Hay múltiples estudios al respecto, sobre todo cada vez aumentan más algunos dirigidos a potenciar lo que se viene conociendo como la comunicación positiva, que ha cobrado en los últimos años sobre todo en los medios de comunicación, y en sesiones de coaching de un valor irremplazable. Esta eclosión de investigaciones que abarca los diferentes ámbitos de la comunicación ha puesto sobre la mesa la importancia del papel que juega. Ahora bien, no podemos olvidar que se trata de un tema espinoso, ya que hablamos de diferentes niveles de comunicación lo que siempre está sujeto a cambios, y más incluso hoy en día con el cambio tecnológico que multiplica las posibilidades. Sin embargo, no olvidemos lo que dicen los expertos, quienes coinciden en la importancia de la comunicación no verbal, que supone más del 50% del mensaje del emisor.

Y es que dentro del lenguaje no verbal, hay varias dimensiones comunicativas, algunas de ellas son los gestos, la entonación, hacía donde dirigimos nuestra mirada, cual es la pose que tenemos delante de nuestros compañeros, incluso en lugares o transportes públicos. Por la importancia que tiene este tema hoy trataremos de conocer un poco más acerca de lo que expresamos concretamente con nuestra ropa y atuendo.

Nuestra vestimenta determina nuestro comportamiento

Todos conocemos que en muchos entornos laborales, es obligado llevar un determinado tipo de vestimenta. Aunque hay muchas voces contrarias a esta política, está demostrado que nuestra indumentaria influye en nuestro desarrollo profesional. La percepción de nuestra imagen tiene un impacto en la gente que nos observa, pero también modifica las interpretaciones de nuestro propio cerebro.

Muchos estudios han corroborado que los médicos que trabajan con bata blanca se concentran más a la hora de realizar su trabajo. Automáticamente, su cerebro se activa para fijar más la atención.

También está demostrado que cuando la gente se pone traje, modifica inconscientemente su actitud. Las connotaciones sociales de un traje hacen que los que lo llevan se perciban incluso de manera diferente. Los hombres con traje segregan más testosterona y se vuelven más distantes y con una manera de pensar más abstracta y creativa, por lo que podría ser una ventaja en el ámbito de los negocios. No obstante, hoy en día muchos hombres de negocios jóvenes optan por un look más informal basándose, por ejemplo, en la vestimenta de la élite de Silicon Valley, el corazón de las start-ups de la tecnología. El look casual proporciona normalidad e integración. No obstante, los complementos pueden dar un toque más personal. De esta manera el mensaje que se envía es: “no soy uno más, tengo mi propia personalidad y algo que me hace distinto y único”. Desde pulseras a sombreros pasando por calcetines, gafas de sol o por ejemplo los relojes, cuyo caso es bastante particular.

Si hace no tanto tiempo llevar reloj respondía a razones puramente prácticas, hoy en día con la normalización de los teléfonos móviles, el rol de los relojes ha cambiado. Su papel de darnos la hora es casi anecdótico, hay determinados tipos de relojes, o mejor dicho marcas concretas que sirven para distinguirnos y contar más sobre nosotros a través de lo que justamente es el lenguaje no verbal, y es que los detalles marcan la diferencia como lo pueden hacer este tipo de relojes de chrono24.es, y es que si a uno le gusta el submarinismo conoce los Tudor casi con total seguridad. El mundo de ahora funciona así y cada detalle suele marcar la diferencia, y en muchas ocasiones esta comunicación no verbal nos da más datos a primera vista que una charla de 30 minutos. Vivimos en la época de la personalización y los relojes siguen siendo una prueba de ello. Además, que incluso el propio diseño está totalmente estudiado, así los relojes de esfera cuadrada denotan ideas claras; los rectangulares inconformismo; y los de formas redondas conservadurismo. También hay otros modelos más sofisticados, que nos dan un aspecto más intelectual o reafirman cierto estatus social. También podemos llevar relojes, que destapan nuestro carácter discreto, extrovertido o creativo. La información está ahí para los observadores más detallistas.

Por otro lado y desafortunadamente, las mujeres parten con cierta desventaja desde el punto de vista de la imagen en el entorno laboral. Un hombre puede variar menos su vestimenta sin que socialmente sea sancionable, mientras que a las mujeres parece establecérseles la norma no escrita de reinventar su aspecto constantemente. Los tacones dan sensación también de autoridad y firmeza, pero no son cómodos de llevar en el día a día.

Finalmente, otro aspecto que también es interesante mencionar con respecto a las prendas de vestir y los complementos, hace referencia a la autenticidad de los mismos. Curiosamente, se ha demostrado que aquellas personas que portan artículos falsos y de imitación, tienden a ser menos honestos y a desconfiar también más del resto de las personas. Además, las prendas de imitación pueden repercutir creando mayor inseguridad y bajando la autoestima.

Los colores en la vestimenta y su significado

Otro tema aparte que merece especial atención es el de los colores en el atuendo. Los colores denotan diferentes conceptos en las personas:

Rojo: Científicamente probado que puede favorecer la segregación de testosterona, de hecho en ciertos deportes atléticos parece incrementar el rendimiento de quienes lo llevan en el uniforme. Además, indica dinamismo y energía, pero también suele asociarse al peligro, por eso no se recomienda en ambientes donde pretendemos generar confianza.

Azul: El azul oscuro se relaciona con el control y la autoridad, por eso es una opción común en trajes de negocios. El azul claro por contra, genera más calma y confianza. También suele ser del gusto de las personas con gran creatividad.

Negro: Ideal para transmitir autoritarismo y/o para establecer una cierta distancia o barrera. Si no quieres excesos de confianza, es una buena opción.

Verde: Un color que denota frescura, creatividad y confianza. Muy relacionado con la naturaleza y sus características.

Blanco: Evoca pureza y en algunos casos, cierto toque de inocencia y sencillez. Pero también corres el riesgo de dar una imagen de vacío.

Rosa: Tradicionalmente se ha utilizado para acentuar la feminidad, la ternura y la sensualidad.

Amarillo/naranja: Colores extrovertidos por excelencia. Demuestran carácter abierto, dinámico y atrevido.

Sean colores, complementos, o trajes, recuerda: tienes un gran poder al alcance de tu mano para expresar quién eres.