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Es difícil encontrar a una deportista con tres Mundiales en su palmarés y cero medallas olímpicas. Brigitte Yagüe es el ejemplo vivo de la parte más dura de una competición que no da respiro ni a sus estrellas. De Atenas se lleva "la convivencia en la Villa con todo el equipo español o estar en el comedor con Phelps, Usain Bolt, Isinbayeva…", pero también una de las mayores decepciones de su carrera. En Pekín no tuvo oportunidad de resarcirse, y llega a Londres con las ganas de rellenar el único huevo vacío en un palmarés extraordinario.

Frase trillada, pero casi siempre oportuna: ¿a la tercera va la vencida?

Bueno, ¡son los segundos Juegos a los que voy! Espero que sí, que el refrán se cumpla y a la tercera oportunidad me pueda venir con una medalla. Me encuentro bien, tenemos todavía que meter carga en los entrenos técnicos, porque ahora estamos más centrados en lo físico. Las sensaciones de los últimos campeonatos han sido bastante buenas, a pesar de las pequeñas lesiones que he tenido durante este año. Espero tener continuidad en el entrenamiento para llegar al 100% a Londres.

¿Sería el broche perfecto o todavía tendremos Yagüe para rato?

El broche perfecto. Será la última oportunidad. Intentaré aguantar cuatro años más, pero será muy difícil en el nivel al que compito. Estas son las mías, aunque llegue a las próximas voy a ir con menos posibilidades, arrastrando más lesiones. Si tiene que ser la medalla, tiene que ser ahora. Es la guinda que le falta a un currículum extenso, y todo el mundo la está esperando. No es solo por mí, también por mi marido (NdA: Juan Antonio Ramos). Ha estado en Atenas, en Pekín, estuvo a punto de conseguirla. Es el campeonato que se nos está resistiendo. Es un reto para los dos.

El taekwondo es otro de los deportes que florece socialmente en unas Olimpiadas. Para los que están dentro, ¿hay tanta diferencia entre un Mundial y los Juegos?

No cambio ninguna medalla olímpica por nada de lo que he conseguido. Ha sido mucho sacrificio, ilusión, campeonatos muy difíciles. Está claro que a nivel mediático se escucha más una medalla en los Juegos, pero aunque llego con mucha ilusión a Londres no cambiaría los tres títulos mundiales por una medalla en las Olimpiadas. El campeonato es parecido, pero yo diría que el Mundial es incluso más difícil, con más competidores y combates. En unos Juegos solo vamos dieciséis, en teoría las mejores, aunque tampoco es así ya que mucha gente se queda fuera porque no ha conseguido clasificarse o ha tenido una lesión. Además está todo muy bien programado, con cuatro combates que parecen cuatro finales. Son diferentes.

"Tienes que demostrar que eres la mejor en el peso olímpico, no valía de nada lo que hubiera hecho en el Mundial"

Hablamos de una disciplina muchas veces cruel con sus campeones. ¿Qué aportó a su carrera la experiencia de Atenas?

Era joven, partía como favorita, y confiaba mucho en las técnicas que yo tenía. No quería variar mucho, porque me estaban dando buen resultado. Cuando llegué allí, me habían estudiado tanto, que me bloquearon mi pierna derecha, la más fuerte que tenía, y me quedé paralizada, no supe reaccionar. La presión de ir favorita me afectó un poco, y me llevó a cometer el fallo que supuso la derrota en primera ronda. Me quedé hecha polvo, nunca me había pasado, y entendí que tenía que cambiar cosas.

¿Cuál fue la fórmula?

Empecé a usar más la pierna izquierda, a variar más en el combate y ser consciente de que me podía pasar otra vez, estar preparada. Me cambié de categoría, subí de peso (de -47 a -51), para aumentar mis posibilidades frente a rivales con más altura, más fuerza, que era con las que me encontraba en los Juegos. Me salió bien, y después de Atenas pude conseguir primero el subcampeonato del mundo y luego ser ya campeona mundial y de Europa en un peso que no era el mío. Ahora ya estaba frente a la gente que realmente iba a ir a las Olimpiadas.

¿Y cómo se le explica al aficionado que la campeona mundial y europea vigente no tuviera garantizado un billete para los Juegos de Pekín?

Estaba con muchas ganas e ilusión tras toda la preparación hecha, pero en el último momento me lesioné, no pude clasificar. Son diferentes pesos los del Mundial y los Juegos, y las categorías se reducen de ocho a cuatro. Tienes que demostrar que eres la mejor en el peso olímpico, no valía de nada lo que hubiera hecho en el Mundial. A partir de Pekín se creó un ranking, que no había antes, con los pesos olímpicos también incluidos. Ahora debería ser el momento para que al menos las ocho primeras pudieran tener acceso directo a los Juegos.

"El peto es importante porque quita cualquier subjetividad. Hay otros deportes como la marcha o la gimnasia donde siguen sin estar claras muchas decisiones"

Al menos sí se han modificado los siempre polémicos sistemas de puntuación. ¿Qué han aportado los nuevos petos electrónicos y las revisiones de vídeo?

El taekwondo ha evolucionado desde Pekín. En vez de tener unos árbitros el poder de puntuar, que es algo muy difícil y casi inevitable y normal el error humano, el peto electrónico hace una marca real del punto que metes. Sí que ha variado también la forma de competir, que a mí no me gusta mucho, pero es lo que hay y me he tenido que adaptar. Antes el mejor taekwondista era la persona que tenía buena movilidad, buen control de distancia, una buena salida. Normalmente no muy alta, pero fuerte, con mucha explosividad en las piernas.

¿Y ahora?

Ahora buscan a una persona alta, da igual que no tenga fuerza, que suba bien a la cara y que bloquee bien. Son combates diferentes, con menos movilidad. La gente en vez de esquivar, bloquea, y después pega, sin necesidad de hacerlo muy fuerte, repitiendo o tirando arriba. Es más buscar el hueco, ser diana, y antes era golpear y que sonase fuerte. Antes, para mí, era un combate más bonito. Ahora hay más acciones a la cara, que son tres puntos, y si te toca una persona alta te puede complicar mucho.

El taekwondo entró en los Juegos de Sídney, apenas doce años atrás. ¿Se sienten acosados por las diferentes adaptaciones que ha exigido el COI o es un deporte ya asentado en el programa olímpico?

Todos estos cambios se hacen para evolucionar, para que el taekwondo sea más bonito para el espectador, con más patadas a la cara, más espectacular. El peto es importante porque quita cualquier subjetividad. Hay otros deportes como la marcha o la gimnasia donde siguen sin estar claras muchas decisiones. Además, hay muchas licencias a nivel mundial, muchos practicantes de taekwondo.

"Antes las selecciones punteras eran Corea, la propia España o Turquía y ahora están apareciendo rivales de países tan pequeños como Laos, de todas partes"

En ese primer año olímpico, a las primeras de cambio, Gabriel Esparza se colgó una plata. ¿Ha sido una inspiración para los que han venido detrás?   

Para mí por lo menos sí, ya tengo treinta y un años y en mi generación era la persona de la que aprender. Siempre te fijas en los mejores para poder llegar a su altura y su medalla fue un gran éxito para nuestro deporte y un impulso. 

Una de las muchas personas que han forjado una campeona...

Tengo que agradecer a mis entrenadores por el apoyo que me están dando y la preparación que estamos haciendo,a la Federación española, la Conselleria de Mallorca por su apoyo económico y moral, al programa ADO que nos permite dedicarnos 100% al deporte, a mis amigos, mis compañeros de entreno que me ayudan a tope para que pueda llegar en las mejores condiciones, a mi familia y a mi marido. Me gustaría ganar no solo por mí, sino por toda esta gente que me está apoyando para llegar a Londres en el mejor estado de forma.

¿Cómo está el equipo español?

España siempre ha tenido un nivel muy alto, peleando por las medallas en todo momento. Lo que sucede es que antes las selecciones punteras eran Corea, la propia España o Turquía y ahora están apareciendo rivales de países tan pequeños como Laos, de todas partes. Al hacerse deporte olímpico se invierte más, se compite más y el nivel general aumenta. Por eso es más difícil tener los resultados de antes.

Serán tres representantes en taekwondo. ¿Cómo ve a sus compañeros?

Joel (González) ha nacido para estos petos, es de los que mejor puntúa con este nuevo taekwondo. Aparte de la altura, tiene un control muy bueno de la distancia y no suele perder los combates. Seguro que consigue alguna medalla. Nico (Nicolás García) también es alto y tira muy bien a la cara. Los dos se han adaptado muy bien. Joel ha conseguido más medallas, pero Nico en un año ha tenido una progresión exagerada en un peso muy difícil (-80 kg), donde la gente pega fuerte, y está sacando grandes resultados en casi todos los campeonatos. Creo que este año va a ser bueno para España, se puede sacar medalla.