Invictusvenció este fin de semana a su rubalcabiana adversaria Pilar Sánchez Acera, quien volverá a su trabajo en una entidad bancaria y dejará la política para los ratos libres. Por tanto, Tomás Gómez seguirá cuatro años más como Secretario General del PSM-PSOE. Junto a él, entre otros, su inseparable Maru Menéndez y el simpático Antonio Miguel Carmona. La imputada Trinidad Rollán; desaparece del centro de poder del socialismo madrileño. También Martu Garrote, la radical conocida entre otras lindezas por descalificar a discapacitados, lo deja. O eso ha anunciado en su cuenta de Twitter y en su blog. Eso sí, se va después de cantar, puño en alto, la modernísima Internacional, que es la cancioncita trasnochada con la que el PSOE sigue cerrando sus jolgorios. No me quiero ni imaginar lo que dirían algunos si los del PP cerrasen sus congresos cantando el Cara al Sol. Sin embargo, es exactamente lo mismo. Cosas de la supuesta superioridad moral de la izquierda.
La victoria de Tomás Gómez estaba cantada. El de Parla llevaba meses trabajándose a conciencia la militancia madrileña. Su relación con ésta es excelente y ha sido la clave de su victoria. Su rival, por demás, era una perfecta desconocida sin demasiadas tablas que se ha limitado a lanzar un compendio de mensajes absolutamente vacuos, ideas trasnochadas y pamplinas políticamente correctas. Era, digámoslo claro, una rival sin entidad. Casi como si los de Ferraz hubieran descontado hacía ya tiempo la victoria de Gómez, quien por cierto los puso a caldo en su discurso del sábado, y se hubieran limitado a presentar candidata por chinchar un poco.
Lo cierto es que la noticia de la reelección Tomás Gómez para los próximos cuatro años es una estupenda noticia para las huestes de Esperanza Aguirre, quien le tiene tomada la medida al socialista. Conocido el resultado la fiesta en la primera planta de Génova 13, sede de los populares madrileños, debió de ser de órdago. El PP de Madrid no tiene oposición, lo que prácticamente les garantiza revalidar su mayoría en la Comunidad. Y es que a los madrileños, como ya se han encargado de demostrar votación tras votación, no les gusta un pelo Tomás Gómez. Su radicalismo antisistema (basta con leer el último programa electoral) y sus ideas extravagantes no conectan con una población urbana cultivada que, además, vota en clave nacional. La continúa movilización sindical en la única Comunidad Autónoma que cumple con los requisitos de déficit y en donde se han construido en los últimos años no sólo 8 hospitales públicos, sino decenas de colegios y guarderías; en donde con la oposición del PSM se introdujo el bilingüismo de inglés en las aulas; en la cual destacan el ridículo sectarismo de la izquierda –lo del líder sindical de UGT es para nota- , sus mareas verdes y el apoyo prestado al 15-M para ocupar durante semanas la Puerta del Sol y arruinar a los comerciantes; su nefasta gestión al frente del municipio de Parla, tranvía inclusive, han hecho de Tomás Gómez el personaje perfecto… para el PP.
Enhorabuena pues a Esperanza Aguirre, quien este fin de semana ganó el Congreso del PSM.
