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​El presente artículo cuelga de un título plagado de fonemas laterales y vibrantes, dechado de alveolaridad todos, que otorgan una musical y rítmica sensación ya al “rellano” de este escrito, muy en consonancia con el temperamento de los sujetos a tratar.

Filosofía de Newton

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El día de Navidad del año 1642 nació en Inglaterra Isaac Newton y falleció en 1727. Sus restos mortales descansan en un sarcófago en la abadía de Westminster. El acercamiento a la compleja personalidad de este hombre de ciencia supone introducirse en la matemática y física de los siglos XVII y XVIII. Sus obras e investigaciones conforman la Revolución científica que han conducido al surgimiento de las ciencias.


Pero Newton se interesó también por la filosofía y por otros conocimientos y saberes. Su obra principal que cambió el rumbo de la ciencia se titula Principios Matemáticos de Filosofía Natural. Él se consideró filósofo.


Newton es uno de los más grandes matemáticos de la historia, probablemente el mejor. Era capaz de resolver problemas de matemáticas en cinco horas que otros solucionaban en semanas, meses o más tiempo.


A partir del año 1666 sus grandes descubrimientos revolucionaron la ciencia para siempre. El color es una propiedad de la luz. Inventó el telescopio reflector e ingresó en la Royal Society. Sus Principia Mathematica describen las tres leyes del movimiento y la ley de gravitación universal en 1687. Desarrolló el teorema del binomio y las fórmulas de Newton-Cotes en el campo de la Matemática.


Uno de los objetivos de Newton era demostrar la dependencia de la materia de Dios. Negó, por tanto, la posibilidad de conocer la esencia de la materia, ya que, según él, depende de la voluntad divina. Para Descartes, en cambio, la separación de materia y espíritu hacía a aquélla independiente de Dios.


Newton estaba convencido de que la gravedad no es una cualidad oculta y escribe: «Decir que todo tipo de cosas está dotado de una cualidad oculta específica por la que actúa y produce efectos manifiestos equivale a no decir nada. Sin embargo, derivar dos o tres principios generales del movimiento a partir de los fenómenos para decir a continuación cómo se siguen de esos principios manifiestos las propiedades y acciones de todas las cosas corpóreas, habría de constituir un gran paso en filosofía, aunque las causas de esos principios aún no se hubiesen descubierto».

El amplio abanico de intereses de Newton desbordó los Principios y la Óptica. Durante años se interesó por el estudio de las Sagradas Escrituras y sobre todo por el enfrentamiento que mantuvieron Arrio y San Atanasio en los siglos III y IV d. C. al defender éste último el trinitarismo frente a la postura monoteísta de Arrio que fue proclamado hereje por la Iglesia en el Concilio de Nicea. El mismo Locke que era amigo de Newton parece que también defendió esta tesis mantenida por una secta arriana, los socinianos.


Newton era arrianista y creía en un único Dios. Estaba en contra de los trinitarios. Fue muy religioso toda su vida. De unas 3.600.000 palabras que escribió solo un millón fueron dedicadas a las ciencias. El resto se ocuparon de cuestiones teológicas, de la Biblia y de temas alquímicos u otros. Se conoce una lista de cincuenta y ocho pecados que escribió a los 19 años y uno de ellos es según Newton: «Amenazar a mi padre y madre Smith con quemarlos y a la casa con ellos».


Las tesis de Newton fueron motivo de controversia. Durante años Leibniz se enfrentó al sabio inglés por la prioridad en el descubrimiento del cálculo infinitesimal, disputa en la que intervinieron muchos amigos de los dos científicos. Parece que fue Newton el primero en descubrirlo, si bien la notación del cálculo de Leibniz era mejor.


El filósofo alemán no estaba de acuerdo con las tesis newtonianas de la atracción, el vacío, el atomismo, el espacio absoluto y el espacio como sensorio de Dios.


Escribe Newton acerca de su labor científica: «No sé lo que debo parecer al mundo, pero a mí mismo me parece haber sido solamente como un niño jugando en la orilla del mar y divirtiéndome encontrando un canto rodado una concha más bella que las habituales, mientras el gran océano de la verdad permanece sin descubrir delante de mí». Son palabras que le honran y que dan una idea de su planteamiento acerca de su tarea de investigación y descubrimiento. No cabe duda que su incansable trabajo de investigación en los campos de la matemática y la física unido a su portentosa inteligencia han cambiado el rumbo del conocimiento humano.

Filosofía de Newton

​El presente artículo cuelga de un título plagado de fonemas laterales y vibrantes, dechado de alveolaridad todos, que otorgan una musical y rítmica sensación ya al “rellano” de este escrito, muy en consonancia con el temperamento de los sujetos a tratar.
José Manuel López García
viernes, 3 de agosto de 2018, 08:06 h (CET)

El día de Navidad del año 1642 nació en Inglaterra Isaac Newton y falleció en 1727. Sus restos mortales descansan en un sarcófago en la abadía de Westminster. El acercamiento a la compleja personalidad de este hombre de ciencia supone introducirse en la matemática y física de los siglos XVII y XVIII. Sus obras e investigaciones conforman la Revolución científica que han conducido al surgimiento de las ciencias.


Pero Newton se interesó también por la filosofía y por otros conocimientos y saberes. Su obra principal que cambió el rumbo de la ciencia se titula Principios Matemáticos de Filosofía Natural. Él se consideró filósofo.


Newton es uno de los más grandes matemáticos de la historia, probablemente el mejor. Era capaz de resolver problemas de matemáticas en cinco horas que otros solucionaban en semanas, meses o más tiempo.


A partir del año 1666 sus grandes descubrimientos revolucionaron la ciencia para siempre. El color es una propiedad de la luz. Inventó el telescopio reflector e ingresó en la Royal Society. Sus Principia Mathematica describen las tres leyes del movimiento y la ley de gravitación universal en 1687. Desarrolló el teorema del binomio y las fórmulas de Newton-Cotes en el campo de la Matemática.


Uno de los objetivos de Newton era demostrar la dependencia de la materia de Dios. Negó, por tanto, la posibilidad de conocer la esencia de la materia, ya que, según él, depende de la voluntad divina. Para Descartes, en cambio, la separación de materia y espíritu hacía a aquélla independiente de Dios.


Newton estaba convencido de que la gravedad no es una cualidad oculta y escribe: «Decir que todo tipo de cosas está dotado de una cualidad oculta específica por la que actúa y produce efectos manifiestos equivale a no decir nada. Sin embargo, derivar dos o tres principios generales del movimiento a partir de los fenómenos para decir a continuación cómo se siguen de esos principios manifiestos las propiedades y acciones de todas las cosas corpóreas, habría de constituir un gran paso en filosofía, aunque las causas de esos principios aún no se hubiesen descubierto».

El amplio abanico de intereses de Newton desbordó los Principios y la Óptica. Durante años se interesó por el estudio de las Sagradas Escrituras y sobre todo por el enfrentamiento que mantuvieron Arrio y San Atanasio en los siglos III y IV d. C. al defender éste último el trinitarismo frente a la postura monoteísta de Arrio que fue proclamado hereje por la Iglesia en el Concilio de Nicea. El mismo Locke que era amigo de Newton parece que también defendió esta tesis mantenida por una secta arriana, los socinianos.


Newton era arrianista y creía en un único Dios. Estaba en contra de los trinitarios. Fue muy religioso toda su vida. De unas 3.600.000 palabras que escribió solo un millón fueron dedicadas a las ciencias. El resto se ocuparon de cuestiones teológicas, de la Biblia y de temas alquímicos u otros. Se conoce una lista de cincuenta y ocho pecados que escribió a los 19 años y uno de ellos es según Newton: «Amenazar a mi padre y madre Smith con quemarlos y a la casa con ellos».


Las tesis de Newton fueron motivo de controversia. Durante años Leibniz se enfrentó al sabio inglés por la prioridad en el descubrimiento del cálculo infinitesimal, disputa en la que intervinieron muchos amigos de los dos científicos. Parece que fue Newton el primero en descubrirlo, si bien la notación del cálculo de Leibniz era mejor.


El filósofo alemán no estaba de acuerdo con las tesis newtonianas de la atracción, el vacío, el atomismo, el espacio absoluto y el espacio como sensorio de Dios.


Escribe Newton acerca de su labor científica: «No sé lo que debo parecer al mundo, pero a mí mismo me parece haber sido solamente como un niño jugando en la orilla del mar y divirtiéndome encontrando un canto rodado una concha más bella que las habituales, mientras el gran océano de la verdad permanece sin descubrir delante de mí». Son palabras que le honran y que dan una idea de su planteamiento acerca de su tarea de investigación y descubrimiento. No cabe duda que su incansable trabajo de investigación en los campos de la matemática y la física unido a su portentosa inteligencia han cambiado el rumbo del conocimiento humano.

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