Como lo leen: los ojos de la información libre para los europeos, están cegados por los poderes fáctico-financieros globales. El apagón informativo real es de tal magnitud, que cualquier ciudadano de Europa que desee estar al tanto de lo que sucede en sus propios países o en el mundo, no tiene más remedio que recurrir a la información que se difunde a través de Internet o en los diarios y noticiosos de los países en vías de desarrollo. Tal vez por eso se rumorea que en breve colapsará Internet…, por supuesto “accidentalmente”. ¡Vaya con el 2012, cómo viene!

Debido al trabajo de Comercio Internacional del que obtengo mis ingresos –de escribir, si se es independiente, y tanto más si se es crítico con el sistema, sólo pueden vivir en Europa los monaguillos del sistema-, llevo una muy buena parte de mi vida viajando por todo el mundo, a consecuencia de lo cual mis contactos en muchos países son antiguos, muy sólidos y de un gran nivel de calidad y credibilidad, especialmente en Latinoamérica. Pues bien, cada vez con mayor frecuencia son estos amigos los que me alertan sobre cómo están evolucionando las cosas en algunos asuntos que, por razones que no se hacen públicas, son ocultados a o por los medios europeos. Por ejemplo, en los casos de las Marchas Verdes de los distintos países conquistados por El Club, en los golpes de estado dados en Europa por los poderes fáctico-financieros en Grecia e Italia, o de que en España nos hemos librado por la campana… o no.

Esto, claro, son algunos ejemplos nada más, porque la cosa llega mucho más lejos cuando nos referimos a otros temas candentes, tal vez consecuentes con lo anterior pero de un alcance mucho mayor, tal y como lo son el caso de Siria y el de Irán, verbigracia. Desde hace algunas fechas, pocas, se ha comenzado a hablar en los noticieros europeos del llamado “peligro iraní” -¿para quién es peligroso?-, país que por lo visto es peligrosísimo para nosotros porque podría construirse “una” bomba atómica, cual si las decenas de miles que tiene EEUU fueran de confeti o de gominolas, o los cientos de ellas que tiene Israel fueran humanitarias. Sin embargo, estas noticias, como es natural dado quién controla los grandes medios informativos, sólo azuzan los pánicos ciudadanos contra los ayatolás y contra el Islam, contra quienes, por lo que se ve, planean atacar EEUU, Israel y Gran Bretaña (y me juego un euro a que España de botijero) con bombas Bunker-Buster, probablemente nucleares, de una potencia entre la mitad y seis veces la de Hiroshima. Es decir, que para terminar con la amenaza de que Irán consiga “una” bomba nuclear, parece ser que ya se ha completado el plan para aplastar a Irán y fumigar a sus 80 millones de habitantes con decenas, centenas o miles de bombas nucleares, y todo ello, aunque Rusia y China se pongan de parte de Irán –que lo están, ya lo han asegurado y llevan preparándose para la III Guerra Mundial algún tiempito ya-, lo que significaría, tácitamente, un conflicto global en el que tendríamos asegurada la mutua destrucción.

Aquí no se dice nada de todo esto, claro, pero ¿sabía que el FEMA –organismo de los EEUU encargado de afrontar las grandes catástrofes, incluido la asunción del gobierno- recomienda esta Navidad como regalo los kit de supervivencia, mediante campañas de televisión?..., ¿sabía, quizás, que es precisamente un kit de supervivencia lo que le regaló la NASA a cada uno de sus empleados no hace tanto, y les recomienda completarlo con cierto equipo suplementario?..., ¿sabía que Perú hizo hace unos meses una campaña masiva para que la población se hiciera con estos kits de supervivencia?..., o ¿sabía que el gobierno de la provincia de Buenos Aires está repartiendo entre los ciudadanos kits de supervivencia, bajo el nombre campaña de “Yo estoy preparado”?... Pues, ya lo sabe: así está la cosa.

También en algunos países de Europa están tomando medidas precipitadas de cara a la ciudadanía, no se sabe previendo qué, porque de eso no hay referencia alguna. Que en EEUU es natural que se teman…, qué se yo, lo que sea, que están siempre un poco paranoicos y siempre con miedo a los fines del mundo y todo eso, vaya y pase, especialmente ahora que están metiendo todos los dedos (untados de sal) en todas las heridas abiertas de sus incontables enemigos, o mientras están a la espera de un probable hundimiento de toda la cuenca del Mississippi a causa de un terremoto descomunal en la zona de Nuevo Madrid; incluso hasta cierta medida es natural que se tenga una lógica prevención Israel, la cual está en el corazón de la tragedia y su conducta no ha sido precisamente ejemplar como buena vecina; pero ¿y Perú y Argentina qué?... Estos dos países, lo mismo que otros de Latinoamérica, no parece razonable que puedan ser considerados como objetivos nucleares aunque hubiera una confrontación que finalmente arrastrara a los grandes bloques adversarios al exterminio, por lo que la lógica de la guerra no parece encajar a priori, sino más bien parece inferirse un fenómeno natural de gran calado, tal como la serie de descomunales ECM –emisiones de masa coronal- que los expertos en temas solares están esperando para este año, las cuales, amén de poder destruir en todo o en parte los sistemas satelitales y la red eléctrica terrestre, nos catapultaría a la edad de piedra instantáneamente y sembraría el caos más escatológico en las sociedades en un plazo máximo de 72 horas -periodo estimado para que todo vestigio de orden social desapareciera para siempre-, probablemente derritiéndose en cuestión de horas los hielos polares, lo que produciría una inmediata elevación de los mares de entre dos y seis metros, lo que virtualmente dejaría a Argentina bajo las aguas debido a que su altitud promedio es de poco menos de 75 centímetros sobre el nivel actual del mar.

No; no sabemos cuál es la causa precisa por la que parece que buena parte de los gobiernos del mundo están haciendo cuantiosas inversiones en prevenir a sus poblaciones de inciertas catástrofes, adquiriendo y organizando ingentes medios de supervivencia. Las causas pudieran estar en cualquiera de las aducidas hasta el momento, y aún en lo tramposamente inocuo de que los kit de supervivencia se hayan convertido en el negocio de moda en este año por parte de los depredadores humanos, como en los anteriores lo fueron la gripe aviar o la porcina y sus placebos, o como hasta ahora mismo lo es esta muy falsa y muy artificial crisis que han producido artesanalmente los poderes fáctico-financieros globales. Puede ser, sí, porque ya sabemos que estos sinvergüenzas no se hartan y se sienten completamente impunes de jugar con las vidas y los pánicos de los ciudadanos para hacer negocio; pero, en este caso concreto que nos ocupa, no lo creo. Y no lo creo porque este asunto viene de demasiado lejos, arrancando desde hace demasiado tiempo –la década de los 80-, por más que sea ahora cuando parece que las alarmas comienzan a llegar al gran público en casi todo el mundo. Y digo casi todo el mundo, porque da la impresión de que a Europa, en vista de los niveles de información existente, se la da por perdida y no interesa ni siquiera para hacer un último negocio con los kit de supervivencia. Sólo algunos grupos parece que se están preparando por libre para enfrentar una situación extrema, no se sabe tampoco si porque disponen de una información que los demás no tenemos, pero es particularmente sospechoso que en estos tiempos de crisis y de colapso económico lo único que funciona son los negocios orientados a la supervivencia de grupos organizados, construcción de refugios antinucleares incluidos, cual si ante ciertas informaciones marginales cada cual se estuviera buscando la vida, nunca mejor dicho. Ustedes verán, nosotros veremos, y no tardando.

Puedes conocer toda la obra de Ángel Ruiz Cediel: Un autor que no escribe para todos (Sólo para los muy entendidos)