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Opinión
Etiquetas | Historia | hitler | Nazismo
La historia que sigue después es conocida, y sin embargo sus promesas nunca fueron cumplidas

Los ejes sobre los que Hitler construyó el Nazismo

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En este artículo surgirán una serie de cuestiones históricas, las que primero surgen de mi interés personal, pero que aun así, y advierto a quien lo lee, habrán de presentarse al espíritu por el interés en la historia y su relación con nuestra cotidianeidad a más de un lector.


El nazismo ha constituido, y constituye, un problema de difícil abordaje, por ello me limitare a enumerar causales que trataré de enmarcar en el análisis de la coyuntura de la posguerra del momento y los rasgos de Hitler como líder político. No es la intención del articulo defender al nazismo ni mucho menos, sino ofrecer cuales fueron las primeras causas del nazismo en su face inicial. Desde luego irrumpió e influyó en gran parte de la política del S.XX, pero no irrumpió como algo que se arranca de un árbol. Hubo factores que fueron moldeados por estas primeras causas: las causas macro socioeconómicas y políticas, y por otro lado, el problema interno de una Alemania resentida, pues no olvidemos que sobre este último elemento, el proceso del nazismo encontró su base de legitimidad humana.


Sobre el primer eje tenemos que considerar a la ideología nazi como el resultado de un dinamismo exclusivamente económico y político que tendrá repercusiones sociales y que se retroalimentará de una masa alienada. La gran obsesión de Alemania de proseguir con la fase imperialista iniciada por 1885 que había tenido la Monarquía antes de caer va a ser muy bien interpretada por el Führer, solo con la diferencia que va a contar con el apoyo de un partido ampliamente homogéneo y verticalista, industriales, altos burgueses, los famososJunkers ante un parlamento que tenía mucha composición comunista, pues el gran avance rojo de Rusia crecía cada vez más. No olvidemos que Hungría ya había tenido una expericnai comunista antes que la propia Rusia.


La derrota nacional y la humillación del Tratado de Versalles se transformaron en los símbolos vehículos de la frustración de las estructuras políticas e industriales que van a apoyar a Hitler. La clase dirigente, sobre todo los Junkers, si o si querían terminar con un parlamento de orientación roja. El 40 % de los diputados era Socialista y comunista. Era en definitiva, un parlamento que había que censurar, y que sustentaba tendencias contrarias a la de los intereses empresarios imperialistas pro monárquicos. Si bien el nazismo no poseyó nunca principios políticos y económicos genuinos, si aprovechó el resentimiento de los empresarios para contar con el apoyo de esto. Pues, antes de continuar con el segundo eje, debemos establecer que Hitler como político se constituyó en una especie de mesías que va a combinar la frustración de clase alta pero también de la clase media baja.


Sobre el segundo eje podríamos decir que el nazismo operó psicológicamente. Ciertos cambios socioeconómicos que se daban a nivel macro, repercutirán en el nivel de vida de la clase media baja y el proletariado que cada vez más tenía una juventud motivada a vengarse, y esto también Hitler lo va a provechar. Esta proyección se evidenciaba perfectamente en el desarrollo personal de Hitler. Porque para muchos alemanes, él era el típico representante de la clase media baja, pero no del proletariado que solo pensó en él porque no había mucha opción. No olvidemos que la clase obrera había sufrido muchas derrotas después de la finalización de la Primera Guerra Mundial, habían perdido la esperanza de toda realización. Sin dudas esto lo verá el fundador del nazismo. Él mismo, en su libro Mein Kampf, habla de sí mismo como un “don nadie”, esto también habla de ciertos rasgos psicológicos. No es el objeto del artículo hacer un análisis psicológico, porque no estudio psicología ni mucho menos. Sí podemos establecer que estos rasgos que él mismo fundaba los trasladará a la mayoría, a la base humana del Nazismo, sin la cual no hubiera podido desarrollarse.


otros de los motivos que estarán en la clase media baja y sobre todo en la juventud va a ser la base del resentimiento contra el Tratado de Versalles, porque había un resentimiento nacionalista que para consolidarse necesitaba de una nueva figura. Entonces, una parte de la población se inició en el régimen nazi sin presentar mucha resistencia, por que previamente fueron absorbidos por la desesperanza. En cambio, otra parte del pueblo alemán, se sintió muy fanatizada y atraída por la ideología nazi.


La clase media baja fue la que más se identificó, porque después de que Hitler llega al poder, surgió otro incentivo para el mantenimiento de la lealtad. Para millones de alemanes que no tenían líder el nuevo gobierno se identificó con Alemania. Una vez que él llegó, no solo logró el poder del Estado, sino que también combatirlo sería ir en contra de la lealtad. ¿Quién se hubiera animado?, pues combatirlo o contradecirlo, hubiera significado apartarse de la comunidad de alemanes que estaba naciendo, y nadie quería darse este gusto, el de quedar fuera otra vez. Desde el momento que el nazismo abolió todos los demás partidos, llego a “Ser Alemania”. Hay que aclarar que pudo observarse muchos casos de personas que no eran nazis y sin embargo defendieron el nazismo, porque consideraban que un ataque al régimen era un ataque a Alemania. En conclusión, a diferencia de la clase alta, las clases medias baja y el proletariado, asfixiadas por la inflación también, se vieron atomizadas por la frustración; y todas estas capas inferiores – pequeños comerciantes, artesanos, burócratas, empleados, artesanos y los jóvenes – acogieron con gran entusiasmo la ideología nazi.


Conclusión:

Hitler y su anhelo sádico se complementaron en los ejes que expuse. Para la Alemania de entonces era un instrumento necesario y eficaz. Él mismo sobre la gente que lo sigue va a declarar en su libro que “lo que ellas quieren es la victoria del más fuerte y el aniquilamiento o rendición incondicional del más débil”. Y él supo canalizar el poder y llegar al poder todas las características que las clases de Alemania tenían entonces después de finalizar la primera Guerra Mundial: amor al fuerte, odio al débil, superioridad de la raza. Es decir, aprovechó todo el tiempo que le siguió a la finalización de la Primera Guerra Mundial, es decir la primera Pos Guerra, para construir su base de poder. La historia que sigue después es conocida, y sin embargo sus promesas nunca fueron cumplidas.

Los ejes sobre los que Hitler construyó el Nazismo

La historia que sigue después es conocida, y sin embargo sus promesas nunca fueron cumplidas
Cristian Iván Da Silva
sábado, 22 de septiembre de 2018, 08:21 h (CET)

En este artículo surgirán una serie de cuestiones históricas, las que primero surgen de mi interés personal, pero que aun así, y advierto a quien lo lee, habrán de presentarse al espíritu por el interés en la historia y su relación con nuestra cotidianeidad a más de un lector.


El nazismo ha constituido, y constituye, un problema de difícil abordaje, por ello me limitare a enumerar causales que trataré de enmarcar en el análisis de la coyuntura de la posguerra del momento y los rasgos de Hitler como líder político. No es la intención del articulo defender al nazismo ni mucho menos, sino ofrecer cuales fueron las primeras causas del nazismo en su face inicial. Desde luego irrumpió e influyó en gran parte de la política del S.XX, pero no irrumpió como algo que se arranca de un árbol. Hubo factores que fueron moldeados por estas primeras causas: las causas macro socioeconómicas y políticas, y por otro lado, el problema interno de una Alemania resentida, pues no olvidemos que sobre este último elemento, el proceso del nazismo encontró su base de legitimidad humana.


Sobre el primer eje tenemos que considerar a la ideología nazi como el resultado de un dinamismo exclusivamente económico y político que tendrá repercusiones sociales y que se retroalimentará de una masa alienada. La gran obsesión de Alemania de proseguir con la fase imperialista iniciada por 1885 que había tenido la Monarquía antes de caer va a ser muy bien interpretada por el Führer, solo con la diferencia que va a contar con el apoyo de un partido ampliamente homogéneo y verticalista, industriales, altos burgueses, los famososJunkers ante un parlamento que tenía mucha composición comunista, pues el gran avance rojo de Rusia crecía cada vez más. No olvidemos que Hungría ya había tenido una expericnai comunista antes que la propia Rusia.


La derrota nacional y la humillación del Tratado de Versalles se transformaron en los símbolos vehículos de la frustración de las estructuras políticas e industriales que van a apoyar a Hitler. La clase dirigente, sobre todo los Junkers, si o si querían terminar con un parlamento de orientación roja. El 40 % de los diputados era Socialista y comunista. Era en definitiva, un parlamento que había que censurar, y que sustentaba tendencias contrarias a la de los intereses empresarios imperialistas pro monárquicos. Si bien el nazismo no poseyó nunca principios políticos y económicos genuinos, si aprovechó el resentimiento de los empresarios para contar con el apoyo de esto. Pues, antes de continuar con el segundo eje, debemos establecer que Hitler como político se constituyó en una especie de mesías que va a combinar la frustración de clase alta pero también de la clase media baja.


Sobre el segundo eje podríamos decir que el nazismo operó psicológicamente. Ciertos cambios socioeconómicos que se daban a nivel macro, repercutirán en el nivel de vida de la clase media baja y el proletariado que cada vez más tenía una juventud motivada a vengarse, y esto también Hitler lo va a provechar. Esta proyección se evidenciaba perfectamente en el desarrollo personal de Hitler. Porque para muchos alemanes, él era el típico representante de la clase media baja, pero no del proletariado que solo pensó en él porque no había mucha opción. No olvidemos que la clase obrera había sufrido muchas derrotas después de la finalización de la Primera Guerra Mundial, habían perdido la esperanza de toda realización. Sin dudas esto lo verá el fundador del nazismo. Él mismo, en su libro Mein Kampf, habla de sí mismo como un “don nadie”, esto también habla de ciertos rasgos psicológicos. No es el objeto del artículo hacer un análisis psicológico, porque no estudio psicología ni mucho menos. Sí podemos establecer que estos rasgos que él mismo fundaba los trasladará a la mayoría, a la base humana del Nazismo, sin la cual no hubiera podido desarrollarse.


otros de los motivos que estarán en la clase media baja y sobre todo en la juventud va a ser la base del resentimiento contra el Tratado de Versalles, porque había un resentimiento nacionalista que para consolidarse necesitaba de una nueva figura. Entonces, una parte de la población se inició en el régimen nazi sin presentar mucha resistencia, por que previamente fueron absorbidos por la desesperanza. En cambio, otra parte del pueblo alemán, se sintió muy fanatizada y atraída por la ideología nazi.


La clase media baja fue la que más se identificó, porque después de que Hitler llega al poder, surgió otro incentivo para el mantenimiento de la lealtad. Para millones de alemanes que no tenían líder el nuevo gobierno se identificó con Alemania. Una vez que él llegó, no solo logró el poder del Estado, sino que también combatirlo sería ir en contra de la lealtad. ¿Quién se hubiera animado?, pues combatirlo o contradecirlo, hubiera significado apartarse de la comunidad de alemanes que estaba naciendo, y nadie quería darse este gusto, el de quedar fuera otra vez. Desde el momento que el nazismo abolió todos los demás partidos, llego a “Ser Alemania”. Hay que aclarar que pudo observarse muchos casos de personas que no eran nazis y sin embargo defendieron el nazismo, porque consideraban que un ataque al régimen era un ataque a Alemania. En conclusión, a diferencia de la clase alta, las clases medias baja y el proletariado, asfixiadas por la inflación también, se vieron atomizadas por la frustración; y todas estas capas inferiores – pequeños comerciantes, artesanos, burócratas, empleados, artesanos y los jóvenes – acogieron con gran entusiasmo la ideología nazi.


Conclusión:

Hitler y su anhelo sádico se complementaron en los ejes que expuse. Para la Alemania de entonces era un instrumento necesario y eficaz. Él mismo sobre la gente que lo sigue va a declarar en su libro que “lo que ellas quieren es la victoria del más fuerte y el aniquilamiento o rendición incondicional del más débil”. Y él supo canalizar el poder y llegar al poder todas las características que las clases de Alemania tenían entonces después de finalizar la primera Guerra Mundial: amor al fuerte, odio al débil, superioridad de la raza. Es decir, aprovechó todo el tiempo que le siguió a la finalización de la Primera Guerra Mundial, es decir la primera Pos Guerra, para construir su base de poder. La historia que sigue después es conocida, y sin embargo sus promesas nunca fueron cumplidas.

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