El Mallorca afronta el tramo final de la temporada con la permanencia asegurada, salvo debacle de última hora, gracias a sus 38 puntos y con las miras puestas en la séptima plaza, que da acceso a la Europa League. Tras el logro del pasado curso y la posterior exclusión del club de competiciones europeas, los mallorquinistas suspiran por la oportunidad de jugar en Europa.
Para conseguirlo cuenta con algunas ventajas y algunos inconvenientes respecto a los otros rivales que también están en esta lucha. Además del Mallorca, hay otros cuatro equipos para lograr las tres plazas de Europa League: Espanyol, Athletic, Sevilla y Atlético de Madrid. Otros como Real Sociedad y Getafe, que jornadas atrás estaban en la pomada, se han desinflado y ahora tienen más cerca el descenso que los puestos europeos.
A favor del Mallorca encontramos un calendario favorable. En Son Moix tiene que recibir a Sevilla y Atlético, dos partidos que serán clave, además de Getafe y Villarreal. También hay que tener en cuenta que los de Laudrup no han fallado en partidos importantes para sumar puntos como frente a Athletic o Zaragoza. Fuera de casa tocará visitar los feudos de equipos en peligro de descenso: Deportivo, Málaga, Racing, Hércules y Almería.
Los otros cuatro candidatos a puesto europeo cuentan con enfrentamientos más complicados, ya que salvo el Atlético (que también cuenta con un calendario favorable), todos tiene que jugar contra Real Madrid o Barça. El que peor lo tiene es el Espanyol, que no solo ha bajado su rendimiento tras la marcha de dos defensas titulares en el mercado de invierno sino que tiene que jugar frente a los culés, al Valencia, Sevilla, Athletic y Atlético.
El Athletic de Bilbao y el Sevilla parecen, en estos momentos, los dos conjuntos con más regularidad y más capacidades para lograr dos de los tres puestos en juego. El Atlético es una caja de sorpresas, que tanto puede resolver un final de liga ganándolo todo como puede perderlo todo. El Mallorca cuenta con una oportunidad de lujo para disputar el año que viene una competición que ya mereció el presente.