muchas de las transferencia que, de forma imprudente, por medio de chantajes y por cuestiones meramente partidistas, algunas comunidades como la Catalana y Vasca han conseguido del Estado unos privilegios que, sin duda alguna, rompen el criterio de igualdad y solidaridad que debiera de existir en un país en el que unas comunidades son más ricas y otras, por cuestiones de su situación en el mapa, resultan ser menos favorecidas y precisan de más ayuda.


Vean, sin embargo, la sinrazón que yace bajo esta postura de intolerancia que sostienen los dos mandatarios del PSOE, cuando se niegan a aceptar que partidos legales, inscritos en el registro de partidos políticos, con diferencias en cuanto a sus proyectos y posicionamientos respecto a las cuestiones públicas, como es natural que existan entre distintas formaciones con diferentes ideales y aspiraciones sociales, pero sin que sobre ninguno de ellos pese incapacidad alguna, dictada por los tribunales competentes, que les impidiera formar parte de la escena política; si es que, señores, tenemos en cuenta que, mientras estas dos personas descalifican un posible acuerdo de las fuerzas políticas de centro-derecha en Andalucía; los mismos actores que reniegan de ello, en otra parte de España, en Cataluña, ante una gravísima amenaza de secesión de una parte del territorio nacional, manifestada explícitamente por diversos partidos aliados en la causa separatista, un desafío sin enmascaramiento alguno en contra del Estado español y, al mismo tiempo, en contra de la Justicia, con diversos políticos encarcelados por haber incumplido las leyes del país y estar presuntamente amenazados por haber incumplido determinados preceptos contemplados en nuestras leyes y en el CP; no tienen inconveniente alguno en seguir negociando con individuos como el señor Puigdemont, un prófugo de la Justicia, que está viviendo a cuerpo de rey en Bélgica, en una casona en la que dice que reside la sede de la República Catalana en el exilio, o con su “representante” en la Generalitat catalana, el señor Quim Torra, un alucinado al que no le duelen prendas calificar como basura a todos los españoles y a quienes los dirigen. ¿Acaso, señor Sánchez, cree usted que negociar con los señores de VOX es peor que ceder al chantaje de los separatistas catalanes, o seguir financiando con ayudas estatales sus proyectos separatistas o permitir que la Generalitat tenga una plantilla de 17.000 mossos que, en su momento, pudieran formar parte de un cuerpo de ejército que decidiera enfrentarse a la nación española?


Los españoles olemos a distancia la traición a la patria. Los españoles que vivimos en Cataluña y contemplamos cómo, un día sí y el otro también, se están preparando para una hipotética independencia, dotando a sus escuelas de profesores adictos a la causa separatistas, financiando a las televisiones, especialmente a la TV3, ahora ante los tribunales, por haber, supuestamente, colaborado con los que prestaron su ayuda para que se pudiera celebrar un seudo-referendum, ilegal por supuesto, gracias a la colaboración de algunos de los presentadores de la cadena, con la particularidad de que, desde que cesó el 155, han continuado con sus tertulias, sus programas de propaganda y sus provocaciones y burlas en contra de los españoles y el Estado español. En lugar de desmantelar, como se les pidió que hicieran, toda la tramoya que tenían preparada para poder poner en marcha un estado independiente catalán, han continuado destinando recursos, de los que les entrega la Administración del Estado, para seguir avanzando en la preparación de la administración paralela propia en la que están trabajando.


En fin, no sabemos lo que va a suceder en los meses venideros en España, ni tampoco lo que va a ocurrir en una Europa que parece abocada a una nueva recesión, si las voces que nos lo advierten de los expertos no están equivocadas. Lo que sí es cierto es que seguimos estando al borde del precipicio y que no quisiéramos, de ninguna manera, que a los españoles, especialmente a los que vivimos en Cataluña, nos llegara a alcanzar una posible convergencia de lo que se ve venir en nuestro país, en manos de los socialistas del señor Sánchez, empeñados en despilfarrar el dinero del Estado en ayudas, subvenciones, aumentos disparatados del Salario Mínimo, incrementos insostenibles de las pensiones y de las ayudas pasivas, mientras los actuales dirigentes del partido que nos gobierna, el PSOE, despilfarran el dinero de los españoles en viajes privados, para los que no dudan en utilizar aviones que debieran estar reservados para cuestiones relacionadas con la gobernanza del país y, todo ello, ante la gran posibilidad de que se produzca una posible reactivación de la crisis económica que parecía que habíamos conseguido superar.


O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, vemos con gran preocupación cómo, todas aquellas premoniciones que tuvimos cuando el tema de la rebelión de los soberanistas catalanes empezó a tomar forma, durante el gobierno del señor Artur Mas, sin que los gobernantes de la nación española parecieran tomárselo en serio, si bien ya empezaron a querer comprar lo que no era más que un inicio de lo que luego ha sucedido, a base de entregarles más recursos y trasferencias a Cataluña con lo que, aquellos gobernantes incapaces de prever lo que se nos vendría encima, intentaron dejarles a quienes los sucedieron en el gobierno, lo que no quisieron afrontar ellos; ahora parecen confirmarse, para desgracia de todos. De aquellos polvos estos lodos.

¿Es mejor tratar con separatistas catalanes que hacerlo con Vox?

Vean la sinrazón que yace bajo esta postura de intolerancia
Miguel Massanet
miércoles, 9 de enero de 2019, 10:59 h (CET)

Unos partidos que se saltan la Constitución, que incumplen la leyes y que obvian las sentencias de los tribunales españoles seguramente son mejores, más de fiar y menos peligrosos, para el presidente del Gobierno español, señor P.Sánchez, que otro partido de ideas de derechas que, hasta este momento, sean cuales fueren sus proyectos e ideales, se ha desenvuelto dentro del pleno cumplimiento de la legislación española y de la propia Constitución.


Las flagrantes contradicciones que se producen en el seno del PSOE, a cargo de quienes forman la cúpula de dicha formación política y, muy especialmente, centradas en la persona del señor Sánchez, uno de los políticos a los que menos le importa y con más naturalidad sabe utilizar toda la demagogia de la que es capaz, para proyectarla en contra de sus adversarios políticos, sin importarle caer en las más infantiles contradicciones pensando, seguramente, que hay mucha gente en este país a la que se le puede tomar el pelo, engañarla y abusar de su credulidad o de su odio y desconfianza hacia la derecha, para que acepten de buena gana cualquier maniobra, por sucia, rastrera o repugnante que sea, con tal de perjudicar al partido al que se la tiene jurada desde que decidió que no descansaría hasta destituir a Rajoy de su condición de jefe del gobierno español.


Su última muestra de lo que es capaz, cuando se trata de descalificar a quienes estima que le pueden estorbar en su camino hacia el poder, ha sido cuando, en las elecciones andaluzas, su partido, presidido por la señora Susana Diaz, sufrió una inesperada y dolorosa derrota, doblemente cruel si se tiene en cuenta que, uno de los responsables de la misma, fue precisamente un partido con el que nadie contaba, hasta entonces, en la escena política española y, como colofón a la humillación de haber perdido escaños el hecho de que 400.000 votos se hubieran ido a “ un partido de extrema derecha!, el mismo que se desgajó del PP de Rajoy y que se inscribió con las siglas VOX. P. Sánchez, irritado y sin poder dominar el disgusto que le produjo que, en lo que siempre se había considerado como el feudo del PSOE, en Andalucía, se produjera el hecho de que, la suma de escaños de Ciudadanos, PP y VOX, tuviera la mayoría absoluta, incurrió en una de estas pataletas más propias de una mente infantil e incapaz de aceptar, con serenidad, los contratiempos propios de la vida pública, dejándose llevar por sus instintos no dudó en advertir por TV que, él y su partido, no iban a consentir que, en Andalucía, un posible gobierno con mayoría de derechas “privase de sus derechos a las mujeres” o actuase en contra de derechos fundamentales de los andaluces; una catilinaria impropia, innecesaria y, evidentemente salida de tono ya que, en todo caso, no le correspondería al Gobierno el decidir si lo que hacía el gobierno andaluz estaba dentro de lo establecido en la Constitución o no, algo que, con la división de poderes existente en todo Estado de derecho, le correspondería entender de ello y determinar posibles responsabilidades de los gobernantes de Andalucía, al Poder Judicial.


Como se podía esperar, el señor P.Sánchez, no ha sabido permanecer neutral cuando los tres partidos que pueden formar gobierno para desbancar a aquel que, durante 40 años, ha estado al frente de la comunidad andaluza, haciendo y deshaciendo a su entera voluntad y creando un tejido de fidelidades a base de comprar votos, voluntades y de favorecer, como se está dilucidando ante los tribunales de Justicia, corruptelas, nepotismo y enchufismo que, sin duda alguna, han contribuido de forma determinante a que, el PSOE se haya perpetuado en el poder durante tantos años. Por el contrario, en unos momentos en los que, los tres posibles partidos que tienen en sus manos formar un gobierno de centro derecha en Andalucía, se encuentran en una fase de procurar conciliar posiciones y llegar a acuerdos, de poner condiciones y, lo que es más importante, ser capaces de ceder para que, esta ocasión única de desbancar a los socialistas del poder en Andalucía, no se malogre por la falta de visión política, intransigencia y cerrazón intelectual de alguno de ellos; es el momento en el que, tanto el señor P.Sánchez como su lugarteniente, el señor J.L Ábalos, han entrado en campaña con la idea de meter cizaña ante la posibilidad de que en Andalucía se pueda instalar alguna clase de gobierno que desbanque el socialista de Díaz.


Haciendo gala de una cara de cemento armado, ambos miembros del PSOE, sin el menor rubor ni vergüenza, están pretendiendo vender a la ciudadanía que, el llegar a un posible acuerdo con VOX, aunque no fuera de gobierno pero sí de investidura, sería algo así como llegar a un acuerdo con Mefistófeles, en el que en lugar de la investidura del señor Bonilla del PP como presidente de Andalucía, se quisiera entronizar en la comunidad andaluza a Hitler o a Musolini, sólo porqué, hay alguien en España que sigue pensando que, algunos artículos de la Constitución, especialmente el Título VIII, debieran de ser revisados a fondo para devolver al gobierno de la nación muchas de las transferencia que, de forma imprudente, por medio de chantajes y por cuestiones meramente partidistas, algunas comunidades como la Catalana y Vasca han conseguido del Estado unos privilegios que, sin duda alguna, rompen el criterio de igualdad y solidaridad que debiera de existir en un país en el que unas comunidades son más ricas y otras, por cuestiones de su situación en el mapa, resultan ser menos favorecidas y precisan de más ayuda.


Vean, sin embargo, la sinrazón que yace bajo esta postura de intolerancia que sostienen los dos mandatarios del PSOE, cuando se niegan a aceptar que partidos legales, inscritos en el registro de partidos políticos, con diferencias en cuanto a sus proyectos y posicionamientos respecto a las cuestiones públicas, como es natural que existan entre distintas formaciones con diferentes ideales y aspiraciones sociales, pero sin que sobre ninguno de ellos pese incapacidad alguna, dictada por los tribunales competentes, que les impidiera formar parte de la escena política; si es que, señores, tenemos en cuenta que, mientras estas dos personas descalifican un posible acuerdo de las fuerzas políticas de centro-derecha en Andalucía; los mismos actores que reniegan de ello, en otra parte de España, en Cataluña, ante una gravísima amenaza de secesión de una parte del territorio nacional, manifestada explícitamente por diversos partidos aliados en la causa separatista, un desafío sin enmascaramiento alguno en contra del Estado español y, al mismo tiempo, en contra de la Justicia, con diversos políticos encarcelados por haber incumplido las leyes del país y estar presuntamente amenazados por haber incumplido determinados preceptos contemplados en nuestras leyes y en el CP; no tienen inconveniente alguno en seguir negociando con individuos como el señor Puigdemont, un prófugo de la Justicia, que está viviendo a cuerpo de rey en Bélgica, en una casona en la que dice que reside la sede de la República Catalana en el exilio, o con su “representante” en la Generalitat catalana, el señor Quim Torra, un alucinado al que no le duelen prendas calificar como basura a todos los españoles y a quienes los dirigen. ¿Acaso, señor Sánchez, cree usted que negociar con los señores de VOX es peor que ceder al chantaje de los separatistas catalanes, o seguir financiando con ayudas estatales sus proyectos separatistas o permitir que la Generalitat tenga una plantilla de 17.000 mossos que, en su momento, pudieran formar parte de un cuerpo de ejército que decidiera enfrentarse a la nación española?


Los españoles olemos a distancia la traición a la patria. Los españoles que vivimos en Cataluña y contemplamos cómo, un día sí y el otro también, se están preparando para una hipotética independencia, dotando a sus escuelas de profesores adictos a la causa separatistas, financiando a las televisiones, especialmente a la TV3, ahora ante los tribunales, por haber, supuestamente, colaborado con los que prestaron su ayuda para que se pudiera celebrar un seudo-referendum, ilegal por supuesto, gracias a la colaboración de algunos de los presentadores de la cadena, con la particularidad de que, desde que cesó el 155, han continuado con sus tertulias, sus programas de propaganda y sus provocaciones y burlas en contra de los españoles y el Estado español. En lugar de desmantelar, como se les pidió que hicieran, toda la tramoya que tenían preparada para poder poner en marcha un estado independiente catalán, han continuado destinando recursos, de los que les entrega la Administración del Estado, para seguir avanzando en la preparación de la administración paralela propia en la que están trabajando.


En fin, no sabemos lo que va a suceder en los meses venideros en España, ni tampoco lo que va a ocurrir en una Europa que parece abocada a una nueva recesión, si las voces que nos lo advierten de los expertos no están equivocadas. Lo que sí es cierto es que seguimos estando al borde del precipicio y que no quisiéramos, de ninguna manera, que a los españoles, especialmente a los que vivimos en Cataluña, nos llegara a alcanzar una posible convergencia de lo que se ve venir en nuestro país, en manos de los socialistas del señor Sánchez, empeñados en despilfarrar el dinero del Estado en ayudas, subvenciones, aumentos disparatados del Salario Mínimo, incrementos insostenibles de las pensiones y de las ayudas pasivas, mientras los actuales dirigentes del partido que nos gobierna, el PSOE, despilfarran el dinero de los españoles en viajes privados, para los que no dudan en utilizar aviones que debieran estar reservados para cuestiones relacionadas con la gobernanza del país y, todo ello, ante la gran posibilidad de que se produzca una posible reactivación de la crisis económica que parecía que habíamos conseguido superar.


O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, vemos con gran preocupación cómo, todas aquellas premoniciones que tuvimos cuando el tema de la rebelión de los soberanistas catalanes empezó a tomar forma, durante el gobierno del señor Artur Mas, sin que los gobernantes de la nación española parecieran tomárselo en serio, si bien ya empezaron a querer comprar lo que no era más que un inicio de lo que luego ha sucedido, a base de entregarles más recursos y trasferencias a Cataluña con lo que, aquellos gobernantes incapaces de prever lo que se nos vendría encima, intentaron dejarles a quienes los sucedieron en el gobierno, lo que no quisieron afrontar ellos; ahora parecen confirmarse, para desgracia de todos. De aquellos polvos estos lodos.

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