| ||||||||||||||||||||||
La manera en la que interactuamos con los edificios ha cambiado. Lejos queda la idea de que un inmueble es simplemente un espacio físico donde desarrollar actividades. Hoy, los edificios son entornos inteligentes capaces de adaptarse a las necesidades de sus usuarios, mejorar la eficiencia operativa y contribuir a la sostenibilidad. Hablamos de los smart buildings, una de las grandes revoluciones en la gestión moderna de infraestructuras.
Los científicos son contundentes en relación a los desafíos que plantea el cambio climático. Tal y como declararon en el Panel Intergubernamental de Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC) de 2018, nos encontramos en una década crucial para evitar sus catastróficas consecuencias. Esta preocupación ha llevado a organismos públicos y empresas a impulsar la adopción de prácticas más ecológicas.
El desarrollo de los edificios inteligentes está marcando el futuro de nuestras ciudades y la manera que tenemos de interactuar con la tecnología. Sólo en 2022, los Smart Buildings tendrán 483 millones de dispositivos conectados a nivel mundial. Un aumento anual promedio del 33% respecto a los 151 millones de dispositivos conectados instalados en este sector en 2018, según el último informe de Berg Insight.
|