 La aviación recreativa ha cobrado un nuevo impulso en España, donde cada vez más personas buscan experiencias diferentes, memorables y con una fuerte conexión con el paisaje. La posibilidad de pilotar una aeronave ligera, de forma segura y acompañado por un profesional, ha abierto nuevas formas de descubrir el entorno desde el aire. En este contexto, propuestas como las de piloto por un día ganan terreno entre quienes desean vivir la sensación de volar de manera directa y personalizada.
Asturfly, empresa con base en la Morgal, ha ampliado su oferta de experiencias aéreas con nuevas rutas que permiten aproximarse, como piloto de avioneta o piloto por un día a algunos de los paisajes más espectaculares del norte de la península. Una de las más destacadas es la ruta de montaña que lleva hasta las Ubiñas, el macizo más elevado de Asturias. A lo largo de un recorrido de dos horas de duración, los participantes disfrutan de vistas únicas de cordilleras, valles y formaciones naturales que rara vez se observan desde esta perspectiva.
Experiencias aéreas guiadas a bordo de un Skyleader 200
Los vuelos se realizan a bordo de un avión ligero modelo Skyleader 200, equipado con tecnología de navegación avanzada y totalmente adaptado para ofrecer comodidad y seguridad durante la travesía. Cada vuelo va acompañado por un instructor profesional acreditado, lo que permite que el participante tenga un papel activo durante el recorrido. En la modalidad de piloto por un día, quien acompaña al instructor asume los mandos bajo supervisión y aprende los principios básicos del pilotaje en tiempo real.
La oferta también incluye vuelos panorámicos en los que es el instructor quien opera la aeronave mientras el pasajero se dedica exclusivamente a disfrutar del entorno. Estas rutas se adaptan a perfiles muy diversos: desde amantes de la montaña y la naturaleza hasta personas interesadas en iniciarse en el mundo de la aviación ligera.
Un turismo diferente desde el aire
La propuesta de Asturfly permite explorar una parte del territorio asturiano de manera distinta, sin interferir en espacios protegidos como el Parque Nacional de los Picos de Europa, pero acercándose a ellos lo suficiente como para apreciar su relieve y espectacularidad. En un entorno que combina emoción, aprendizaje y paisaje, convertirse en piloto de avioneta por unas horas se presenta como una experiencia irrepetible.
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