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El día 25, a las 12 de la noche, finalizó el plazo que establece la ley Orgánica del Régimen Electoral General para que los partidos y las coaliciones presentaran sus candidaturas ante la Junta Electoral. Así pues que ahora ya sabemos con exactitud quienes son los gitanos y gitanas que aspiran a ser Diputados o Diputadas tras las elecciones que se celebrarán dentro de unas semanas.
Por este orden: contra quién. Y quién no se deja. Hay algo más que podrían, incluso debería, tenerse en cuenta: Quién defiende mejor los intereses del votante; y, en función de ello, a quién votar. A bote pronto, podría abordarse esta decisión.
Las elecciones generales del 28 de abril mostrarán el voto más fragmentado en la historia de la democracia española, lo que podría seguir complicando la gobernabilidad del país. A tan solo cinco semanas de la fecha, los últimos sondeos electorales confirman la victoria del PSOE de Pedro Sánchez, que tendrá que pactar con tres o cuatro partidos para gobernar.
He de confesar que hace tiempo que me viene rondando la idea de votar en blanco, como reprobación a la iniquidad de la mayoría de los que actualmente se dedican a la actividad política. Cada día me siento más asqueado, no de la política, que es necesaria para la organización de una sociedad.
Están apareciendo las listas de los partidos políticos con los nombres de sus candidatos al Congreso de los Diputados y al Senado. Aunque lo lógico es que en ellas estuvieran las personas más adecuadas para cada puesto, no ocurre así. Y es que tras cada lista hay una mezcla de intereses y equilibrios, normalmente ocultos y difíciles de justificar, que condicionan a los grupos políticos, el resultado electoral y la dinámica parlamentaria desde antes de empezar la Legislatura.
El carácter impulsivo, los lavados de cerebro, como sucede con muchas personas en Cataluña, que son la esencia de la buena educación, la amabilidad, la generosidad, la solidaridad y la buena acogida, con una sola excepción, cuando se saca el tema del catalanismo o el independentismo de Cataluña, entonces surge el sectarismo, la obnubilación, la sinrazón, la furia, el despropósito y, en casos puntuales, la agresión o la ruptura de amistad, algo sumamente frecuente durante los últimos tiempos en los que, en muchas familias catalanas, por este solo motivo hay padres e hijos que no se hablan, matrimonios que no se soportan o amigos que dejan de serlo para siempre.Lo que nos jugamos en estas elecciones legislativas del 28 de Abril es tan importante como sería dejar en manos de la izquierda ( no en las de un señor Felipe González al que, seguramente, votaríamos muchos) y de un peligroso individuo, P.Sánchez, que no ha dudado en minar la credibilidad del PP ( no olvidemos que tuvo que sacar a España de una quiebra que nos dejaron en herencia los socialistas) que se ha prestado a pactar con la extrema izquierda, representada por los comunista bolivarianos de Podemos y con la IU. Para más INRI, ha sido capaz de intentar vender la unidad de España utilizando el dinero público, las cesiones de poder, la complicidad y promesas de futuras nuevas concesiones, en el caso de alcanzar el gobierno, a los separatistas catalanes a los que parece que también les ha prometido el indulto de aquellos que están siendo juzgados por levantarse en contra del Estado español, en el más que probable caso de que fueren condenados a largas penas por el TS español.
Navarra sería un escenario distópico fruto del Tejerazo de 1.981, en el que los guardias civiles de Tejero obligaron “manu militari” a los líderes políticos confinados en el Congreso a aceptar un acuerdo tácito por el que se declaraban intocables el sistema monárquico, el bipartidismo rotatorio de los partidos políticos del establishment español (PP y PSOE) y la unidad indisoluble de España, pasando Navarra desde entonces a ser considerada “cuestión de Estado” por lo que cualquier cambio institucional que se pueda producir en el viejo Reyno foral deberá contar con el visto bueno del establishment del Estado español.
Hay una gran diferencia entre lo que hace un mandatario cuando ha conseguido el poder respecto a lo que dijo que haría cuando se postulaba para ser elegido para aquel puesto que le encumbraba a lo alto de la pirámide del mando. Y puede que en la misma proporción se le observan grandes lagunas en su memoria respecto a lo que fue su comportamiento cuando militaba en la oposición y cuáles fueron sus maneras.
En el plano político, Navarra sería un escenario distópico fruto del Tejerazo de 1.981, en el que los guardias civiles de Tejero obligaron “manu militari” a los líderes políticos confinados en el Congreso a aceptar un acuerdo tácito por el que se declaraban intocables el sistema monárquico, el bipartidismo rotatorio de los partidos políticos del establishment español (PP y PSOE) y la unidad indisoluble de España.
Parece ser, según la avalancha de distintas consultas, sobre perspectivas de voto, llevadas a cabo a petición de los medios informativos interesados en seguir de cerca la campaña (aún precampaña, aunque no lo parezca por la intensidad y empeño que los distintos partidos ponen en ir trabajando al electorado con sus respectivas ofertas electorales).
Cuando, tras el hundimiento de la UCD, comenzó a gobernar el partido socialista bajo la presidencia de Felipe González, el dicharachero vicepresidente Alfonso Guerra dijo aquello de que los socialistas iban a dejar una España que no la iba a conocer ni la madre que la parió. Los cambios que se produjeron durante la larga presidencia de González pienso que los aceptamos sin mayor problema.
Actualidad política en Nueva Economía Fórum. Con puestos en las mesas, decididos por la organización; como muestra adelantada de situaciones personales en tránsito a un futuro sin definir; y un orden, improvisado en la salutación por el orador, que revela el momento político: CEOE, CEIM, ASAJA, CSIF, USO, Clubes deportivos, Presidentes autonómicos y autoridades locales.
Por una diferencia considerable. Si, a día de hoy y según los datos de esta misma mañana, se enfrentaran una Coalición PP-PSOE con lo que representa Pedro Sánchez el resultado sería: PSOE-PP 660, Gobierno de Sánchez 200. Es lo que resulta al contabilizar la asistencia a los actos convocados por la Coalición PP-PSOE y al que protagonizaba una ministra del Gobierno de Pedro Sánchez.
En las urnas es donde se expresa lo que quieren los ciudadanos. Ciudadanos, PP y Vox son los tres que parece que tendrán la mayoría de escaños, según indican los sondeos, ya en el comienzo de la precampaña, puesto que son tres partidos contra dos, si no contamos a los independentistas que pueden lograr pactar con el PSOE para reeditar una improbable mayoría para gobernar.
La teoría del Cisne Negro fue desarrollada por Nicholas Taleb en su libro “El Cisne Negro (2010) en el que intenta explicar “los sesgos psicológicos que hacen a las personas individual y colectivamente ciegas a la incertidumbre e inconscientes al rol masivo del suceso extraño en los asuntos históricos”.
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