El Atlético de Madrid certificó este martes, tras eliminar al Leicester City inglés en los cuartos de final, su sexta clasificación para las semifinales de la Liga de Campeones, y por primera vez en su historia, por segunda campaña consecutiva.
Diego Pablo Simeone ha dado otro paso más en el crecimiento del conjunto rojiblanco, actual subcampeón continental, y al que ha situado por segunda temporada seguida entre los cuatro mejores del Viejo Continente.
Además, el técnico argentino también fue el encargado de devolver entre esta elite al Atlético al clasificarle para la final de la campaña 2013-2014 donde los colchoneros estuvieron entre los cuatro mejores 40 años después de perder la final ante el Bayern Múnich alemán en 1974.
Antes de aquella fatídica noche en Bruselas, el Atlético había llegado a las semifinales del máximo torneo continental en otras dos ocasiones y en ambas resultó eliminado. En la 58-59 no pudo con el Real Madrid y en la 70-71 con el potente Ajax holandés.
El Atlético de Madrid certificó este martes, tras eliminar al Leicester City inglés en los cuartos de final, su sexta clasificación para las semifinales de la Liga de Campeones, y por primera vez en su historia, por segunda campaña consecutiva.
Diego Pablo Simeone ha dado otro paso más en el crecimiento del conjunto rojiblanco, actual subcampeón continental, y al que ha situado por segunda temporada seguida entre los cuatro mejores del Viejo Continente.
Además, el técnico argentino también fue el encargado de devolver entre esta elite al Atlético al clasificarle para la final de la campaña 2013-2014 donde los colchoneros estuvieron entre los cuatro mejores 40 años después de perder la final ante el Bayern Múnich alemán en 1974.
Antes de aquella fatídica noche en Bruselas, el Atlético había llegado a las semifinales del máximo torneo continental en otras dos ocasiones y en ambas resultó eliminado. En la 58-59 no pudo con el Real Madrid y en la 70-71 con el potente Ajax holandés.
La gabarra "Athletic" está feliz, puesto que por fin verá finalizada su inactividad de tanto tiempo. Todo ello porque los bilbaínos pusieron fin a su maldición de cuarenta años sin ser campeones de la Copa del Rey, con seis finales perdidas, cinco en los últimos 15 años. El equipo de Valverde debió esperar a la tanda de penaltis para vencer a un combativo Mallorca y alcanzar la gloria, pero esta Copa, "su" Copa más deseada, por fin podrá lucirla ante su gente por la ría de Bilbao.
Una Copa para el Madrid, la 20ª de su historia; una Copa para Rodrygo Goes, MVP y autor de los dos goles que vuelven a dar el título copero a los blancos, nueve años después de aquel recordado triunfo en Mestalla frente al Barça. Y, a la vez, un subcampeonato, el segundo de su historia, con honores de campeón para Osasuna.
El Real Betis Balompié es el campeón de la Copa del Rey. El equipo verdiblanco, en su ciudad, delante de su gente que lo sigue sin rechistar, ha salido victorioso por tercera vez después de una nueva final épica, como todas las que disputa, y en la que un rival tan sumamente digno como el Valencia y que ha merecido la Copa tanto como él solo ha claudicado en la cruel tanda de penaltis.