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¿Por qué aguantamos tanta corrupción causante de tantos males?

Las plagas del siglo XXI

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Según nos cuenta la Biblia, Dios encomendó a Moisés liberar a los israelitas que se hallaban esclavos en Egipto y como el faraón no cejaba en su empeño, les mandó las consabidas plagas que a la sazón no está claro el número de ellas, parece ser que al principio eran dos, “convertir el agua del Nilo en sangre y el sacrificio de los primogénitos de cada familia”, luego en el éxodo aparecen siete y más tarde diez, fueran las que fueran el caso es que a la fuerza ahorcan y el faraón tuvo que dar su brazo a torcer y los dejó marchar.


En el siglo XXI también tenemos nuestras plagas, son: terremotos, tsunamis, estas podríamos considerarlas como las dos primeras que nos cuenta la biblia, pero también como en el libro santo tenemos más, estas no nos las ha mandado Dios, hemos sido nosotros mismos con nuestra idiocia, ignorancia y mediocridad, las que las hemos incorporado en nuestro día a día, a saber: fuegos, que devastan enormes cantidades de bosques con peligro para personas y animales, drogas que matan poco a poco a los que las consumen y conviven con ellos, guerras, por un afán incontrolado de dominio absurdo y revanchista, los descerebrados yihadistas, que con la idea absurda de poseer el paraíso para disfrutar con siete vírgenes cometen actos de terrorismo aterradores, políticos, esta plaga la llevamos soportando ya unos cuantos años y desgraciadamente la sufriremos unos cuantos más pues se pusieron las bases para que así fuera y como Laoconte estamos castigados a morir estrangulados por serpientes marinas.


El problema de la mediocridad política se está reflejando en toda Europa, la unidad tan deseada y cacareada se ha quedado en utopía, cada país mira hacia dentro sin importar lo que sucede alrededor y lo que es peor sin querer poner soluciones a problemas que atañen a toda la comunidad europea, pero la mayor ineptitud la tenemos en España, al menos la que más nos afecta. Parece mentira que teniendo personas tan valiosas, trabajadoras y emprendedoras estemos siempre en el punto de partida, sin avanzar, retrocediendo a cada momento, tirándonos los trastos a la cabeza unos a otros con tal de sobresalir de la inmundicia en la que nos meten los malos representantes políticos, demagogos, corruptos, avariciosos, orgullosos, ineptos, incoherentes, incultos, trileros……Los tentáculos de este pulpo gigante abarcan al conjunto de la sociedad, destruyendo sentimientos, valores, esfuerzos, esperanzas…..; uno de ellos es hacienda que estrangula a los más desfavorecidos con impuestos exagerados y sobreimpuestos como es el caso del IRPF de los pensionistas, que se paga doblemente, es decir, se paga en periodo laboral y una vez jubilado vuelve a pagar por algo que ya pagó; otro la justicia, politizada totalmente, evidentemente por mucho que quieran demostrar, no es igual para todo el mundo, además tarda tanto en resolver los casos, que muchos han caducado, huido de la justicia o fallecido el acusado; un tercero la educación, denostada en lo más profundo de su ser con una regionalización, desmoralización y adoctrinamiento no solo absurdo sino engañoso en muchos casos. Ello es la base de generaciones con tanta ignorancia que en el recambio generacional demuestran lo que en el presente estamos viendo y viviendo; la sanidad tan necesaria está desabastecida, en hospitales punteros (por realizar trasplantes de órganos, que dan mucha fama y recursos), en cirugías normales se encuentran faltos de instrumental, de personal, de útiles necesarios etc., por no mencionar lo mal pagados que están y desprotegidos frente a la barbarie especuladora; la investigación tan necesaria para avanzar en muchas propuestas sociales tienen mínimos presupuestos obligándolos a marchar al extranjero. Es decir, aquí todo joven bien preparado, con licenciaturas y másteres de verdad, sacados con estudio y esfuerzo, no regalados, que valga, se tiene que ir del país si quiere prosperar en la vida. Podía seguir enumerando uno por uno todos los desafueros existentes pero como son por todos conocidos y sufridos, evitaré la pesadez de poner negro sobre blanco tantas desidias.


¿Por qué aguantamos tanta corrupción causante de tantos males? ¿Hasta cuándo tendremos paciencia y miraremos para otro lado o esperaremos que caiga la breva por su propio peso?


Los pilares fundamentales para una sociedad próspera y avanzada a mi modo de ver son tres: educación (fundamental), justicia (apolítica) y sanidad. Estos pilares deberían ser únicos e integradores en toda la geografía española.

Ni que decir tiene que debe haber un exhaustivo control en el dinero público para evitar cualquier tipo de corrupción debiendo llegar y aplicar cada partida a donde fuere destinada.


¡¡Reaccionemos ya!! Exijamos políticos responsables y preparados para el cargo a desempeñar. Obliguemos a reducir el número exagerado de representantes parlamentarios y senadores, cargos intermedios, desaparición de aforamientos, sueldos y pensiones vitalicias, coches oficiales etc., etc.. Obliguemos a consensuar políticas de estado. En fin, poner orden en todo este desbarajuste en el que estamos inmersos.


Sugiero una idea, sé que no va a servir para nada, pero por si acaso ahí lo dejo:

¿Por qué no obligamos a todos los representantes políticos, incluido los jefes de gobierno, a que tengan un trabajo previo al ocupar el cargo que pudieran ostentar? De este modo cobrarían un complemento por servir a su patria que desaparecería cuando dejaran el puesto, y el que no lo tuviese que esperara a tenerlo y luego se metiera en política. Este despilfarro económico es totalmente insoportable y vamos a la hecatombe de cabeza. Los gobernantes actuales tiene la desfachatez de subirse el sueldo cuando les conviene, pues, seamos nosotros los que les obliguemos a que se lo bajen un 50%, que aún seguirán viviendo de lujo, en vez de ir aumentando la deuda externa y esquilmando nuestras vidas.

Las plagas del siglo XXI

¿Por qué aguantamos tanta corrupción causante de tantos males?
Carmen Muñoz
martes, 9 de octubre de 2018, 09:03 h (CET)

Según nos cuenta la Biblia, Dios encomendó a Moisés liberar a los israelitas que se hallaban esclavos en Egipto y como el faraón no cejaba en su empeño, les mandó las consabidas plagas que a la sazón no está claro el número de ellas, parece ser que al principio eran dos, “convertir el agua del Nilo en sangre y el sacrificio de los primogénitos de cada familia”, luego en el éxodo aparecen siete y más tarde diez, fueran las que fueran el caso es que a la fuerza ahorcan y el faraón tuvo que dar su brazo a torcer y los dejó marchar.


En el siglo XXI también tenemos nuestras plagas, son: terremotos, tsunamis, estas podríamos considerarlas como las dos primeras que nos cuenta la biblia, pero también como en el libro santo tenemos más, estas no nos las ha mandado Dios, hemos sido nosotros mismos con nuestra idiocia, ignorancia y mediocridad, las que las hemos incorporado en nuestro día a día, a saber: fuegos, que devastan enormes cantidades de bosques con peligro para personas y animales, drogas que matan poco a poco a los que las consumen y conviven con ellos, guerras, por un afán incontrolado de dominio absurdo y revanchista, los descerebrados yihadistas, que con la idea absurda de poseer el paraíso para disfrutar con siete vírgenes cometen actos de terrorismo aterradores, políticos, esta plaga la llevamos soportando ya unos cuantos años y desgraciadamente la sufriremos unos cuantos más pues se pusieron las bases para que así fuera y como Laoconte estamos castigados a morir estrangulados por serpientes marinas.


El problema de la mediocridad política se está reflejando en toda Europa, la unidad tan deseada y cacareada se ha quedado en utopía, cada país mira hacia dentro sin importar lo que sucede alrededor y lo que es peor sin querer poner soluciones a problemas que atañen a toda la comunidad europea, pero la mayor ineptitud la tenemos en España, al menos la que más nos afecta. Parece mentira que teniendo personas tan valiosas, trabajadoras y emprendedoras estemos siempre en el punto de partida, sin avanzar, retrocediendo a cada momento, tirándonos los trastos a la cabeza unos a otros con tal de sobresalir de la inmundicia en la que nos meten los malos representantes políticos, demagogos, corruptos, avariciosos, orgullosos, ineptos, incoherentes, incultos, trileros……Los tentáculos de este pulpo gigante abarcan al conjunto de la sociedad, destruyendo sentimientos, valores, esfuerzos, esperanzas…..; uno de ellos es hacienda que estrangula a los más desfavorecidos con impuestos exagerados y sobreimpuestos como es el caso del IRPF de los pensionistas, que se paga doblemente, es decir, se paga en periodo laboral y una vez jubilado vuelve a pagar por algo que ya pagó; otro la justicia, politizada totalmente, evidentemente por mucho que quieran demostrar, no es igual para todo el mundo, además tarda tanto en resolver los casos, que muchos han caducado, huido de la justicia o fallecido el acusado; un tercero la educación, denostada en lo más profundo de su ser con una regionalización, desmoralización y adoctrinamiento no solo absurdo sino engañoso en muchos casos. Ello es la base de generaciones con tanta ignorancia que en el recambio generacional demuestran lo que en el presente estamos viendo y viviendo; la sanidad tan necesaria está desabastecida, en hospitales punteros (por realizar trasplantes de órganos, que dan mucha fama y recursos), en cirugías normales se encuentran faltos de instrumental, de personal, de útiles necesarios etc., por no mencionar lo mal pagados que están y desprotegidos frente a la barbarie especuladora; la investigación tan necesaria para avanzar en muchas propuestas sociales tienen mínimos presupuestos obligándolos a marchar al extranjero. Es decir, aquí todo joven bien preparado, con licenciaturas y másteres de verdad, sacados con estudio y esfuerzo, no regalados, que valga, se tiene que ir del país si quiere prosperar en la vida. Podía seguir enumerando uno por uno todos los desafueros existentes pero como son por todos conocidos y sufridos, evitaré la pesadez de poner negro sobre blanco tantas desidias.


¿Por qué aguantamos tanta corrupción causante de tantos males? ¿Hasta cuándo tendremos paciencia y miraremos para otro lado o esperaremos que caiga la breva por su propio peso?


Los pilares fundamentales para una sociedad próspera y avanzada a mi modo de ver son tres: educación (fundamental), justicia (apolítica) y sanidad. Estos pilares deberían ser únicos e integradores en toda la geografía española.

Ni que decir tiene que debe haber un exhaustivo control en el dinero público para evitar cualquier tipo de corrupción debiendo llegar y aplicar cada partida a donde fuere destinada.


¡¡Reaccionemos ya!! Exijamos políticos responsables y preparados para el cargo a desempeñar. Obliguemos a reducir el número exagerado de representantes parlamentarios y senadores, cargos intermedios, desaparición de aforamientos, sueldos y pensiones vitalicias, coches oficiales etc., etc.. Obliguemos a consensuar políticas de estado. En fin, poner orden en todo este desbarajuste en el que estamos inmersos.


Sugiero una idea, sé que no va a servir para nada, pero por si acaso ahí lo dejo:

¿Por qué no obligamos a todos los representantes políticos, incluido los jefes de gobierno, a que tengan un trabajo previo al ocupar el cargo que pudieran ostentar? De este modo cobrarían un complemento por servir a su patria que desaparecería cuando dejaran el puesto, y el que no lo tuviese que esperara a tenerlo y luego se metiera en política. Este despilfarro económico es totalmente insoportable y vamos a la hecatombe de cabeza. Los gobernantes actuales tiene la desfachatez de subirse el sueldo cuando les conviene, pues, seamos nosotros los que les obliguemos a que se lo bajen un 50%, que aún seguirán viviendo de lujo, en vez de ir aumentando la deuda externa y esquilmando nuestras vidas.

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