Solo con Fernando Morán se esbozó un Comité del Estrecho, donde un reducido grupo de militares y diplomáticos, yo entre ellos, cubriríamos ambas orillas
El desafortunado episodio del No Summit Sánchez/Biden, que abochornaría en su inocultable comicidad no ya a la triada de maestros Metternich, Talleyrand, y Castlereagh -siguiendo a Rojas Pazlos menciono con frecuencia como modelos, por lo que se ve sin mucho éxito por estas latitudes- sino hasta el más probo y si se quiere semiprobo funcionario, amén de certificar de nuevo la discreta relevancia, la a veces levedad (Araceli Mangas escribe que “los fracasos exteriores de España son múltiples”) y todo lo que se quiera de la sufrida diplomacia hispánica.