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Etiquetas | Diario Olímpico - Capítulo 2
Reacción tardía y nos quedamos sin fútbol. Uriarte, en judo, a una bandera del bronce

DO2 || Habemus triplete interruptus

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Sin Título
Batacazo de oro (EP)

La noticia del día no ha estado en Londres. España, una de las grandes favoritas a la victoria final, suma su segunda derrota y dice adiós a su participación en estos Juegos. Muchos opinarán que es hasta una bendición. Un deporte tan masificado como el balompié amenazaba con oscurecer los éxitos de otros muchos, que sobreviven mediáticamente con la ración olímpica de cada cuatro años.

Pero la simple posibilidad de alcanzar la hazaña de juntar Mundial, Euro y oro había generado una ilusión global que se ha suicidado en apenas dos partidos. Japón nos dejó sin aliento, pero lo de Honduras roza lo estadísticamente imposible. Hoy España fue España, y solo los palos (hasta en tres ocasiones) y la mala fortuna general en el remate impidieron evitar la eliminación. Visto lo visto, una gran oportunidad perdida para una generación que no volverá a vestirse de corto junto a los cinco aros.

Ha pasado el segundo día sin poder estrenarnos. Y sigue sin ser un drama, pero reconozco que la ansiedad me puede. Hoy sufrimos con Sugoi Uriarte. El judo tiene una cierta semejanza con un partido del calcio, es difícil ver más de dos puntos y una vez que alguien se adelanta tiene la victoria a un paso. Fueron cinco minutos de agonía, más otros tres de añadido, para al final quedarnos con cara de tontos sin saber muy bien por qué la dichosa banderita nos dejó sin medalla.

Con otros balones, sí sabemos

SugoiUriarteCOE
A una bandera de la medalla (COE)
La jornada ha venido marcada por la competición de equipos. Debutaron los chicos de Scariolo, sin demasiados agobios ante una China todavía en construcción. Habrá que trabajar duro durante todo el torneo, porque los estadounidenses siguen demostrando estar un par de alturas por encima del resto. Su victoria ante Francia, con una facilidad insultante, nos vuelve a dejar en la eterna duda de si podremos con ellos o solo somos los primeros espectadores.

Victoria fantástica de los chicos de balonmano, frente a Serbia y remontando. Triunfo vital para respirar en un grupo que va a cobrar muy caro cualquier despiste.

Se han dejado sentir las primeras gotas desde que estamos en Londres, aunque donde el agua sigue siendo la reina es en el Aquatics Centre. Los galos han dejado a Phelps y Lochte sin el oro en el 4x100, aunque el primero se queda a solo una presea de las dieciocho de Latynina. La gesta está todavía más cerca.

A nosotros el líquido tampoco nos está ayudando en absoluto. Nueva masacre y, lo peor de todo, seguimos con el miedo de que nuestra gran esperanza en la piscina se haya dejado las alas en España. Mireia no acaba de explotar en Londres, y si no reacciona mañana (cruzamos los veinte dedos), parece que solo Villaécija en Hyde Park podría darnos alguna alegría en natación.

A veces miro para el calendario y me asusto. Aunque apenas llevamos dos días de competición, parece que todo esto se acabará en un suspiro. Volveremos a lo de siempre, y deportes que ahora idolatramos se recluirán en sus particulares guetos. ¿No habría alguna forma de hacer los Juegos anuales? Yo solo veo ventajas.

DO2 || Habemus triplete interruptus

Reacción tardía y nos quedamos sin fútbol. Uriarte, en judo, a una bandera del bronce
Roberto Carrera Hernández
lunes, 30 de julio de 2012, 00:29 h (CET)
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Sin Título
Batacazo de oro (EP)

La noticia del día no ha estado en Londres. España, una de las grandes favoritas a la victoria final, suma su segunda derrota y dice adiós a su participación en estos Juegos. Muchos opinarán que es hasta una bendición. Un deporte tan masificado como el balompié amenazaba con oscurecer los éxitos de otros muchos, que sobreviven mediáticamente con la ración olímpica de cada cuatro años.

Pero la simple posibilidad de alcanzar la hazaña de juntar Mundial, Euro y oro había generado una ilusión global que se ha suicidado en apenas dos partidos. Japón nos dejó sin aliento, pero lo de Honduras roza lo estadísticamente imposible. Hoy España fue España, y solo los palos (hasta en tres ocasiones) y la mala fortuna general en el remate impidieron evitar la eliminación. Visto lo visto, una gran oportunidad perdida para una generación que no volverá a vestirse de corto junto a los cinco aros.

Ha pasado el segundo día sin poder estrenarnos. Y sigue sin ser un drama, pero reconozco que la ansiedad me puede. Hoy sufrimos con Sugoi Uriarte. El judo tiene una cierta semejanza con un partido del calcio, es difícil ver más de dos puntos y una vez que alguien se adelanta tiene la victoria a un paso. Fueron cinco minutos de agonía, más otros tres de añadido, para al final quedarnos con cara de tontos sin saber muy bien por qué la dichosa banderita nos dejó sin medalla.

Con otros balones, sí sabemos

SugoiUriarteCOE
A una bandera de la medalla (COE)
La jornada ha venido marcada por la competición de equipos. Debutaron los chicos de Scariolo, sin demasiados agobios ante una China todavía en construcción. Habrá que trabajar duro durante todo el torneo, porque los estadounidenses siguen demostrando estar un par de alturas por encima del resto. Su victoria ante Francia, con una facilidad insultante, nos vuelve a dejar en la eterna duda de si podremos con ellos o solo somos los primeros espectadores.

Victoria fantástica de los chicos de balonmano, frente a Serbia y remontando. Triunfo vital para respirar en un grupo que va a cobrar muy caro cualquier despiste.

Se han dejado sentir las primeras gotas desde que estamos en Londres, aunque donde el agua sigue siendo la reina es en el Aquatics Centre. Los galos han dejado a Phelps y Lochte sin el oro en el 4x100, aunque el primero se queda a solo una presea de las dieciocho de Latynina. La gesta está todavía más cerca.

A nosotros el líquido tampoco nos está ayudando en absoluto. Nueva masacre y, lo peor de todo, seguimos con el miedo de que nuestra gran esperanza en la piscina se haya dejado las alas en España. Mireia no acaba de explotar en Londres, y si no reacciona mañana (cruzamos los veinte dedos), parece que solo Villaécija en Hyde Park podría darnos alguna alegría en natación.

A veces miro para el calendario y me asusto. Aunque apenas llevamos dos días de competición, parece que todo esto se acabará en un suspiro. Volveremos a lo de siempre, y deportes que ahora idolatramos se recluirán en sus particulares guetos. ¿No habría alguna forma de hacer los Juegos anuales? Yo solo veo ventajas.

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