El Palacio de la Zarzuela desde hace unos meses tiene una casa paralela en Televisión en donde personajes que son familia directa, aunque bastarda como decían antes, del Rey Juan Carlos I se muestran de forma abierta y natural. El programa de televisión “Acorralados” que se emite en Telecinco presentado por Jorge Javier Vázquez después del oportuno casting para elegir los concursantes más idóneos elscogió entre otros a María Blanca de Borbón y Vidal, hija del primer matrimonio de Leandro Alfonso Luis de Borbón Ruiz hijo ilegítimo del Rey Alfonso XIII al que tan sólo se le reconoció el poder utilizar el apellido Borbón hace pocos años.

Por tanto la concursante Blanca de Borbón es sobrina del fallecido Juan de Borbón, padre del Rey, prima de don Juan Carlos y de sus hermanas Pilar y Margarita así como nieta del que fuera Rey de España Alfonso XIII. Las leyendas urbanas sobre los antecesores de don Juan Carlos en el trono hablan de salidas nocturnas y amores diversos y en el caso de Alfonso XIII podemos decir que la leyenda urbana ha quedado confirmada con el reconocimiento de los dos hijos que tuvo con la actriz Carmen Ruiz Moragas.

Blanca es una de los seis hijos que tiene Leandro de Borbón, nació del primer matrimonio del hijo ilegítimo de Alfonso XIII y no tiene desde hace muchos años relación alguna con su padre, lleva una vida normal, como cualquier ciudadano aunque su apellido Borbón es el mismo que ostenta la primera familia española.

Blanca, despistada, divertida y cálida

Desde que entró en el programa es una concursante a la que la gente de la calle sigue con entusiasmo, es una mujer de trato cordial pero, esencial y contrariamente a lo que todos podríamos suponer, su educación y sus formas, al menos por lo que vemos en el concurso, no son las que deben esperarse de una Borbón, Blanca habla sin tapujos, es despistada pero es apreciada por su carácter divertido y cálido.

En “Acorralados” los concursantes viven en la montaña asturiana en una casona sin agua corriente para la ducha diaria, tienen poco para comer y la esencia del concurso es la forma de tratarse y de convivir los unos con los otros, Blanca tiene conversaciones en las que se mezcla la sal gorda y el sujeto, verbo y predicado parecen importarle poco ya que lo que parece interesarle más es llegar lejos en el concurso, habla sin tapujos de su familia, ya sea la real, real, como de su padre y pone a bajar de un burro a la segunda esposa de don Leandro.

Mercedes, otra Borbón
Es natural oírla emplear la palabra “rey” de forma coloquial y está convencida de que en Zarzuela ven el programa y le tienen mucho cariño tanto a ella como a sus hermanos, tiene cinco, una de ellas es María de las Mercedes, otro nombre de reina, que habitualmente está en el plató defendiéndola de otros contertulianos que ven en Blanca un claro enemigo para llegar a la final y por lo tanto hay que luchar en plató para intentar que el público con sus votos la haga salir de Asturias para así dejar el puesto libre a otro concursante.

La prima del Rey suele llevar una corona de flores aunque nunca se la han visto maneras de querer ser ni princesa ni tener más estirpe que la que ha tenido antes de poder lucir el apellido Borbón.

Su hermana, Mercedes, es la viva imagen de una mujer de su casa que tiene sus minutos de gloria al estar defendiendo a Blanca, las dos hermanas son personas normales y corrientes, de la calle, no guardan protocolo, todo lo contrario y en más de una ocasión parece que más que guardar protocolo les falta educación.

Ahora Mercedes y Blanca están juntas en la casona de Asturias para pasar ocho días en el concurso, una de las variantes del mismo para distraer al personal, la vida de dos hermanas apellidadas Borbón, sin dudarlo, da mucho jugo a un programa y más si se tiene en cuenta que ambas mujeres pertenecen a la clase de mujeres que pueden ser tus vecinas del tercero segunda.

Como es lógico cuando una cadena de Televisión consigue tener un familiar directo del Rey en un concurso popular tiene puntos a su favor y uno de ellos es conseguir hacer entrar en su programa, llamado por ellos psicológico, “La Caja”, a un descendiente directo de Alfonso XIII, aquel Rey al que la llegada de la República mandó al dorado exilio. Todo un buen golpe de efecto que, seguro, en Zarzuela no habrá sido bien encajado. Este hombre que durante años luchó por llevar el apellido que le pertenecía habla claro, físicamente no puede negar su ascendencia borbónica, aunque él sí tiene la prestancia anquilosada y anclada en los años de quién fue su padre, sus maneras y su forma de hablar pertenecen a esa institución avejentada que es la nobleza más rancia y su porte es regio, sus bigotes enhiestos y su figura recuerdan a su hermano Juan, el padre del actual Rey, y su nariz es una total seña de identidad de los Borbón. Con don Juan Carlos, aparte de los lazos de sangre, tiene poco que ver, él a quien siempre ha querido parecerse es su padre.

Don Leandro y su guerra contra sus hijos

Su pasó por “La Caja” y por el programa “Sálvame de luxe” puso de manifiesto la guerra terrible que hay entre sus hijas, su actual mujer y su forma de pensar acerca de la familia española que es muy estricta y protocolaria.

Desde hace más de un mes los Borbón copan parte importante del share de Telecinco, a la participación del tío del Rey hay que añadir la de las dos primas y este viernes por la noche apareció el más joven de los Borbones de la rama de Don Leandro, su hijo Leandro Julio de Borbón, un hombre de apariencia atractiva, alto, bien plantado y con una oratoria potente y cargada de razón. Acudió al plató de “Sálvame de luxe” para defender a su madre, Concepción Mora, de los ataques que su hermanastra Blanca había proferido desde el programa “Acorralados”, vamos que en poco tiempo familiares directos de la familia real española están trabajando en Telecinco, la cadena de Berlusconi en España.

Los peores momentos
Ignoro si el Rey y su familia se reúnen todos los jueves por la noche y algunos viernes para saber cómo está su familia, una familia, me consta, que nunca ha recibido una invitación para ningún acto en Zarzuela, de cualquier forma los Borbón que están en televisión creo que acercan la corona a los españoles de a pie, les hace asequibles, humanos y les retrata en sus peores momentos cuando la gente tiene que espabilarse para sobrevivir sin un euro para comer ni una ducha para sanearse que es como están ahora las dos primas del Rey Juan Carlos en los verdes campos de Asturias.

Lo digo de verdad, esta saga Borbón que está ahora en diversos programas de Televisión humaniza a sus familiares que viven en la Zarzuela, unos con la sangre roja y los otros con la metafórica sangre azul. También es cierto que las formas, algunas veces pasadas de rosca, de estas concursantes y participantes en distintos programas evidencian la manera de ser de algún que otro Borbón, Blanca recuerda a Doña Pilar y a la Infanta Elena, Blanca es una mujer corpulenta, Doña Pilar y Doña Elena son altas y regias, lo mismo que Blanca, supongo que los genes o el ADN salen a relucir en los seres humanos se quiera o no se quiera.

La casona de Asturias
A nadie le gusta verse desnudado a través de un programa de Televisión y mucho menos a través de la familia, supongo que ese es el tema que más debe incordiar al Rey, pero el Rey Juan Carlos siempre ha demostrado tener un carácter campechano que llega, por su forma de hacer relaciones públicas, al gran público, también es cierto que hemos visto alguna vez al Rey enfadado, claro está que nunca hemos tenido opción de poder verle ante situaciones como las que se viven en la casona de Asturias.

El Príncipe Felipe, recordémoslo, descubrió a Letizia en casa de unos amigos y desde ese primer encuentro estaba pendiente del televisor pues la actual Princesa de Asturias, presentaba un Telediario, la Reina explicó a la periodista Pilar Urbano que el Príncipe siempre estaba pendiente de ese informativo y a ella esto le sorprendía y espoleaba su curiosidad, la misma desapareció el día en que el Príncipe heredero al trono les dijo que estaba enamorado de Letizia y pensaba hacerla su esposa, ante la negativa del Rey , aseguran que el Príncipe afirmó: “O ésta o ninguna otra”

Un eslabón perdido
Por lo tanto la televisión que llega a casa de todos, resulta que tampoco es ajena, en estos momentos, a Zarzuela. Desde que llegó a ella Letizia muchas personas supusieron que ella seria el eslabón que acercaría la Casa Real a los españoles, Letizia, al menos hasta el momento, no ha conseguido este objetivo, a mi manera de ver tampoco ha conseguido el de sólo trabajar como princesa de Asturias, el día de su presentación a los medios además de demostrar que entre ella y el Príncipe Felipe había amor de verdad afirmó que su unión era para trabajar por la Corona.

Letizia iba con la idea de que sería útil y que casarse con el heredero significaba trabajar con un horario como cualquier español que no esté en el paro y el resto del tiempo ejercer de esposa, nada mas, con el tiempo imagino sabrá que su trabajo no es a tiempo parcial, sino total, y que a ella mientras ejerce su trabajo de princesa los fotógrafos y algunas publicaciones la están convirtiendo en un icono de la moda.

Sencillamente sosa
Los del Paris Match han dicho de Letizia después de verla en los Premios Príncipe de Asturias: “Sencillamente perfecta”, discrepo de esta publicación pues me parece imposible que los franceses que conocen de cerca la elegancia, el allure, puedan decir de la Princesa que en esos días estaba perfecta, no entiendo como se puede hablar de la elegancia con un vestido que era más apropiado para la suegra de un amigo que va de boda que no para una Princesa que va a un acto donde está presente el arte, la literatura y la intelectualidad mundial, su vestido color humo con flores cosidas no era apropiado para una persona de 39 años, la Princesa, que según Pilar Eyre en LOC, controla personalmente sus looks en esta ocasión se equivocó, tiene Letizia una eterna cuenta corriente para resolver su vestuario, como escribió Pilar Eyre tiene mucho trabajo para conjuntar sus estilos, yo la invitaría a que alguien de su entorno la ayudara y el Príncipe le sacara al exterior esa parte divertida que ella, según leo en diversos diarios, emplea en privado y con sus amigas.

Creo que Letizia no debería luchar tanto por la perfección, gasta energía y eso no es prudente en la esposa de quién en un futuro, esperemos que muy lejano, va a ser el Rey de España. Letizia es sobria y parece sosa, probablemente no es ni una cosa ni la otra, pero ella se empeña en trabajar algo que no debe, Letizia y su gente debería ocuparse de que estuviera mas relajada, sonriera de verdad, desde dentro, y llegara al pueblo tal y como esperan en Zarzuela que así suceda, dentro de su estilo y dentro del protocolo que no debe ser poco.

Mientras, en Televisión, la otra familia que es Borbón de verdad, no como Letizia que llegó por matrimonio, hace las delicias de los espectadores en la pequeña pantalla donde pueden ser criticados sin que pase nada y pueden hablar de quién y como sea y de la forma que sea sin que nadie lo pueda evitar y mucho menos Zarzuela que hasta hoy no se ha manifestado, ni se espera que lo haga. La Reina en algunas ocasiones ha dejado bien claro que ellos tienen que aguantar lo que venga y mantenerse al margen.