Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Libros
Etiquetas | Pulsiones de papel
Luis López

ARS Quimérica

|

Si hay algo que distingue a unos seres humanos de otros es el sentido del humor. Si tuviera que clasificar, tarea siempre imprecisa, los tipos de inteligencia, para mí estaría por encima de cualquier otra la tipología cómica. Todos caemos y casi todos nos levantamos después. Pero en la forma de hacerlo reside la fina línea de la grandeza asociada a la capacidad de sobreponerse.

Ligada a una filosofía de vida. Una visión que respeta todo, por eso puede despreciarlo todo. El dolor es una esfera a la que desgraciadamente se adhieren multitud de almas, que vagan en pena sin poder salir de su pozo. Salir de esa esfera es complicado por todo lo que alimenta el dolor, que es mucho y variado hasta poder reemplazar la propia vida. Descubrir su mecanismo esférico obliga a posicionarse en la siguiente esfera; la llamada comedia infinita que como un papel de regalo envuelve la tragedia. El problema es que nosotros somos el núcleo del regalo, estamos siempre en el punto más alejado del celofán. Tenemos que abrirnos paso hasta llegar al envoltorio donde se descubre esa broma eterna que ambienta el cosmos.

La expresión del humor interna o externa puede provenir de una reflexión profunda. Sesuda erudición. Análisis extático. Puede provenir de una anagnórisis, una caída en la cuenta, un conocer de repente. O de un camino largo y tedioso donde los pies encallecidos son las cicatrices del tiempo, ese otro mecanismo esférico donde resuena la comedia perenne. Todo vale si el final remite a la risa sin disfraz, no a la sonrisa que aguanta y reprime como un dibujo la cara, que parece agrandarla pero que encoge enseguida. En ella se guardan las intenciones sin sustancia, los coqueteos sin relleno, las verdades a medias. El aparato de la risa es tan sencillo como antiguo y efectivo. Los hombres que disponen de él, tiene a su servicio un arma infalible, un resorte cuando vengan las mal dadas y las maldades.

Cristóbal Serra es un escritor con un agudo sentido del humor. Un erudito mallorquín desmarcado de las corrientes literarias al uso. Casi siempre autopublicado o publicado en ediciones menores. Esto podría suponer un problema para muchos polígrafos, pero no para Cristóbal, porque hace tiempo que aprendió a reír. Primero de sí mismo luego de todo lo que no era él. Mientras siga habiendo tangibles e intangibles, será dueño de ellos. Nada puede guardar secretos ni esconder su misterio cuando el que viene es un igual que se reconoce ante ellos. Si algo nos impulsa como raza en el reino animal es la risa. Cualquiera que colabore a emplazarla un poco más arriba en las esferas invisibles es un ser que vale un mundo. A mí Cristóbal Serra me ha hecho reír, y también reflexionar, en las páginas de Ars Quimérica, su obra completa desde 1957 hasta 1996, editada por Círculo de Lectores. No puedo menos que reconocerle este valor de escritor raro para gente normal.

ARS Quimérica

Luis López
Luis López
martes, 5 de abril de 2011, 10:23 h (CET)
Si hay algo que distingue a unos seres humanos de otros es el sentido del humor. Si tuviera que clasificar, tarea siempre imprecisa, los tipos de inteligencia, para mí estaría por encima de cualquier otra la tipología cómica. Todos caemos y casi todos nos levantamos después. Pero en la forma de hacerlo reside la fina línea de la grandeza asociada a la capacidad de sobreponerse.

Ligada a una filosofía de vida. Una visión que respeta todo, por eso puede despreciarlo todo. El dolor es una esfera a la que desgraciadamente se adhieren multitud de almas, que vagan en pena sin poder salir de su pozo. Salir de esa esfera es complicado por todo lo que alimenta el dolor, que es mucho y variado hasta poder reemplazar la propia vida. Descubrir su mecanismo esférico obliga a posicionarse en la siguiente esfera; la llamada comedia infinita que como un papel de regalo envuelve la tragedia. El problema es que nosotros somos el núcleo del regalo, estamos siempre en el punto más alejado del celofán. Tenemos que abrirnos paso hasta llegar al envoltorio donde se descubre esa broma eterna que ambienta el cosmos.

La expresión del humor interna o externa puede provenir de una reflexión profunda. Sesuda erudición. Análisis extático. Puede provenir de una anagnórisis, una caída en la cuenta, un conocer de repente. O de un camino largo y tedioso donde los pies encallecidos son las cicatrices del tiempo, ese otro mecanismo esférico donde resuena la comedia perenne. Todo vale si el final remite a la risa sin disfraz, no a la sonrisa que aguanta y reprime como un dibujo la cara, que parece agrandarla pero que encoge enseguida. En ella se guardan las intenciones sin sustancia, los coqueteos sin relleno, las verdades a medias. El aparato de la risa es tan sencillo como antiguo y efectivo. Los hombres que disponen de él, tiene a su servicio un arma infalible, un resorte cuando vengan las mal dadas y las maldades.

Cristóbal Serra es un escritor con un agudo sentido del humor. Un erudito mallorquín desmarcado de las corrientes literarias al uso. Casi siempre autopublicado o publicado en ediciones menores. Esto podría suponer un problema para muchos polígrafos, pero no para Cristóbal, porque hace tiempo que aprendió a reír. Primero de sí mismo luego de todo lo que no era él. Mientras siga habiendo tangibles e intangibles, será dueño de ellos. Nada puede guardar secretos ni esconder su misterio cuando el que viene es un igual que se reconoce ante ellos. Si algo nos impulsa como raza en el reino animal es la risa. Cualquiera que colabore a emplazarla un poco más arriba en las esferas invisibles es un ser que vale un mundo. A mí Cristóbal Serra me ha hecho reír, y también reflexionar, en las páginas de Ars Quimérica, su obra completa desde 1957 hasta 1996, editada por Círculo de Lectores. No puedo menos que reconocerle este valor de escritor raro para gente normal.

Noticias relacionadas

Mi corazón envejece, a la par que mis recuerdos; cuando deje de latir, todo quedará en silencio.

Del miércoles veintidós al viernes veinticuatro de mayo se efectuará en la capital poblana el VI Encuentro Internacional de Poesía Sabersinfin, evento organizado en forma conjunta entre la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y el movimiento internacional científico y cultural Sabersinfin.

Trinidad Fuentes ha sido apodada como la escritora justiciera desde que, con su novela 'La revelación', se alzó como una escritora de novela negra que, a través de las páginas de sus libros, repartía la justicia que, al mundo, a veces, le falta. Sobre todo, en crímenes contra las mujeres. Ahora vuelve a publicar une novela del género con 'Cuando la niebla duerme', poniendo el foco de nuevo en unas cuantas injusticias a resolver.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto