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Primer bombazo de la Euro 2012. La teórica “cenicienta”, Dinamarca, ha puesto patas arriba el grupo B en el primer partido del campeonato disputado en Ucrania.
Los de Morten Olsen, de los que ya decíamos en la previa que había que tener cuidado con ellos, han impuesto su serenidad, ante la precipitación holandesa a la hora de crear juego y rematar sus llegadas, para dar un serio aviso a quienes les daban por acabados.
Holanda, por su parte, pone en peligro su pase a cuartos de final, por lo que debe ganar indefectiblemente su segundo encuentro ante Alemania si no quiere comprar casi todas las papeletas para regresar a casa mucho antes de lo previsto.
Los “tulipanes” se han mostrado como un equipo con un claro “efecto gaseosa” tanto en la primera como en la segunda mitad. Ante la ausencia absoluta de creatividad de su medio campo, Holanda ha sido incapaz de imponerse cuando la fuerza de su empuje ha ido descendiendo progresivamente.
De entrada, parecía que la subcampeona mundial arrollaría a los daneses merced al juego de toque y combinación que exhibían desde ¾ de campo en adelante, jamás en la creación. Van Persie, Sneijder y Afellay (muy activo al principio pero desaparecido al final) dieron más de un susto a Andersen en los primeros minutos, pero desde ese mismo instante se vio que la precisión en el remate no iba a ser el punto fuerte de Holanda.
Especialmente en las acciones de Van Persie y de Robben, que han intentado una y otra vez, durante casi todo el choque, batir al portero danés; pero marcar casi sin atinar con los palos es muy difícil para cualquier equipo.
"Crochet" de Krohn-Dehli al mentón holandés
Dinamarca, con el progresivo crecimiento de su doble pivote formado por Kvist y Zimling, ha esperado con paciencia su ocasión para asestar su golpe. Y éste ha llegado a los 23 minutos. El medio izquierdo del Brondby Michael Krohn-Dehli controló el rechace del centro defectuoso de su compañero Simon Poulsen, penetró en el área, regateó a su defensor y batió a Stekelenburg con un disparo seco de zurdas, por debajo de las piernas del guardameta de la Roma.
El gol no hizo sino terminar de serenar el juego danés, y acrecentar el nerviosismo y la falta de precisión en el remate de los de Bert Van Marwijk. Pese a todo, un regalo de Andersen a los 35 minutos a punto estuvo de suponer el empate. Robben no aprovechó la ocasión, y disparó al poste. El portero danés se redimió de su error sacándole antes del descanso un mano a mano a Van Persie.
Más de lo mismo
En el segundo tiempo se ha repetido el “modus operandi” de los primeros cuarenta y cinco minutos. Holanda comenzó con mucha fuerza, metiendo a los daneses en su área y dando varios sustos gracias a la calidad de Wesley Sneijder. El del Inter se asoció con Van Persie en un par de ocasiones consecutivas, pero este último se empeñó en seguir demostrando tener su día.
Los cambios urgían, pero Van Marwijk no se decidía a introducir modificaciones a pesar de que el rendimiento de los suyos volvía a decaer. Cuando lo hizo, a falta de tan sólo 20 minutos, Van der Vaart en el 72 con un pase de la muerte no rematado; y Huntelaar, poco más tarde en otro mano a mano abortado por Andersen, pusieron cerco de inmediato a la meta danesa.
Aunque por poco tiempo. Los relevos postreros de Schone por Eriksen y de Mikkelsen por un cansado y veterano Rommedahl, le han dado al medio campo de Dinamarca el refresco necesario para hacerse con el balón en los minutos finales, y terminar sellando una victoria con la que casi nadie contaba, y que convierte al “grupo de la muerte” en algo muy parecido al “grupo del suicidio”.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.
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