Una vez más, algunos periodistas recurren al tópico de "este documental muestra a aquellos que la sociedad olvida". Ya se sabe que solemos centrarnos en nuestros problemas y, hasta que no nos tocan, no reparamos en ciertas complicaciones con las que viven otras personas. Y es que no se puede atender a todo. Pero no está mal que los reportajes y documentales nos abstraigan de vez en cuando de nuestro mundo, como es el caso de "Los olvidados de los olvidados".

Es la historia de Grégoire Ahongbonon, un reparador de neumáticos africano que un día decidió dedicarse por completo a una misión: rescatar, curar y reinsertar en la sociedad a los enfermos mentales africanos. En 1983, crea en Costa de Marfil la asociación Saint Camille de Lellis para ayudar a los enfermos (no sólo mentales) sin medios económicos. Diez años después fue cuando la entidad decidió dedicarse a los enfermos mentales. Así, hay más de 15 mil enfermos ya recuperados y reintegrados en sus familias, además de los centenares que viven en los centros de acogida.

Imágenes duras de Costa de Marfil, Benín, Burkina Faso y Togo se muestran en el documental, estrenado en varios cines españoles el pasado 4 de noviembre. Los europeos somos conscientes de que en el África profunda cuesta encontrar medicamentos (además de que son caros), pero sólo ponemos atención si escuchamos de palabras de un emocionado padre, que no puede pagar para que curen a su hija enferma, que "si Dios quiere esto para mí, la curará, pero si Dios no lo quiere, ella morirá".

Es lo más suave que se refleja en "Los olvidados de los olvidados", documental dirigido por Carles Caparrós que puede verse en Barcelona, Palma de Mallorca, El Ferrol, Lleida, Bilbao, Vitoria y Zamora, entre otras pocas ciudades más. Queda mucho trabajo por hacer para que no vuelva a encadenarse más a ningún enfermo mental, pero la campaña de sensibilización ha tomado impulso con esta cinta.

"Habéis visto a ese chico, en un Centro de Plegaria, encadenado a un árbol, privado de agua y comida durante días… Un niño se le acercó, él se le tiró encima y le retorció el cuello, el niño murió… Y si la gente no se hubiera apresurado se lo habría comido, se lo habría comido, porque estaba peor que un animal". Frases como estas han impactado a los espectadores, que dejan sus impresiones muy favorables en Internet. También hay quien no quiere ver el documental porque no "soporta" ver gente sufrir.

"Los olvidados de los olvidados" enseña que a los enfermos mentales en África los encadenan, los abandonan en las grandes ciudades o sus familias los llevan a exorcizar. Para evitar esto, varios personajes públicos se han sumado a una campaña de promoción y sensibilización consistente en encadenarse en la Rambla de Catalunya de Barcelona. Entre ellos, el escritor Marius Serra, la rapera La Mala Rodríguez, los actores de El Tricicle, el economista Arcadi Oliveres y el periodista Manel Fuentes, además de la Comunidad de monjes de Sant Benet de Montserrat. Esperemos que hayan visto el documental y quieran contribuir así a la causa, que no sea una simple promoción de su imagen. Aunque, si con ello se consigue despertar conciencias, bienvenido sea.