Los rumores sobre la nacionalización de YPF por parte del Gobierno de Cristina Kirchner vivieron ayer su momento más tenso. Mientras tanto, Repsol asegura que no ha recibido ninguna notificación del Gobierno argentino.
Anoche las redes sociales también se hicieron eco de estos rumores. Durante muchas horas, uno de los temas más comentados fue la posible nacionalización de YPF. Fueron los principales rotativos argentinos quienes primero hablaron de un plan del Estado
para asumir el control casi total de YPF, pero hasta ahora el Gobierno
no ha desvelado cuál es la verdadera intención de Fernández de Kirchner
ni tampoco ha desmentido algunas de las especulaciones que han surgido
en torno a este controvertido asunto.
Hasta la fecha, ningún representante del Ejecutivo ha negado las
versiones del gobernador de la provincia de Neuquén, Jorge Sapag, quien
el martes dijo que el objetivo era crear una sociedad mixta y que YPF
será "una empresa testigo, con capacidad para formar precios", según
cita el diario 'Clarín'.
Siete provincias argentinas --Chubut, Santa
Cruz, Neuquén, Mendoza, Salta y Río Negro-- han retirado a YPF las
licencias de explotación en determinadas áreas por las caídas en la
inversión y la producción.
El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha advertido al Gobierno argentino de que "gestos de hostilidad" contra las empresas españolas, entre las que figura Repsol YPF, serán también considerados "hostilidad a España y al Gobierno de España" y tendrán "consecuencias".
"Si en alguna parte del mundo hay gestos de hostilidad contra los intereses de las empresas españolas, el Gobierno los interpreta como hostilidad a España y al Gobierno de España", afirmó el ministro desde Varsovia, en unas declaraciones difundidas por los servicios de comunicación del Gobierno.
"Por tanto, el Gobierno de España lo que sí dice es que si hay esos gestos de hostilidad, estos traen consigo consecuencias", afirmó el ministro, en alusión a Repsol y a las diferencias entre su filial YPF y el Gobierno argentino.
El ministro de Industria, Energía y Turismo aseguró además, antes de aludir a las consecuencias de cualquier hostilidad, que "el Gobierno de España defiende los intereses de todas las empresas españolas que están actuando dentro y fuera de España".