Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Miki Roqué | Real Betis Balompié | Liga BBVA | fallecimiento | Tremp | Cáncer | Despedida

Posdata: gracias, Miki

|

Recuerdo aquel día como si fuese hoy mismo, mientras esperaba ilusionadamente la victoria del Cádiz, como equipo andaluz que es, de que subiese a Segunda. Pero, algo extraño estaba pasando, no me sentía normal, como si tratase de una intuición...

Tal vez esta despedida llegue un poco tarde, pero quería que fuese la última, y así, la recuerdes. Aprovecho este espacio y unas simples líneas, para poder despedirme de ti, por ahora, y hacerle llegar a tu familia mi apoyo.

Querido Miki, ahora, todos hablan de ti, y se detienen para intentar ponerse en tu lugar y en el de tu familia y así, sensibilizarse con el dolor que supone un cáncer y la pérdida de un hijo. De lo segundo, no tengo experiencia, más que nada porque no tengo hijos, pero todos los que luchamos contra algo así ó somos partícipes de una historia como la tuya, sabemos perfectamente que si no lo has vivido no puedes saber lo qué realmente se siente por dentro.

Aseguran que el cuerpo humano está formado en su mayor parte de agua, alrededor de un 70 por ciento, pero estaba claro que no podíamos ser agua, ya que después de tu despedida tu huella no se la ha llevado el mar... Sigue ahí.

No te hemos olvidado, aunque lo que sientes no puede verse desde aquí. Pero también se puede querer lo que no ves...

Las calles son más grandes desde que tú te has ido. Todo empieza a hacerse triste. Ahora, el Villamarín está lleno de noches sin arte, de abrazos vacíos, de mundos apartes, de hielo en los ojos, de huecos, de rotos, de ganas de odiarse... Nada le hace bien porque no puede verte. Sin días, sin noches, sin minutos, que hieren y atraviesan el corazón de todos nosotros como un frío puñal.

Sensación de que todo se nos fue, después de que un mal recuerdo nos persigue. A pesar de ello, seguimos sin estar acostumbrados. Sentimos que el cielo se ha caído, se ha muerto, se ha perdido, sin aire... Un infierno sostenido.

Los ojos tristes que van a parar al suelo, intentan decir con la mirada lo que con la voz no podemos. Ya no nos llega el sueño, cosas que siempre suenan a triste, cosas que no se pueden olvidar. Pero, de mucho más grandes hemos salido, donde las cosas que pasan se ahogan con un buen café.

Todo el mundo anclado por haberte perdido, todo el tiempo que se ha ido, todo este tiempo estando ausente. Ojetivo no conseguido.

Y es que ya no hay lágrimas que valgan, ni misterios que cuidar. Sólo la mísera certeza de que nada será igual... Abrí los ojos para ver si aún estabas, pero ya era tarde. Sólo queda una pared y algunas manos manchadas que encontramos días después para pintar tu nombre en ella.

Sin nada que decir, porque nada es importante, cuando hacemos los recuerdos... Demasiado inmerecido un silencio como este. No pudo faltar más suerte.

Tenías un futuro menos claro, y dejastes la vida escondida detrás de una promesa sin cumplir. Sueños que quedaron atrás, sabiendo que ya llegó tu final... Se impuso la tristeza, se inundaron nuestros ojos.

El mundo en el que vivivías escondía un universo detrás de ti. Se quedó al otro lado y no siempre se vé. Muchos se van por donde han venido, sin más, sin embargo, tú lo has conseguido, eres afortunado. Bienvenido, eres uno más de nuestra ciudad.

Sigue atento a lo que te dicen y mira quiénes van a verte para encontrarse contigo.

Volastes como un huracán, en busca de tu libertad, pedirte desde ahí que sigas siendo lo que sientes, aunque ya no estás. Te llevaste una página más, un capítulo que nunca terminará, una historia que siempre extrañará su final, pero que todas las promesas que hicistes eran de verdad.

Muchas despedidas tristes que no se recordarán con los días, por ello... A ver esto como lo digo, verás, lo que me va a mí es contarte primero que también has conseguido ser una inspiración en mi vida, quiero despedirme dejándote algo positivo también.

Lo contaré deprisa para que lentamente llegue a tu sonrisa, y no se pueda perder ni una vez desde las nubes.

Hace tanto que olvidé si pienso en lo que siento, si siento lo que pienso y en lo que no va a durar, en lo fugaz, en lo perecedero... Un trocito de tiempo fugaz, algo efímero y bien poco más, sin ningún valor. Voces nuevas, presentes, futuras, pasadas, que van construyendo edificios que no durarán, un diseño de algo fugaz... No lo podía evitar, pensar que todo, todo va a terminar... A veces pensaba que esto era el final.

Tu mirada soñadora no tuvo miedo a vencer, tu reacción de quien no teme a la muerte. Podía vértelo en los ojos, entre guiños y sonrojos, podía sentirlo cuando hablabas, en tu forma de mirar, en tus gestos... Aún sabiendo lo que sabías, el miedo no consiguió romper tu corazón y, preferistes la valentía haciéndolo público, que es lo más difícil. No lo dudastes y te atrévistes hasta el último día, sin mirar atrás porque sabías que lo mejor estaba por llegar.

Para mí, ya todo dolía y estaba cansada de no entender, esto siempre es complicado... Nadaba entre la nada, entre el concepto de ser o estar, cada noche en el hastío. Siempre ha sido demasiado desafío, y no podía ser tan fuerte como tú, no sabes lo que has sido, pero gracias a ti he vuelto a confiar en mí. Tengo el don de la oportunidad y de la capacidad, y nunca es demasiado tarde. Tan sólo será lluvia que vuelve a caer.

Me acuerdo bien de las lágrimas de fuego que lloré, con los ojos empapados, dándolo todo por perdido. Parecía jugar a hacerme daño, y gracias a ti dejé de sentirme rara, extraña... Hicistes que naciera en mí una inspiración de donde nació otra canción.

Ahora, cierro los ojos sin mirar atrás y no encuentro motivos para no continuar, aunque salga herida en el intento. Estoy lo bastante viva como para pensar que mientras tú dejas la vida mañana sea tarde para regresar. Si le quitas los males que van a fondo perdido, aprendí que hay cosas que es mejor perder.

A ese mundo genial de las cosas, ¿cómo diablos se puede tener tanta mala suerte?... Arquitectos de frases que me hacían dudar y gracias a ti comprendí que las cosas de la la vida es mejor con palabras de suerte. La fortuna, siempre vuelve una y otra vez...

Tú te caístes y seguistes. Donde quiera que estés, no eres tan sólo uno. Hicistes por mí lo que yo no podía. Ahora ya lo entiendo, ahora lo veo distinto, aquí no hay vuelta atrás, y yo no no puedo perder, por lo que seguiré tus pasos. Me suenas a grande, y quien dice que los imposibles no existen.

Si soy lo que siento, siento que hasta he intentado escapar de aquí porque estaba acabando conmigo. Cada minuto se convertía en un siglo y cada sitio en un espacio vacío, como un barco que navega perdido y gracias a ti estoy rescatando lo perdido.

Hay que reconocer que la vida crece entre los matices, aunque ahora mismo suenen palabras que jamás la llenen. Hay historias de buenos y malos, ceremonias de vidas,y quiero decirle a tu familia que les cambio un sí por ese ya no puedo, que el amor no tuvo mucho más que hacer, que las cosas malas pasan sin más y que siempre sonrían al verte.

Ellos pensarán que algo sin ti es nada, que todo ha perdido sentido porque vivir sin ti no es más que un castigo, al saber que nunca volverás, que ya no estás aquí. Puede que lo intenten ocultar, pero sienten y padecen, sin consuelo. Ahora vendrán miles de días tristes, y aunque se cansen, no os rindáis ante la lluvia en el cristal. Quien dice que no duele, sumado a las voces vivas del recuerdo y que cada canción les habla de ti, pero yo les recomiendo que sean los primeros en que empiecen hacer aquellas cosas que no vivistes. Decir que no a los miedos... Es lo que hoy me hace decirme y decirte que la fiesta de la vida empiece ya.

Y aunque somos como extraños, yo jamás te olvidaré. Sigo viendo tu cara en la cara de la luna, escuchando tu voz entre las olas...  Sé que nunca leerás esto, pero te seguiré usando como mi inspiración.

Valga decirte que son mi palabras el último adiós...

                                                                                                                                                                                                                                                                            Descansa en paz.



Sin Título

Posdata: gracias, Miki

Estrella Rojo Pérez
viernes, 29 de junio de 2012, 16:47 h (CET)

Recuerdo aquel día como si fuese hoy mismo, mientras esperaba ilusionadamente la victoria del Cádiz, como equipo andaluz que es, de que subiese a Segunda. Pero, algo extraño estaba pasando, no me sentía normal, como si tratase de una intuición...

Tal vez esta despedida llegue un poco tarde, pero quería que fuese la última, y así, la recuerdes. Aprovecho este espacio y unas simples líneas, para poder despedirme de ti, por ahora, y hacerle llegar a tu familia mi apoyo.

Querido Miki, ahora, todos hablan de ti, y se detienen para intentar ponerse en tu lugar y en el de tu familia y así, sensibilizarse con el dolor que supone un cáncer y la pérdida de un hijo. De lo segundo, no tengo experiencia, más que nada porque no tengo hijos, pero todos los que luchamos contra algo así ó somos partícipes de una historia como la tuya, sabemos perfectamente que si no lo has vivido no puedes saber lo qué realmente se siente por dentro.

Aseguran que el cuerpo humano está formado en su mayor parte de agua, alrededor de un 70 por ciento, pero estaba claro que no podíamos ser agua, ya que después de tu despedida tu huella no se la ha llevado el mar... Sigue ahí.

No te hemos olvidado, aunque lo que sientes no puede verse desde aquí. Pero también se puede querer lo que no ves...

Las calles son más grandes desde que tú te has ido. Todo empieza a hacerse triste. Ahora, el Villamarín está lleno de noches sin arte, de abrazos vacíos, de mundos apartes, de hielo en los ojos, de huecos, de rotos, de ganas de odiarse... Nada le hace bien porque no puede verte. Sin días, sin noches, sin minutos, que hieren y atraviesan el corazón de todos nosotros como un frío puñal.

Sensación de que todo se nos fue, después de que un mal recuerdo nos persigue. A pesar de ello, seguimos sin estar acostumbrados. Sentimos que el cielo se ha caído, se ha muerto, se ha perdido, sin aire... Un infierno sostenido.

Los ojos tristes que van a parar al suelo, intentan decir con la mirada lo que con la voz no podemos. Ya no nos llega el sueño, cosas que siempre suenan a triste, cosas que no se pueden olvidar. Pero, de mucho más grandes hemos salido, donde las cosas que pasan se ahogan con un buen café.

Todo el mundo anclado por haberte perdido, todo el tiempo que se ha ido, todo este tiempo estando ausente. Ojetivo no conseguido.

Y es que ya no hay lágrimas que valgan, ni misterios que cuidar. Sólo la mísera certeza de que nada será igual... Abrí los ojos para ver si aún estabas, pero ya era tarde. Sólo queda una pared y algunas manos manchadas que encontramos días después para pintar tu nombre en ella.

Sin nada que decir, porque nada es importante, cuando hacemos los recuerdos... Demasiado inmerecido un silencio como este. No pudo faltar más suerte.

Tenías un futuro menos claro, y dejastes la vida escondida detrás de una promesa sin cumplir. Sueños que quedaron atrás, sabiendo que ya llegó tu final... Se impuso la tristeza, se inundaron nuestros ojos.

El mundo en el que vivivías escondía un universo detrás de ti. Se quedó al otro lado y no siempre se vé. Muchos se van por donde han venido, sin más, sin embargo, tú lo has conseguido, eres afortunado. Bienvenido, eres uno más de nuestra ciudad.

Sigue atento a lo que te dicen y mira quiénes van a verte para encontrarse contigo.

Volastes como un huracán, en busca de tu libertad, pedirte desde ahí que sigas siendo lo que sientes, aunque ya no estás. Te llevaste una página más, un capítulo que nunca terminará, una historia que siempre extrañará su final, pero que todas las promesas que hicistes eran de verdad.

Muchas despedidas tristes que no se recordarán con los días, por ello... A ver esto como lo digo, verás, lo que me va a mí es contarte primero que también has conseguido ser una inspiración en mi vida, quiero despedirme dejándote algo positivo también.

Lo contaré deprisa para que lentamente llegue a tu sonrisa, y no se pueda perder ni una vez desde las nubes.

Hace tanto que olvidé si pienso en lo que siento, si siento lo que pienso y en lo que no va a durar, en lo fugaz, en lo perecedero... Un trocito de tiempo fugaz, algo efímero y bien poco más, sin ningún valor. Voces nuevas, presentes, futuras, pasadas, que van construyendo edificios que no durarán, un diseño de algo fugaz... No lo podía evitar, pensar que todo, todo va a terminar... A veces pensaba que esto era el final.

Tu mirada soñadora no tuvo miedo a vencer, tu reacción de quien no teme a la muerte. Podía vértelo en los ojos, entre guiños y sonrojos, podía sentirlo cuando hablabas, en tu forma de mirar, en tus gestos... Aún sabiendo lo que sabías, el miedo no consiguió romper tu corazón y, preferistes la valentía haciéndolo público, que es lo más difícil. No lo dudastes y te atrévistes hasta el último día, sin mirar atrás porque sabías que lo mejor estaba por llegar.

Para mí, ya todo dolía y estaba cansada de no entender, esto siempre es complicado... Nadaba entre la nada, entre el concepto de ser o estar, cada noche en el hastío. Siempre ha sido demasiado desafío, y no podía ser tan fuerte como tú, no sabes lo que has sido, pero gracias a ti he vuelto a confiar en mí. Tengo el don de la oportunidad y de la capacidad, y nunca es demasiado tarde. Tan sólo será lluvia que vuelve a caer.

Me acuerdo bien de las lágrimas de fuego que lloré, con los ojos empapados, dándolo todo por perdido. Parecía jugar a hacerme daño, y gracias a ti dejé de sentirme rara, extraña... Hicistes que naciera en mí una inspiración de donde nació otra canción.

Ahora, cierro los ojos sin mirar atrás y no encuentro motivos para no continuar, aunque salga herida en el intento. Estoy lo bastante viva como para pensar que mientras tú dejas la vida mañana sea tarde para regresar. Si le quitas los males que van a fondo perdido, aprendí que hay cosas que es mejor perder.

A ese mundo genial de las cosas, ¿cómo diablos se puede tener tanta mala suerte?... Arquitectos de frases que me hacían dudar y gracias a ti comprendí que las cosas de la la vida es mejor con palabras de suerte. La fortuna, siempre vuelve una y otra vez...

Tú te caístes y seguistes. Donde quiera que estés, no eres tan sólo uno. Hicistes por mí lo que yo no podía. Ahora ya lo entiendo, ahora lo veo distinto, aquí no hay vuelta atrás, y yo no no puedo perder, por lo que seguiré tus pasos. Me suenas a grande, y quien dice que los imposibles no existen.

Si soy lo que siento, siento que hasta he intentado escapar de aquí porque estaba acabando conmigo. Cada minuto se convertía en un siglo y cada sitio en un espacio vacío, como un barco que navega perdido y gracias a ti estoy rescatando lo perdido.

Hay que reconocer que la vida crece entre los matices, aunque ahora mismo suenen palabras que jamás la llenen. Hay historias de buenos y malos, ceremonias de vidas,y quiero decirle a tu familia que les cambio un sí por ese ya no puedo, que el amor no tuvo mucho más que hacer, que las cosas malas pasan sin más y que siempre sonrían al verte.

Ellos pensarán que algo sin ti es nada, que todo ha perdido sentido porque vivir sin ti no es más que un castigo, al saber que nunca volverás, que ya no estás aquí. Puede que lo intenten ocultar, pero sienten y padecen, sin consuelo. Ahora vendrán miles de días tristes, y aunque se cansen, no os rindáis ante la lluvia en el cristal. Quien dice que no duele, sumado a las voces vivas del recuerdo y que cada canción les habla de ti, pero yo les recomiendo que sean los primeros en que empiecen hacer aquellas cosas que no vivistes. Decir que no a los miedos... Es lo que hoy me hace decirme y decirte que la fiesta de la vida empiece ya.

Y aunque somos como extraños, yo jamás te olvidaré. Sigo viendo tu cara en la cara de la luna, escuchando tu voz entre las olas...  Sé que nunca leerás esto, pero te seguiré usando como mi inspiración.

Valga decirte que son mi palabras el último adiós...

                                                                                                                                                                                                                                                                            Descansa en paz.



Sin Título

Noticias relacionadas

Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un aspecto de la vida actual que parece extremadamente novedoso por sus avances agigantados en el mundo de la tecnología, pero cuyo planteo persiste desde Platón hasta nuestros días, a saber, la realidad virtual inmiscuida hasta el tuétano en nuestra cotidianidad y la posibilidad de que llegue el día en que no podamos distinguir entre "lo real" y "lo virtual".

Algo ocurre con la salud de las democracias en el mundo. Hasta hace pocas décadas, el prestigio de las democracias establecía límites políticos y éticos y articulaba las formas de convivencia entre estados y entre los propios sujetos. Reglas comunes que adquirían vigencia por imperio de lo consuetudinario y de los grandes edificios jurídicos y filosófico político y que se valoraban positivamente en todo el mundo, al que denominábamos presuntuosamente “libre”.

Pienso que habrá cada vez más Cat Cafés y no solamente cafeterías, cualquier ciudadano que tenga un negocio podría colaborar. Sólo le hace falta una habitación dedicada a los gatos. Es horrible en muchos países del planeta, el caso de los abandonos de animales, el trato hacia los toros, galgos… las que pasan algunos de ellos… Y sin embargo encuentro gente que se vuelca en ayudarles y llegan a tener un número grande de perros y gatos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto