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Patocka

Jan Patocka es un destacado filósofo checo que dio un nuevo giro a la fenomenología con sus obras
José Manuel López García
martes, 27 de febrero de 2018, 07:20 h (CET)

Nació en 1907 y falleció a los 69 años en 1977. Ha sido un pensador muy lúcido y ha influido de un modo muy considerable en la construcción o elaboración de una nueva fenomenología.


Aunque es cierto que conceptualiza la existencia como movimiento fue seguidor de Husserl y defensor de Heidegger y elaboró su propia concepción fenomenológica original integrada en el mundo y en lo corpóreo.


En el ámbito político afirmo los derechos humanos y un movimiento cívico de resistencia frente a un comunismo que en su tiempo no respetaba las libertades y fue dirigente del movimiento opositor Carta 77. Escribe Patocka sobre los derechos sociales y políticos: «Hoy la gente vuelve a saber que existen cosas por las que eventualmente vale la pena sufrir, y que las cosas por las que eventualmente se sufre son aquéllas por las que vale la pena sufrir». Un filósofo como Ricoeur comentando la actitud política y moral de Patocka escribe de forma muy racional «Más la moral no está ahí para hacer funcionar a la sociedad, sino simplemente para que el hombre sea hombre». Este extraordinario filósofo que es Patocka creó una fenomenología asubjetiva que se basa en lo dado y lo supera.


El sujeto o el individuo es para este pensador checo una fuerza entre las fuerzas del mundo o de la realidad y del aparecer de las cosas. Frente al idealismo fenomenológico de Husserl que sigue la senda racionalista de Descartes se puede decir que Patocka afirma claramente que el mundo de la vida es la base para el aparecer.


No admite que el mundo sea conformado o constituido por una conciencia previa apriórica. Y no comparte el concepto de conciencia que maneja Husserl y que deriva de la tradición cartesiana. El mundo o la realidad es condición para que exista posibilidad de conciencia. Patocka establece que la esfera fenomenal se deja describir no como ego-cogito-cogitatum, sino como un sum, como una subjetividad, en la que el sujeto se abre al mundo, por medio de la corporalidad con una continuidad entre el yo y el mundo.


Como también señala Iván Ortega Rodríguez «Antes de que se nos presente el mundo como “totalidad fáctica”, se ha presentado como a priori de la subjetividad del mundo como una “totalidad previa” que constituye la base objetiva desde la cual puede tener lugar la intersubjetividad». La esfera de la fenomenología es definible como el aparecer del mundo por medio de la corporalidad vivida. Es un cambio sustancial respecto a los planteamientos husserlianos.


También Kant se olvida del cuerpo existente en su filosofía trascendental, puesto que considera que la subjetividad es una estructura puramente intelectual. Es entendible que Patocka insista en el espacio y el cuerpo como una especie de ejes centrales de la existencia.


Escribe al respecto que «la espacialidad del mundo de la vida, primordial respecto del espacio descrito por la geometría, se organiza en el juego intersubjetivo que esencialmente se vincula a diferentes localizaciones, significadas por personas gramaticales».Y también la temporalidad es una dimensión clave en el aparecer de la realidad o del mundo.


Considera Patocka que es esencial el desarrollo de una desubjetivización de la fenomenología husserliana que no caiga en las redes del objetivismo científico y técnico.


En el libro de Patocka titulado Introducción a la Fenomenología se ofrece a lo largo de 276 páginas el ciclo de conferencias impartidas por él en la Facultad de Filosofía de la Universidad Católica de Praga en el periodo escolar 1968/70. En estas lecciones Patocka aplica una crítica heideggeriana a la fenomenología de Husserl. 

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