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Etiquetas | CSIC | Franquismo | Opus Dei
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas fue credo el 24 de noviembre de 1939, uno de los primeros pasos que dio el nuevo régimen

¿Para qué quería Franco el CSIC?

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Hay una buena base para señalar la fuerza del primer presidente, José María Herrera, muy vinculado a José María Escrivá de Balaguer y a la creación del Opus Dei.


El artículo que se encuentra en el enlace, plantea el culturacidio de la Cruzada y la urgencia de encontrar un relleno. La cuestión es que el Opus se ha quedado en el organismo.


El doctor Herrera tenía titulación académica y acreditación en el campo de las Ciencias Experimentales; había empezado a aprender en los negocios que tenía su familia en Aragón.


La movilización que engendraron las reivindicaciones ciudadanas de l@s aragonesas afectadas en las experimentaciones-negocios del fundador. Ninguna duda de su adhesión a la Cruzada.


Todo eso está bien explicado en el enlace propuesto y que te recomiendo leer.


El Opus se ha quedado en el organismo, como indica “Diario 16, en su artículo “La larga sombre del OPUS sobre el CSIC"


El OPUS está muy presente en el franquismo, en casi todas las movidas que se produjeron para cambiar éste, y en el post franquismo, como puedes comprobar en mi novela “Miradas a Pasionaria”, por poner un ejemplo.


Es un panorama que tendremos que enfocar, pero nos planteamos ahora el interés que pudo tener el régimen para tomar tan rápidamente una decisión cuando estaban presionados por la urgencia de reconstruir lo que, hasta ese mismo año, ellos mismos, habían generosamente destruido.


Estoy convencido de que Franco puso el (CSIC) en los cimientos de su proyecto político, por el peso que tenía la corriente que representaba Herrera en la Cruzada.


El poder del CSIC es inmenso.

Es una carta que el Opus se ha guardado.


Curioso que “El País” evoque, el día del aniversario del Decreto de fundación del organismo, el pasado sábado, una gran parte de los rasgos aludidos en este artículo: “Política científica. El CSIC se olvida de su herencia franquista”.


El último artículo mencionado ha pasado desapercibido por una actualidad cargada de afirmaciones tendenciosas y carentes de fundamento, como si nuestros representantes políticos, algunos, tuvieran bula en el CSIC.

¿No está pasando eso? ¿No estamos asistiendo a una sangría de científicos y a un desarme?


¿Para qué quería Franco el CSIC?

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas fue credo el 24 de noviembre de 1939, uno de los primeros pasos que dio el nuevo régimen
Carlos Ortiz de Zárate
lunes, 26 de noviembre de 2018, 00:00 h (CET)

Hay una buena base para señalar la fuerza del primer presidente, José María Herrera, muy vinculado a José María Escrivá de Balaguer y a la creación del Opus Dei.


El artículo que se encuentra en el enlace, plantea el culturacidio de la Cruzada y la urgencia de encontrar un relleno. La cuestión es que el Opus se ha quedado en el organismo.


El doctor Herrera tenía titulación académica y acreditación en el campo de las Ciencias Experimentales; había empezado a aprender en los negocios que tenía su familia en Aragón.


La movilización que engendraron las reivindicaciones ciudadanas de l@s aragonesas afectadas en las experimentaciones-negocios del fundador. Ninguna duda de su adhesión a la Cruzada.


Todo eso está bien explicado en el enlace propuesto y que te recomiendo leer.


El Opus se ha quedado en el organismo, como indica “Diario 16, en su artículo “La larga sombre del OPUS sobre el CSIC"


El OPUS está muy presente en el franquismo, en casi todas las movidas que se produjeron para cambiar éste, y en el post franquismo, como puedes comprobar en mi novela “Miradas a Pasionaria”, por poner un ejemplo.


Es un panorama que tendremos que enfocar, pero nos planteamos ahora el interés que pudo tener el régimen para tomar tan rápidamente una decisión cuando estaban presionados por la urgencia de reconstruir lo que, hasta ese mismo año, ellos mismos, habían generosamente destruido.


Estoy convencido de que Franco puso el (CSIC) en los cimientos de su proyecto político, por el peso que tenía la corriente que representaba Herrera en la Cruzada.


El poder del CSIC es inmenso.

Es una carta que el Opus se ha guardado.


Curioso que “El País” evoque, el día del aniversario del Decreto de fundación del organismo, el pasado sábado, una gran parte de los rasgos aludidos en este artículo: “Política científica. El CSIC se olvida de su herencia franquista”.


El último artículo mencionado ha pasado desapercibido por una actualidad cargada de afirmaciones tendenciosas y carentes de fundamento, como si nuestros representantes políticos, algunos, tuvieran bula en el CSIC.

¿No está pasando eso? ¿No estamos asistiendo a una sangría de científicos y a un desarme?


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