| ||||||||||||||||||||||
El relato oficial dice que entre la muerte de Franco en 1975 y el fallido golpe de Estado de Tejero (23 de febrero de 1981), España sería una Arcadia idílica (de apellido Transición), en la que los líderes de la oposición al régimen de Franco y los reformistas del interior pactaron una agenda para preparar al Estado español para su anhelada entrada en Europa así como garantizar la democracia y el progreso generalizado, todo ello bajo la supervisión del rey Juan Carlos I.
La sustitución de la tradicional doctrina económica del Equilibrio Presupuestario del Estado por la del déficit endémico ( práctica que por mimetismo han adoptado múltiples ayuntamientos y Comunidades Autónomas), contribuirá a que la Prima de Riesgo se dispare, se rebaje la calificación de la Deuda del Estado y se incrementen las dificultades para obtener financiación exterior, lo que podría actuar como espoleta de una metástasis recesiva en la economía española.
Es necesario ponerle un alto a la maquinaria neoliberalista capitalista, porque todo lo devora, todo lo destruye y no tiene punto de satisfacción; podemos avanzar en ese sentido siendo conscientes de su naturaleza, saliéndonos de su inercia y llevándola al punto de la indigestión a través de nuestro pensar y de nuestro actuar.
El neoliberalismo en nuestra región contó con laboratorios para la implementación de sus recetas económicas: las dictaduras. Quizás, y por la decantación que ofrece la historia a la luz de estos días, y teniendo en cuenta el escenario económico que nos asiste, los casos de argentina y Chile son los más resonantes, los más hirientes al día de hoy, y en los que la memoria debe ejercitarse como nunca.
Me surgen muchísimas dudas respecto al hecho de que parte del patrimonio histórico y cultural de cada país, sea objeto de posesión y comercio entre particulares y entidades privadas.
|