La Terminal de Defensa para Zonas de Alta Altitud (THAAD, por sus siglas en inglés), un avanzado sistema de defensa antimisiles estadounidense, está ya instalado en Corea del Sur y tiene ya capacidad para interceptar misiles procedentes de Corea del Norte, según han informado fuentes estadounidenses en declaraciones bajo condición de anonimato.
La fuente ha matizado sin embargo que el sistema no estará plenamente operativo hasta que pasen varios meses. Una segunda fuente ha apuntado que Corea del Sur concretó una "medida de control de la zona de operación restringida" el 30 de abril con el fin de controlar su espacio aéreo y la batería antimisles está ya preparada para realizar misiones operativas preliminares.
El sistema antimisiles pretende proteger a Corea del Sur, aliado de Washington, pero China teme que sus potentes radares sean utilizados con fines de espionaje y que su capacidad de intercepción reduzca su poder de disuasión.
Pekín ha criticado que el THAAD --un sistema de derribo de misiles balísticos de corto, intermedio y medio alcance a través del impacto directo-- tiene un alcance que podría ir más allá de la península de Corea y que podría alcanzar suelo chino.
Por su parte, las autoridades estadounidenses creen que China, como vecino y principal valedor de Corea del Norte, es el mejor situado para influir en Pyonyang ante su actual carrera armamentística para mejorar sus armas nucleares y sus misiles balísticos.