| ||||||||||||||||||||||
| ||||||||||||||||||||||
Nadie es ajeno de que, en España, la natalidad va cayendo de año en año. De hecho, durante la última década los nacimientos han caído en un 30%, una cifra nada despreciable e indicativa de que las mujeres españolas no están por la labor de tener hijos y, si lo estuvieran, lo hacen a edades en las que existen factores físicos y sociales que limitan el número de hijos que los matrimonios o las madres solteras están dispuestas a tener.
Parece que los españoles se decantan más por tener una mascota en casa que un hijo. Que la natalidad está bajando año tras año es un dato que ya nadie duda, el año pasado el número de nacimientos se redujo un 6,1%, unos 23.879 niños menos, un número que aumenta considerablemente si nos remontamos a los últimos cinco años, llegando a los 58.293 nacimientos menos, lo que supone un 13,7% de diferencia.
Casi al mismo tiempo que se manifestaba en Madrid la “España vacía” el Instituto de Política familiar presentaba su informe sobre el Aborto en España, en el que señala que el aborto es una de las causas del déficit de natalidad en España y que ha invertido la pirámide poblacional, lo que hace problemática la mera supervivencia de España, tal como ha sido hasta ahora.
|