| ||||||||||||||||||||||
|
|
Hace poco hablé de los dichos y refranes como una forma de expresión y condensación de la sabiduría popular. Una forma de prevenir y expresar, en pocas palabras, una situación o circunstancia. Tomando en cuenta que este tema surgió, no como una idea al aire, sino, como una forma de ver la sabiduría de la vida.
El desprecio de la política es algo que, en estos tiempos que corren, está muy en boga. Es habitual oír comentarios negativos sobre la política y los políticos. Esta práctica no es nueva, yo ya llevo años escuchando generalizaciones, que siempre me habían parecido injustas, en las que se acusaba a los políticos de ser todos iguales y de hacer todos lo mismo cuando llegaran al poder: robar, enchufar o malversar.
Estamos sobre un volcán en erupción y seguimos bailando. La escena puede parecer exagerada, incluso alarmista, pero es tan real como que existe el día y la noche: mientras las estructuras democráticas se están resquebrajando, la sociedad parece anestesiada, envuelta en una inercia que impide su reacción. No se trata de indiferencia, sino de orfandad cívica: hay una percepción generalizada del derrumbe, pero también un sentimiento de impotencia ante el mismo.
|