No se trata de una acción inmediata, ni siquiera de una acción. Es tan solo una discusión a nivel intelectual pero podría suponer un punto de cambio en la crisis del euro.

Después de que Italia haya colapsado los mercados, responsables de Alemania y de Francia están tratando un cambio radical del funcionamiento de la Unión Europea que incluye una zona euro más pequeña, solo con los países más ricos.

La agencia de noticias Reuters fue la primera en informar ayer de ello citando fuentes anónimas de la Unión Europea y del gobierno alemán.

Francia y Alemania son los líderes de Europa, se han transformado en la locomotora que debe llevar a la Unión fuera de la crisis económica. Ambos países han tratado esta cuestión en diversas ocasiones y la idea ya está tomando forma. Sin embargo, la agencia que citábamos, realizó ayer un pequeño sondeo entre eurodiputados y las respuestas no fueron positivas hacia la propuesta. Algunos de ellos piensan que puede suponer el origen de nuevas tensiones en Europa e incluso una "idea disparatada".

De llevarse a cabo, los países más frágiles serían expulsados y se aceleraría la integración de los que están a la espera. La medida no contará con la aceptación de la Comisión Europea ni de los países elegidos, pero el eje franco-alemán es quien manda. La propuesta sigue el camino Sarkozy inició sugiriendo la salida de Grecia del euro.

Solo el BCE puede salvar Italia
El caso italiano es más complicado. Se trata de uno de los "grandes" de Europa, con asiento en el G-20 y unos niveles de exportación muy altos.

Sin embargo, la incertidumbre respecto al grado de compromiso europeo con la moneda única continúa aumentando el contagio a un ritmo brutal. La presión sobre la deuda pública de Italia, la tercera mayor economía del euro, pasó ayer de la barrera del 7%, el límite en el que Grecia, Irlanda y Portugal fueron rescatados.

Las penurias de Italia también afectan a España y los economistas de la Unión Europea apuntan a una única solución: que entre en acción el Banco Central Europeo.

Ya no hay dinero para rescatar a un país como Italia. Un dinero que si tiene el BCE. Esta opción bien recibida por Francia, cuenta con la oposición de Alemania, que recela del impacto en la inflación y el riesgo en sus cuentas ya que el banco central alemán es el mayor accionista del BCE.

El fracaso de Italia es el fracaso de Europa. Fallaron los intentos de evitar el contagio de la crisis y la desconfianza sobre las deudas soberanas de los países. Ahora mismo la deuda italiana a diez años tiene un interés del 7,48%

Esta subida ocurre incluso después de que el BCE comprase deuda italiana en el mercado secundario para intentar frenar la presión.

Felipe García, asesor del FMI, dice que Italia ya no es capaz de refinanciar su deuda, aunque todavía hay tiempo para que el BCE entre en acción.

Italia tiene aún un pequeño margen a pesar de haber superado el 7%. Por un lado, más del 50% de la deuda está en manos italianas, lo que puede suavizar la presión. El alivio, sin embargo, sería temporal, porque los bancos italianos están bajo presión de los mercados debido a su exposición a la deuda del país.

Y en último caso, todavía puede apoyarse en el fondo de rescate europeo y en el FMI. El organismo internacional puede financiar a Italia durante un año aunque esta opción no frenaría el contagio hacia España.