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Borja Cabada, ganador X Premio Logroño de Novela Joven 2016

«Pretendo que la gente identifique una novela mía por el estilo»

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21072017




Borja Cabada (Córdoba, 1983) es ilustrador y escritor. Se licenció en Filología Inglesa por la Universidad de Córdoba en 2009, donde también obtuvo un máster en edición literaria en 2011. Posteriormente terminó su segundo máster en escritura creativa en la DePaul University de Chicago como becario Fulbright. A lo largo de los años su obra ha sido publicada en diversas revistas y libros (Young Playwrights for Change, Goreyesque, Children's Writers Guild y Pocketful Illustration Magazine, por mencionar unos pocos). También ha trabajado para algunos de los productores más importantes de Hollywood, desarrollando proyectos a nivel visual y de guion. Su primera novela, ’El sonido de Atlantis’, acaba de ganar el II Premio Logroño de Novela para Jóvenes Escritores, y será publicada en la primavera de 2017 por el Grupo Anaya a través de su sello Algaida. Después de superar recientemente su lucha contra la leucemia, hoy en día está más volcado que nunca en sus labores artísticas y literarias.

Cuando el protagonista de una novela, Jay Schwartz, se da cuenta de que está siendo reescrito en contra de su voluntad, se rebela contra su autor para salvar a su familia de un terrible final. Contada en tres momentos distintos, un futuro en el que el personaje principal habita un mundo en descomposición; un presente en el que ocurre la novela a la vez que el escritor la escribe; y un pasado, la infancia del protagonista, ‘El sonido de Atlantis’ sumerge al lector en un ágil relato por un Chicago baldío, una Varsovia nevada y ocupada por los nazis y el Hospital Psiquiátrico Hartgrove, todo ello dibujado con rasgos innegablemente cinematográficos. Con esta obra, su debut en la ficción, Borja Cabada ha conquistado el Premio Logroño de Novela para jóvenes escritores. La obra ha sido editada por Algaida.

Borja, en primer lugar, enhorabuena por el premio.
Gracias.

Aunque carece de dotación económica, ¿qué significa para ti haber ganado el Premio Logroño de Novela Joven?
Es importante por el reconocimiento de tu trabajo por parte de los colegas. Además te ofrece la posibilidad de promocionar tu libro atendiendo a los medios, te abre otras puertas y permite que te des a conocer. Es un sueño hecho realidad, sobre todo si tenemos presente que no existen demasiados premios para jóvenes escritores.

Premiar una novela que no resulta fácil, es una apuesta arriesgada por parte del jurado y de la editorial.
Es una novela compleja por el tema que trata. La metaliteratura no es un género fácil para atraer al lector, pero esta apuesta creo que tiene también su cabida en el mundo literario. En Estados Unidos, donde he trabajado mucho, el mercado sí que está dispuesto a dar oportunidades a una literatura más experimental. En nuestro país está comenzando a ocurrir algo parecido. De todos modos, ‘El sonido de Atlantis’ es una historia muy dinámica, que se lee fácil y rápido, porque he utilizado un lenguaje muy cinematográfico.

Claro que tú también has arriesgado mucho ¿no?
Sí, es que para escribir una novela igual que las otras, mejor no hacerlo. Creo que hay que publicar algo que te haga sobresalir un poco sobre lo que se escribe, por supuesto respetando lo que hacen los demás. La forma que he utilizado tiene mucho que ver con la búsqueda de mi propia voz y con un intento de depurar mi escritura. Pretendo que la gente identifique una novela mía por el estilo.

Hemos hablado del premio, pero esta es tu primera entrevista conmigo y hay una pregunta obligada: ¿qué significa escribir para ti?
Para mí escribir es una vocación, algo que o lo hago o reviento. Llevo escribiendo desde muy joven y se ha convertido en mi forma de entender el mundo, reflexionar sobre él y dejar mi huella. Aspiro a dedicarme a la literatura por completo.

Pero también eres ilustrador, ¿lo importante para ti es crear?
Sí, sí, como dices soy ilustrador y también he hecho mis pinitos en la música. Crear es importante para mí y, cuando quiero contar una historia, la saco fuera de alguna manera, bien sea a través de la música, del dibujo o de la literatura.

Has citado antes la técnica cinematográfica de ‘El sonido de Atlantis’, ¿este recurso lo pedía la propia historia o es producto de tu formación como escritor?
Mi formación universitaria atravesó los estudios audiovisuales y la filología anglosajona. Además he tenido la suerte de trabajar proyectos en Hollywood. En mi escritura he tratado de incorporar y trasvasar todo eso a esta historia. Son discursos diferentes, pero se complementan muy bien. Siempre he creído en esa combinación, en esa fusión, y éste es el resultado de mi trabajo.

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El protagonista, Jay Schwartz, se rebela contra su autor, recuerda bastante a ‘Blade Runner’ o, al menos, a su autor Philip K. Dick, ¿no?
No creo que tenga mucho en común con ‘Blade Runner’, pero sí con otras obras, como ‘Viajes por el Scriptorium’ de Paul Auster. Fue un libro que me marcó mucho, que me abrió los ojos y me enseñó que el autor está ahí y que también cuenta, porque habla de sus conflictos personales y sus recuerdos. Comprendí que todo eso formaba parte de la literatura y tenía plena cabida en el ejercicio de creación literaria. Recuerdo que pensé que ojalá algún día pudiera escribir una historia que me permitiera aportar mi granito de arena a esta forma de narrar.

Cuando crean un mundo narrativo propio, muchos escritores se sienten un poco como dioses y mueven los personajes a su antojo, ¿la rebelión del protagonista que planteas puede dar al traste con esta idea?
Sí, sí, es un poco la idea de esta novela. Cada vez que creamos una historia pienso que hay un puntito de arrogancia en el autor, que pretende que los personajes se muevan como él quiere y me parece interesante que le planten cara y le digan que no, que por ahí no van. Esto lo podemos llevar a la realidad, porque por circunstancias la gente siente que en un momento determinado no controla su vida y creo que se puede identificar bastante con esta novela.

¿Por eso algunos escritores escriben series? ¿Tal vez pretenden evitar que ciertos personajes, que estiman, caigan en el olvido?
Es curiosa la pregunta. Todo es posible, pero pienso que eso obedece más a una inquietud personal del autor que a su deseo de satisfacer o compensar a un personaje al que se lo ha hecho pasar mal. En mi caso concreto, yo quería acabar con el personaje, zanjarlo, y antes que escribir una secuela o una segunda novela le di una nueva oportunidad para convertirse en otra persona, pero aquí el protagonista no aceptó, dijo que no.

En ‘El sonido de Atlantis’, ¿te has introducido en la novela para enfrentarte al personaje o te has situado fuera de ella?
Muchas veces me preguntan por eso. Obviamente le he dado muchas cosas mías al personaje autor de la novela y hay una anécdota al respecto. Como a uno de los personajes se le conoce como el hombre de las gafas redondas, todo el mundo quiere saber si soy yo porque también llevo gafas redondas. Pero lo cierto es que las compré después de haber escrito la novela. A lo mejor el personaje me influyó en la compra de las gafas redondas [risas].

¿En tu literatura predomina más la peripecia sobre la forma? ¿Necesitas distanciarte mucho para escribir?
Creo que hay que contar con un equilibrio entre ambas cosas, entre lo que cuentas y cómo lo cuentas. Sobre lo de tomar distancia, bueno, la literatura como ejercicio creativo también es un proceso catártico para el que escribe y hay aspectos que he dejado salir de mí mismo para no tener que volver sobre ellas. Sin embargo, otras cosas son producto de mis observaciones. Es ahí donde aparece el escritor con su caja de herramientas y moldea el texto como quiere.

Has dividido la novela en Preludio, Acto Primero, Intermedio, Acto Segundo y Epílogo, una división que mezcla música, literatura y teatro, ¿hay mucha música en ‘El sonido de Atlantis’?
La mención de elementos auditivos es constante a lo largo del texto. Creo que la música es un personaje más de la novela. Es una pieza fundamental para entender mejor y disfrutarla más. Hay muchas referencias al canon clásico, que es el elemento sobre el que se construye la historia.

Acabamos por hoy, aunque no es el único escenario, has ubicado la acción en Chicago, una ciudad que conoces bien, ¿como ocurre con Nueva York, Londres o Barcelona, sin ir más lejos, Chicago es un lugar que incita a escribir sobre él?
Por supuesto que sí. Cuando llegué en el año 2012 me quedé enamorado de ella en el sentido de lo que te transmite, por la gente que vive allí, por la forma de relacionarse en función de cómo está dividida y organizada la ciudad. Me pareció el escenario perfecto para ubicar la novela. A mí me interesaba el contraste entre la infelicidad en un escenario más idóneo, frente a la felicidad en un escenario totalmente diferente como era Varsovia durante la II Guerra Mundial, sobre todo si tenemos presente que en este último caso el protagonista es un niño judío.

«Pretendo que la gente identifique una novela mía por el estilo»

Borja Cabada, ganador X Premio Logroño de Novela Joven 2016
Herme Cerezo
viernes, 21 de julio de 2017, 09:01 h (CET)



21072017




Borja Cabada (Córdoba, 1983) es ilustrador y escritor. Se licenció en Filología Inglesa por la Universidad de Córdoba en 2009, donde también obtuvo un máster en edición literaria en 2011. Posteriormente terminó su segundo máster en escritura creativa en la DePaul University de Chicago como becario Fulbright. A lo largo de los años su obra ha sido publicada en diversas revistas y libros (Young Playwrights for Change, Goreyesque, Children's Writers Guild y Pocketful Illustration Magazine, por mencionar unos pocos). También ha trabajado para algunos de los productores más importantes de Hollywood, desarrollando proyectos a nivel visual y de guion. Su primera novela, ’El sonido de Atlantis’, acaba de ganar el II Premio Logroño de Novela para Jóvenes Escritores, y será publicada en la primavera de 2017 por el Grupo Anaya a través de su sello Algaida. Después de superar recientemente su lucha contra la leucemia, hoy en día está más volcado que nunca en sus labores artísticas y literarias.

Cuando el protagonista de una novela, Jay Schwartz, se da cuenta de que está siendo reescrito en contra de su voluntad, se rebela contra su autor para salvar a su familia de un terrible final. Contada en tres momentos distintos, un futuro en el que el personaje principal habita un mundo en descomposición; un presente en el que ocurre la novela a la vez que el escritor la escribe; y un pasado, la infancia del protagonista, ‘El sonido de Atlantis’ sumerge al lector en un ágil relato por un Chicago baldío, una Varsovia nevada y ocupada por los nazis y el Hospital Psiquiátrico Hartgrove, todo ello dibujado con rasgos innegablemente cinematográficos. Con esta obra, su debut en la ficción, Borja Cabada ha conquistado el Premio Logroño de Novela para jóvenes escritores. La obra ha sido editada por Algaida.

Borja, en primer lugar, enhorabuena por el premio.
Gracias.

Aunque carece de dotación económica, ¿qué significa para ti haber ganado el Premio Logroño de Novela Joven?
Es importante por el reconocimiento de tu trabajo por parte de los colegas. Además te ofrece la posibilidad de promocionar tu libro atendiendo a los medios, te abre otras puertas y permite que te des a conocer. Es un sueño hecho realidad, sobre todo si tenemos presente que no existen demasiados premios para jóvenes escritores.

Premiar una novela que no resulta fácil, es una apuesta arriesgada por parte del jurado y de la editorial.
Es una novela compleja por el tema que trata. La metaliteratura no es un género fácil para atraer al lector, pero esta apuesta creo que tiene también su cabida en el mundo literario. En Estados Unidos, donde he trabajado mucho, el mercado sí que está dispuesto a dar oportunidades a una literatura más experimental. En nuestro país está comenzando a ocurrir algo parecido. De todos modos, ‘El sonido de Atlantis’ es una historia muy dinámica, que se lee fácil y rápido, porque he utilizado un lenguaje muy cinematográfico.

Claro que tú también has arriesgado mucho ¿no?
Sí, es que para escribir una novela igual que las otras, mejor no hacerlo. Creo que hay que publicar algo que te haga sobresalir un poco sobre lo que se escribe, por supuesto respetando lo que hacen los demás. La forma que he utilizado tiene mucho que ver con la búsqueda de mi propia voz y con un intento de depurar mi escritura. Pretendo que la gente identifique una novela mía por el estilo.

Hemos hablado del premio, pero esta es tu primera entrevista conmigo y hay una pregunta obligada: ¿qué significa escribir para ti?
Para mí escribir es una vocación, algo que o lo hago o reviento. Llevo escribiendo desde muy joven y se ha convertido en mi forma de entender el mundo, reflexionar sobre él y dejar mi huella. Aspiro a dedicarme a la literatura por completo.

Pero también eres ilustrador, ¿lo importante para ti es crear?
Sí, sí, como dices soy ilustrador y también he hecho mis pinitos en la música. Crear es importante para mí y, cuando quiero contar una historia, la saco fuera de alguna manera, bien sea a través de la música, del dibujo o de la literatura.

Has citado antes la técnica cinematográfica de ‘El sonido de Atlantis’, ¿este recurso lo pedía la propia historia o es producto de tu formación como escritor?
Mi formación universitaria atravesó los estudios audiovisuales y la filología anglosajona. Además he tenido la suerte de trabajar proyectos en Hollywood. En mi escritura he tratado de incorporar y trasvasar todo eso a esta historia. Son discursos diferentes, pero se complementan muy bien. Siempre he creído en esa combinación, en esa fusión, y éste es el resultado de mi trabajo.

21074

El protagonista, Jay Schwartz, se rebela contra su autor, recuerda bastante a ‘Blade Runner’ o, al menos, a su autor Philip K. Dick, ¿no?
No creo que tenga mucho en común con ‘Blade Runner’, pero sí con otras obras, como ‘Viajes por el Scriptorium’ de Paul Auster. Fue un libro que me marcó mucho, que me abrió los ojos y me enseñó que el autor está ahí y que también cuenta, porque habla de sus conflictos personales y sus recuerdos. Comprendí que todo eso formaba parte de la literatura y tenía plena cabida en el ejercicio de creación literaria. Recuerdo que pensé que ojalá algún día pudiera escribir una historia que me permitiera aportar mi granito de arena a esta forma de narrar.

Cuando crean un mundo narrativo propio, muchos escritores se sienten un poco como dioses y mueven los personajes a su antojo, ¿la rebelión del protagonista que planteas puede dar al traste con esta idea?
Sí, sí, es un poco la idea de esta novela. Cada vez que creamos una historia pienso que hay un puntito de arrogancia en el autor, que pretende que los personajes se muevan como él quiere y me parece interesante que le planten cara y le digan que no, que por ahí no van. Esto lo podemos llevar a la realidad, porque por circunstancias la gente siente que en un momento determinado no controla su vida y creo que se puede identificar bastante con esta novela.

¿Por eso algunos escritores escriben series? ¿Tal vez pretenden evitar que ciertos personajes, que estiman, caigan en el olvido?
Es curiosa la pregunta. Todo es posible, pero pienso que eso obedece más a una inquietud personal del autor que a su deseo de satisfacer o compensar a un personaje al que se lo ha hecho pasar mal. En mi caso concreto, yo quería acabar con el personaje, zanjarlo, y antes que escribir una secuela o una segunda novela le di una nueva oportunidad para convertirse en otra persona, pero aquí el protagonista no aceptó, dijo que no.

En ‘El sonido de Atlantis’, ¿te has introducido en la novela para enfrentarte al personaje o te has situado fuera de ella?
Muchas veces me preguntan por eso. Obviamente le he dado muchas cosas mías al personaje autor de la novela y hay una anécdota al respecto. Como a uno de los personajes se le conoce como el hombre de las gafas redondas, todo el mundo quiere saber si soy yo porque también llevo gafas redondas. Pero lo cierto es que las compré después de haber escrito la novela. A lo mejor el personaje me influyó en la compra de las gafas redondas [risas].

¿En tu literatura predomina más la peripecia sobre la forma? ¿Necesitas distanciarte mucho para escribir?
Creo que hay que contar con un equilibrio entre ambas cosas, entre lo que cuentas y cómo lo cuentas. Sobre lo de tomar distancia, bueno, la literatura como ejercicio creativo también es un proceso catártico para el que escribe y hay aspectos que he dejado salir de mí mismo para no tener que volver sobre ellas. Sin embargo, otras cosas son producto de mis observaciones. Es ahí donde aparece el escritor con su caja de herramientas y moldea el texto como quiere.

Has dividido la novela en Preludio, Acto Primero, Intermedio, Acto Segundo y Epílogo, una división que mezcla música, literatura y teatro, ¿hay mucha música en ‘El sonido de Atlantis’?
La mención de elementos auditivos es constante a lo largo del texto. Creo que la música es un personaje más de la novela. Es una pieza fundamental para entender mejor y disfrutarla más. Hay muchas referencias al canon clásico, que es el elemento sobre el que se construye la historia.

Acabamos por hoy, aunque no es el único escenario, has ubicado la acción en Chicago, una ciudad que conoces bien, ¿como ocurre con Nueva York, Londres o Barcelona, sin ir más lejos, Chicago es un lugar que incita a escribir sobre él?
Por supuesto que sí. Cuando llegué en el año 2012 me quedé enamorado de ella en el sentido de lo que te transmite, por la gente que vive allí, por la forma de relacionarse en función de cómo está dividida y organizada la ciudad. Me pareció el escenario perfecto para ubicar la novela. A mí me interesaba el contraste entre la infelicidad en un escenario más idóneo, frente a la felicidad en un escenario totalmente diferente como era Varsovia durante la II Guerra Mundial, sobre todo si tenemos presente que en este último caso el protagonista es un niño judío.

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