Los países de la Unión Europea decidieron ayer imponer un embargo petrolífero gradual a las importaciones de petróleo procedentes de Irán y aumentar las sanciones al banco central iraní para frenar el financiamiento del programa nuclear del país. Las nuevas medidas entrarán en vigor durante el próximo verano. Las sanciones también prohiben la exportación de tecnología para el sector energético, nuevas inversiones en empresas petroquímicas iranís y el comercio de oro, metales preciosos y diamantes.
Todos aquellos bienes que puedan tener un uso militar o de seguridad, también van a dejar de ser vendidos al gobierno de Ahmadineyad. Todo ello para llevar al régimen iraní a desistir en su intención de tener un arma nuclear, hecho que Teherán continúa insistiendo que no es su intención.
Una de las razones de que el embargo comience en julio, se debe a que los grandes importadores de petróleo iraní de la UE, países como España o Italia, necesitan encontrar nuevos proveedores. Irán vende cerca del 20% del crudo que produce a los países europeos, aunque el grueso de sus clientes están en Asia. De ahí que los líderes europeos y Estados Unidos también estén negociando con China, India y Japón para que reduzcan sus importaciones de aquél país.
Como el petróleo representa cerca del 80%de las recetas externas del país, es probable que estas medidas extrangulen la economía de Irán. Según la agencia Reuters, en 2010 la UE importó 14,5 millones de euros en bienes iranís y exportó 11,3 millones al país de Medio Oriente.
Las sanciones, las más duras que los 27 han tomado nunca, muestran según el ministro británico de Negocios Extranjeros William Hague "la determinación de la UE en esta cuestión. Es correcto hacer esto porque Irán continua violando las resoluciones de Naciones Unidas".
En respuesta al anuncio europeo, Ali Fallahian, alto funcionario de Irán, afirma que el país frenará las exportaciones lo más deprisa posible. Subraya que Irán puede vender su petróleo a quien quiera y con estas sanciones el precio aumentará y Europa tendrá problemas.
Por su parte, Rusia volvió a mostrarse excéptica en relación a los resultados del embargo. El gobierno ruso apela al diálogo porque "las sanciones unilaterales no ayudan".
El cierre del estrecho de Ormuz parece ahora más próximo que nunca. El diputado Heshmatollah Falahatpisheh defendió hace unos días el derecho de Irán a cerrar el estrecho, por donde pasa el 40% del tránsito marítimo mundial de petróleo.
Pero dejando las provocaciones a un lado, son pocos los que piensan en la posibilidad de que Irán pase de las amenazas a los actos, ya que la medida afectaría también a la capacidad del país de exportar petróleo, lo que es vital para su economía.
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