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Enrarecido ambiente

Estoy convencido de que es precisa la salida de "cum fraude" del Gobierno para empezar a ver la luz
Jesús  Salamanca
miércoles, 21 de noviembre de 2018, 08:40 h (CET)

Tenemos un panorama que asusta, a la vez que preocupa. Los planos social, político y económico están destrozándose según van pasando los días. Y en ese destrozo tiene buena parte de culpa el actual Gobierno del "dottore cum fraude": el tal Pedro Sánchez. Si algo quedará en la memoria de la ciudadanía es su facilidad para mentir y ponerse siempre en el lado que le conviene: tiene la rara facilidad de decir una cosa por la mañana y otra por la tarde sobre la misma cuestión, a la vez que intenta quedar bien. Lo peor de todo es que ya se han percatado en Europa y empieza a estar en el punto de mira de quienes ven en la política un arte de trabajar por la ciudadanía. Arte que no va con Sánchez, ni de lejos.


Podríamos hacer un largo recorrido por los problemas del país, pero son tantos que no merece la pena repetir lo que ya dicen los medios de comunicación a diario. Es cierto que muchos nos lo tomamos a risa aunque con una fuerte preocupación contenida: pregunten a los jubilados, los bancos, los parados, los inmigrantes... Estoy convencido de que es precisa la salida de "cum fraude" del Gobierno para empezar a ver la luz. Un dato: desde la llegada del "dottore" hay una preocupación en las empresas que ya se había superado, incluso hacía tiempo que dejó de hablarse de crisis.

Al parecer no hay ámbito que no tenga su petardazo. Da igual que miremos a Andalucía, su corrupción, las decenas de políticos 'pringaos' con dinero público, el destrozo de su sistema educativo, el paro de larguísima duración, el descontrolado PER, la deuda desbocada... ¡Pobre Andalucía! Es lo que tiene cuando la irresponsabilidad de algunos políticos acaba por confundir lo público con lo privado. Y ahora, elecciones. Más gasto de dinero público, más endeudamiento, más mentiras.


No podía ser menos la "trama" del CGPJ. Ese órgano de la judicatura está acabando con la poca o nula credibilidad de los españoles en la Justicia. ¡Vaya espectáculo más ridículo el que están dando! ¡Qué poca madurez demuestran quienes deberían dar ejemplo! Y la cuestión no es que se peleen entre ellos, por su "ego" mal entendido, sino que los demás los vemos como los ridículos payasos del momento; vaya desde aquí mi reconocimiento y admiración hacia los payasos circenses. Todo sea dicho.


En fin, hay para muchos días con la que está cayendo. Cuando toquemos la reforma educativa nos vamos a reír hasta la extenuación. Solo pensar que vamos a volver a la LOE y a la LOGSE me pone los pelos de punta. Y a todos los docentes les molesta sobremanera porque comprobamos que la mediocridad de algunos políticos ve en la educación el guijarro con el que apedrearse, sobre todo cuando llegan las elecciones, sean del tipo que sean. Ahora empezarán a hablar del Pacto por la Educación, cuando han sido incapaces de ponerse de acuerdo.


De Cataluña, mejor no hablar: ahí tenemos otra prueba de la traición de quienes no saben ser políticos y sí mofetas del sistema. Algún día la Historia hablará de los "tejemanajes" de Sáenz de Santamaría y otros peligrosos aspirantes al ridículo. Y si a todo eso añadimos el trompazo de la Bolsa, los líos de los podemitas y el sectarismo de algunas cadenas de TV, entonces estamos ante un exceso de ingredientes picantes que en nada mejorarán el menú diario.


Nos hemos olvidado de Franco, del Valle de los Caídos y de la Almudena. Pero es que ese tema a los españoles nos importa un carajo, tres pepinos y un bledo.

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