Ficha técnica 4- F.C.Barcelona: Pinto, Alves, Piqué, Fábregas, Puyol, Xavi, Thiago, Mascherano, Sergio, Pedro, Cuenca. 0- Osasuna: Riesgo, Lolo, Nekounam, Leka, Cejudo, Annunziata, Raitala, Timor, Sergio, Damià, Torres. Árbitros: Fernández Borbalán, Cabañero Martínez y Canelo Prieto Datos destacables Lo mejor: La recuperación milagro de Messi Pocos seres humanos son capaces de recuperarse de una fiebre en el espacio de 24 horas, Messi es uno de ellos. Lo peor: La falta de oposición rojilla El dato: Messi nunca había antes había jugado el primer partido del año desde que ha subido al primer equipo

Con un Camp Nou con la etiqueta de “Prohibido fumar”, el FC Barcelona apartó del camino de la Copa a un débil Osasuna que vio cómo Cesc y Messi, por partida doble cada uno, sentenciaban una eliminatorio que ya parecía cerrada antes de jugarse. Los culés, liderados en primera instancia por el termómetro de Xavi, estrenan el año con una nueva goleada y vuelven a dejar el casillero de goles recibidos intacto.

Los 10 primeros minutos de partido sirvieron para poner de manifiesto el manejo de balón que atesora José Manuel Pinto en momentos críticos. El guardameta suplente salió en lugar de un Valdés constipado, pero de no ser por la nota capilar, el recambio no se hubiese ni notado. De ahí que, sin tener siquiera el balón, Osasuna pareció estar cerca de la portería rival, o al menos, no estar lejos. Puro espejismo. Tardó 10 minutos en ponerse en marcha el Barça del 2012.

Avisó primero Xavi, con un pase cortante hacia la dirección de Pedro; pero el canario, todavía frío y cargado de turrones, remató mal y lejos de las estancias de Riesgo. Así, pues, Xavi decidió cambiar de receptor, y el siguiente en ser recompensado fue su compatriota, Cesc Fábregas. Copió y pegó el pase el egarense, pero esta vez, el balón fue raso y el tiro del ex del Arsenal estrenó las mallas del Camp Nou para el nuevo año.

Con el primer gol en el saco, el Barça volvió a hacer lo mismo que en 2011. Posesión constante, entrada por bandas y toques en un pañuelo. Y en éstas reapareció Cesc. Situado de electrón libre y en transición medio-ataque, el catalán pescó un buen control al borde del área y con un sutil toque arqueó un balón para el goce del espectador: 2-0. Osasuna había aguantado durante 15 minutos y hasta la media hora de juego, no gozó de ni un solo acercamiento a puerta, gentileza de Nekounam, a tiro flojo y desviado.

A la vuelta del receso, fue Isaac Cuenca el primero en querer ponerse en valor. El canterano, muy discreto en la primera manga, amarró un balón en banda izquierda y a pié cambiado fue quebrando la cintura hasta superar a Damià. El “azulillo” metió la pierna a destiempo y derribó a su oponente dentro del área. Penalty, pero no pitado.

Y entre la sensación del deber hecho y con la parsimonia que se vive al haber atado un resultado, se produjo el momento álgido del encuentro, pero fuera de él. Messi, el mismo del que se dijo que penaba en un resfriado moribundo y que causaba baja de forma segura para el encuentro de hoy, asomó la cabeza para salir a calentar, y el Camp Nou explotó en una primera ovación. El siguiente paso fue la entrada al campo, en sustitución de Pedro. Segunda ovación. Y antes de llegar a la tercera y meritoria del tercer gol de los suyos, Messi remachó a placer desde dentro del área pequeña un buen centro de Cesc al segundo palo. Minutos antes de la puntilla culé, tuvieron los hombres de Mendílibar su mejor ocasión del encuentro, un canto del cisne en medio de la tormenta culé, pero una respuesta que pudo tener otro final mucho más feliz para los intereses navarros. Nekounam superó por velocidad a Puyol y su centro desde el lateral del área encontró la bota derecha de Cejudo, que golpeó alto pero coqueteando con el larguero.

Entonces, Mendílibar se relajó, y consciente de que su teoría sobre la imposibilidad de batir al Barça se había cumplido una vez más, el técnico dio entrada a la dupla Lamah-Ibra. Los dos delanteros provocaron algún que otro susto a la zaga culé, pero una vez más, fue Messi que con su segundo gol de la noche, se ganó todos los focos del partido.