A falta de uno, ya tenemos dos asegurados. Y espérate que no sean cuatro. El Real Madrid y FC Barcelona tienen pendientes dos partidos uno frente al otro en el mismo mes, el próximo Abril. Primero, el choque en Liga (la vuelta en el Bernabéu) el día 17 y la Final de la Copa del Rey, justo tres días después.
Si ya los más futboleros se revolucionan con un clásico, qué pasará si los dos equipos consiguen pasar a cuartos de final de la Champions League y, por lo tanto, se enfrentan en esa fase de la competición europea. Cuatro lances en treinta días. Para hacer historia.
Esta temporada está siendo por momentos y situaciones interesante, disputada y combativa a partes iguales. Eso sí, en cuestiones de liderazgo, por desgracia sigue siendo una Liga de dos.
Pero no hay que perder de vista ni olvidar la estupenda campaña que están ofreciendo en general equipos como Villarreal, Valencia, Sevilla en sus últimos encuentros y Athletic Club de Bilbao hasta hace bien poco. Solo por nombran algunos de lo más destacados en algún momento de la temporada.
Pues bien, si finalmente se da esa situación de cuartos de final color blanqui-blaugrana, se nos presentará un Abril de espectáculo, nervios y resultados definitorios.
Calentita está ya lo cosa con un Rosell que empieza a demostrar que tiene sangre en las venas. Tal vez un poco tarde para algunos, el presidente del Barcelona se ha posicionado públicamente al lado de Guardiola. Para otros muchos, esto les ha parecido poco menos que un destello de actitud “Made in Laporta”.
Para mí, tan solo ha demostrado que él también tiene un límite en su paciencia. Eso sí, si tiene pruebas para subrayar fehacientemente que detrás de las acusaciones de posible dopaje está el club de Florentino Pérez, que las muestre. Ya basta de dimes y diretes.
Hablando de calentar los clásicos, he podido leer en algunos foros que para ciertas personas es el entorno del club catalán el que está aprovechando toda esta polémica para prepararse ante un hipotético mal resultado en alguno de los encuentros.
Ahí sí que no puedo estar menos de acuerdo. Creo que a ambas instituciones les favorece que se vaya cargando el ambiente, de modo que ninguno de los dos debe quejarse si el intercambio de declaraciones pone las cosas lindando la batalla campal. Al fin y al cabo, esto es parte importante de la sal del fútbol. Y gracias a eso también, ganan tanto dinero, que de eso se trata para ellos.
Hacer un pronóstico de lo que puede suceder es casi un ejercicio de clarividencia. Así que de momento, me abstengo… aunque, tal y como está la cosa, si por un milagro llegase a acertar, no sería mala opción laboral. Peores cosas hay. De momento solo me aventuro a decir, y sé que no es mucho, que merecerá la pena verlo y sobre todo, disfrutarlo.