Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | La Cosa Pública

Rajoy de verano

Ekain Rico
Álvaro Peña
miércoles, 20 de julio de 2005, 22:48 h (CET)
Llegada la temporada estival, a todos nos invade la fiebre veraniega y, sin saber por qué, es como si el calor consiguiera derretir, además del asfalto de nuestras calles, las pocas neuronas sanas que habían logrado sobrevivir a los problemas invernales. Sólo así, se comprenden discursos como el que Rajoy dejó caer o, si se quiere, resbalar para ver si colaba, en los cursos de verano de la FAES.

Lo se, soy consciente de ello. Nada que tenga que ver con la FAES puede traer algo bueno y mucho menos si, además, son unos cursos de verano el escenario donde la dramática escena se produce. Y es que, lo niegue quien lo niegue, los cursos de verano son por definición catastróficos. ¿A quién se le ocurrió que en esta época la gente prefería morirse de calor dando o recibiendo doctrina de la dura, en vez de formar parte de ese grandioso grupo de bañistas que inundan las playas de nuestras costas?

No se puede, no se puede. Si de por sí es difícil que el líder de la oposición diga algo que suene a medio verdad, lo que es imposible es esperar que a más de cuarenta grados centígrados, pobre hombre, decida dejar de hacer política ficción acusando de todo al PSOE.

Ahora, Zapatero, puede añadir a ese currículo que los populares le han creado de dador de oxígeno a los terroristas, mentiroso compulsivo, mal estratega en el plano internacional y representante del diablo en la tierra, la de padre de la desintegración de España que, como por todos es sabido, sólo podrá evitar el Partido Popular.

Bueno, menos mal que es verano y que el calor lo justifica casi todo, pero si de verdad Rajoy quiere hacer un servicio a España y a los españoles, me permito darle una receta: mucho sol, bermuda playera y nada de discursos hasta septiembre.

Noticias relacionadas

El 1 de julio de 1938, a la hora 20, el delegado norteamericano en la Conferencia para la Paz en el Chaco, Spruille Braden, informaba desde Buenos Aires al secretario de estado Cordel Hull que el delegado paraguayo Efraim Cardozo le había llamado para decirle que estaba tratando de convencer al presidente de la Delegación paraguaya, Gerónimo Zubizarreta, del plan para finiquitar el problema de límites entre Paraguay y Bolivia.

Dando por cierto que en este país la envidia es el deporte nacional, los españoles somos muy dados a la cerrazón, pero la obstinación y la porfía no le quedan a la zaga. Aquí, como decía Antonio Machado, “de diez cabezas, nueve embisten y una piensa”.

Está claro que vivimos en un mundo donde la información fluye sin cesar y la opinión a menudo se confunde con el hecho, emergiendo así un fenómeno que, al menos a mí, me resulta inquietante: la mitomanía social, la creación y adhesión a realidades fabricadas, cimentadas en la mentira.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto