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Etiquetas | Elecciones Andaluzas
Rubalcaba, como Griñán, Cháves y el resto de los miembros del PSOE, están tan alucinados con los resultados electorales que se muestran como si les hubiera tocado la lotería

Como unas pascuas

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Como unas pascuas. Así se mostró ayer públicamente el señor Rubalcaba, al igual que lo hicieron los dirigentes y exdirigentes del PSOE de Andalucía, los cuales pasaron, gracias a las votaciones sus ciudadanos, de verse prácticamente cargados a cadenas y ante rigurosísimos tribunales, a sentirse como si les hubiera tocado el gordo de la lotería. Y no es para menos, porque el resultado ha sido como un plácet de las supuestas víctimas a que sigan en sus trece, y que, si pueden, aún con más, que seguro que podrán, ya lo verán ustedes.

Ya había pasado algo parecido con Aznar, y, aunque la mayoría ciudadana estaba segura de que se le había ido la pinza, fue y le votó en mayoría, y él, ensoberbiado, les dio a sus colegas de partido: ¿a que no os lo esperabais?... Y no, no se lo esperaban ni ellos ni el Santo Suspiro porque era una cuestión que incluso desbordaba al milagro, instalándose de pleno en la estupidez nacional, eso que los políticos llaman “la sabiduría del pueblo”, “la madurez de los electores” o “el poder de los ciudadanos”. ¡Menudo poder están hechos éstos!

Más tarde, no hace tanto, pasó con Camps, quien salió inocente del juicio de chirindangas que libró contra las evidencias, aunque detrás de éstas se encontraban los delirios y el saqueo que asolaron la Comunidad Autónoma Valenciana, y, claro, se sintió estupendo, maravilloso, capaz no ya de gobernar de vuelta en Valencia, sino en España entera, pues que había sido bendecido por el destino de los votos de un jurado polupar que más se había comportado como un prometido. Se pasó del pesimismo y un horizonte de cadenas y mazmorras a la exultación virtuosa en un pispás, y ¡adelante con los faroles!, a por más, ya que le dejaban hacer de todo y con bendiciones de por medio.

El PSOE, sin salir de su alucinamiento, está exactamente en esta misma tesitura. Los ciudadanos, atracados y sisados en todos los aspectos, podía haber elegido a cualquiera que no estuviera implicado en lo que se sospecha con algo más que malas intenciones que ha sido un atraco generalizado, pero, contra todo pronóstico, eligieron a los únicos que estaban en el meollo de la tormenta, dándoles indulgencias y parabienes no para que quedaran libérrimos como los santos pájaros, sino para sigan gobernando y repartiendo el queque, la tarta, las prebendas, los beneficios y lo que fuere. Todo sea por un pellizco, en fin, aunque para la mayoría será de deuda. ¿Cómo, por el amor de san NWO no iban a estar como unas pascuas?... Proyectando esto sobre el futuro, esta actitud les permitirá más de lo mismo que hicieron durante los siete últimos e ignominiosos años (treinta en Andalucía): destrucción de la economía, brujuleo por el caos, vuelos de la CIA, guerras ilegales e injustas, sometimiento al imperio, compra de vacunas placebo, recorte de derechos, sexopatización social, ninguneo de los valores, aborto impuesto, control de la ciudadanía, intromisión en los asuntos familiares, adoctrinamiento social, delirios inversores, ganancias de según quién, reparto de las vestiduras de España, negociaciones con terroristas, cebado de faisanes, bases imperiales y un tan largo etcétera que convertiría a este artículo en una especie de guía telefónica de las inmoralidades y perversiones. Lo que hicieron, en fin, y basta.

Pues claro que están contentos y que se les nota. Se les nota un montón lo felices que están, como se nos nota un montón a todos los demás la depresión que arrastramos por estos resultados, porque nos tememos que estamos en un callejón sin salida y que este nuestro otrora país no tiene remedio alguno. Soy de los que piensan que éstos, precisamente, son los males de la democracia, un sistema perversísimo en el que tienen exactamente el mismo valor el voto de un corrupto que el de un honesto, el de un versado que el de un iletrado o el de un sabio que el de un mono con pistola; pero hay lo que hay, y no sirve de nada darle vueltas, a no ser para buscar acomodo en otro país, porque a este cadáver no hay Dios que lo diga levántate y anda, y vaya y lo haga. RIP.

Decía don Benito Pérez Galdós que éste es el país de la viceversa, y siempre he estado tan de acuerdo con este diagnóstico que en mi obra literaria lo coreado para darle mayor difusión y asentamiento, y vive Dios que no ha habido otro con mayor acierto. Por esos mundos de Dios, verbigracia, se están procesando a los poderes abyectos, hasta tal extremo que incluso en el mismísimo Imperio se están levantando voces contra los Vulcanos, los miembros del gobierno Bush que produjeron las guerras que han asolado el mundo desde que alcanzaron el poder, acorralándolo ya contra los tribunales; entretanto, aquí, yendo un pasito a trasmano, bendecimos a sus pares y los protegemos, dándoles la cobertura de ser miembros protegidos del poder, si es que directamente no se les ha dado el poder en sí para que controlen a los jueces que previsiblemente les debieran juzgar por sus trampas y excesos. Sus señorías, que de tontas no tienen ni un pelo, viendo que la ciudadanía les va devolviendo el poder íntegro e integrista, a ver cómo de aquí en más se atreven a condenar a ningún miembro del clan, sabiendo como ya deben suponer que de emitir sentencias condenatorias van a ir desterrados a las Chimbambas como veedores de musarañas. No; no sólo no condenarán, sino que se unirán al aplauso general sin importar de qué delitos estén imputados, se cuadrarán ante ellos, hayan hecho lo que hayan perpetrado, y apretarán filas para no ser espulgados.

Puede ser que muchos hayan votado en conciencia, pero sin duda deberían hacérsela ver porque la tienen fatal. No soy quién para dar consejos a nadie, pero sí para opinar, y bueno es que diga para que quede testimonio de que aún hay alguien que ve, que PSOE e izquierda son como agua y mercurio, elementos de imposible aleación o mezcla. Sin embargo, el pueblo lo quiere, que es decir que lo quiere España, de modo que chitón todos y a no quejarse en futuro. Alea jacta est: los choris están como unas pascuas, y a los demás nos queda el Prozac o el exilio. Genios y figuras…

Puedes conocer toda la obra de Ángel Ruiz Cediel: Un autor que no escribe para todos (Sólo para los muy entendidos)

Como unas pascuas

Rubalcaba, como Griñán, Cháves y el resto de los miembros del PSOE, están tan alucinados con los resultados electorales que se muestran como si les hubiera tocado la lotería
Ángel Ruiz Cediel
martes, 27 de marzo de 2012, 07:29 h (CET)
Como unas pascuas. Así se mostró ayer públicamente el señor Rubalcaba, al igual que lo hicieron los dirigentes y exdirigentes del PSOE de Andalucía, los cuales pasaron, gracias a las votaciones sus ciudadanos, de verse prácticamente cargados a cadenas y ante rigurosísimos tribunales, a sentirse como si les hubiera tocado el gordo de la lotería. Y no es para menos, porque el resultado ha sido como un plácet de las supuestas víctimas a que sigan en sus trece, y que, si pueden, aún con más, que seguro que podrán, ya lo verán ustedes.

Ya había pasado algo parecido con Aznar, y, aunque la mayoría ciudadana estaba segura de que se le había ido la pinza, fue y le votó en mayoría, y él, ensoberbiado, les dio a sus colegas de partido: ¿a que no os lo esperabais?... Y no, no se lo esperaban ni ellos ni el Santo Suspiro porque era una cuestión que incluso desbordaba al milagro, instalándose de pleno en la estupidez nacional, eso que los políticos llaman “la sabiduría del pueblo”, “la madurez de los electores” o “el poder de los ciudadanos”. ¡Menudo poder están hechos éstos!

Más tarde, no hace tanto, pasó con Camps, quien salió inocente del juicio de chirindangas que libró contra las evidencias, aunque detrás de éstas se encontraban los delirios y el saqueo que asolaron la Comunidad Autónoma Valenciana, y, claro, se sintió estupendo, maravilloso, capaz no ya de gobernar de vuelta en Valencia, sino en España entera, pues que había sido bendecido por el destino de los votos de un jurado polupar que más se había comportado como un prometido. Se pasó del pesimismo y un horizonte de cadenas y mazmorras a la exultación virtuosa en un pispás, y ¡adelante con los faroles!, a por más, ya que le dejaban hacer de todo y con bendiciones de por medio.

El PSOE, sin salir de su alucinamiento, está exactamente en esta misma tesitura. Los ciudadanos, atracados y sisados en todos los aspectos, podía haber elegido a cualquiera que no estuviera implicado en lo que se sospecha con algo más que malas intenciones que ha sido un atraco generalizado, pero, contra todo pronóstico, eligieron a los únicos que estaban en el meollo de la tormenta, dándoles indulgencias y parabienes no para que quedaran libérrimos como los santos pájaros, sino para sigan gobernando y repartiendo el queque, la tarta, las prebendas, los beneficios y lo que fuere. Todo sea por un pellizco, en fin, aunque para la mayoría será de deuda. ¿Cómo, por el amor de san NWO no iban a estar como unas pascuas?... Proyectando esto sobre el futuro, esta actitud les permitirá más de lo mismo que hicieron durante los siete últimos e ignominiosos años (treinta en Andalucía): destrucción de la economía, brujuleo por el caos, vuelos de la CIA, guerras ilegales e injustas, sometimiento al imperio, compra de vacunas placebo, recorte de derechos, sexopatización social, ninguneo de los valores, aborto impuesto, control de la ciudadanía, intromisión en los asuntos familiares, adoctrinamiento social, delirios inversores, ganancias de según quién, reparto de las vestiduras de España, negociaciones con terroristas, cebado de faisanes, bases imperiales y un tan largo etcétera que convertiría a este artículo en una especie de guía telefónica de las inmoralidades y perversiones. Lo que hicieron, en fin, y basta.

Pues claro que están contentos y que se les nota. Se les nota un montón lo felices que están, como se nos nota un montón a todos los demás la depresión que arrastramos por estos resultados, porque nos tememos que estamos en un callejón sin salida y que este nuestro otrora país no tiene remedio alguno. Soy de los que piensan que éstos, precisamente, son los males de la democracia, un sistema perversísimo en el que tienen exactamente el mismo valor el voto de un corrupto que el de un honesto, el de un versado que el de un iletrado o el de un sabio que el de un mono con pistola; pero hay lo que hay, y no sirve de nada darle vueltas, a no ser para buscar acomodo en otro país, porque a este cadáver no hay Dios que lo diga levántate y anda, y vaya y lo haga. RIP.

Decía don Benito Pérez Galdós que éste es el país de la viceversa, y siempre he estado tan de acuerdo con este diagnóstico que en mi obra literaria lo coreado para darle mayor difusión y asentamiento, y vive Dios que no ha habido otro con mayor acierto. Por esos mundos de Dios, verbigracia, se están procesando a los poderes abyectos, hasta tal extremo que incluso en el mismísimo Imperio se están levantando voces contra los Vulcanos, los miembros del gobierno Bush que produjeron las guerras que han asolado el mundo desde que alcanzaron el poder, acorralándolo ya contra los tribunales; entretanto, aquí, yendo un pasito a trasmano, bendecimos a sus pares y los protegemos, dándoles la cobertura de ser miembros protegidos del poder, si es que directamente no se les ha dado el poder en sí para que controlen a los jueces que previsiblemente les debieran juzgar por sus trampas y excesos. Sus señorías, que de tontas no tienen ni un pelo, viendo que la ciudadanía les va devolviendo el poder íntegro e integrista, a ver cómo de aquí en más se atreven a condenar a ningún miembro del clan, sabiendo como ya deben suponer que de emitir sentencias condenatorias van a ir desterrados a las Chimbambas como veedores de musarañas. No; no sólo no condenarán, sino que se unirán al aplauso general sin importar de qué delitos estén imputados, se cuadrarán ante ellos, hayan hecho lo que hayan perpetrado, y apretarán filas para no ser espulgados.

Puede ser que muchos hayan votado en conciencia, pero sin duda deberían hacérsela ver porque la tienen fatal. No soy quién para dar consejos a nadie, pero sí para opinar, y bueno es que diga para que quede testimonio de que aún hay alguien que ve, que PSOE e izquierda son como agua y mercurio, elementos de imposible aleación o mezcla. Sin embargo, el pueblo lo quiere, que es decir que lo quiere España, de modo que chitón todos y a no quejarse en futuro. Alea jacta est: los choris están como unas pascuas, y a los demás nos queda el Prozac o el exilio. Genios y figuras…

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