Todas las temporadas se espera mucho del Getafe y esta, si cabe, se esperaba más que nunca. El proyecto de Ángel Torres es un diez en solvencia económica, que en los tiempos de crisis que corren es todo un logro, y el equipo se ha acostumbrado a estar luchando por puestos europeos. Después de la gran temporada pasada, en la que el Getafe terminó sexto logrando su mejor clasificación de la historia en Primera, se esperaba más de los de Míchel. Pero las expectativas en la casa azulona no se están cumpliendo.
A falta de que el Getafe juegue esta noche ante el Athletic de Bilbao en el Coliseum, los azulones son undécimos con 33 puntos y están a 8 precisamente del Athletic. Tampoco se piensa en el descenso, de momento, 7 puntos parece suficiente colchón para no alarmarse. Aunque no hay ‘miedo’ todavía eso de llevar cinco partidos consecutivos sin conocer la victoria agrada bastante poco a todos, directiva, presidente y afición. Si el Geta sigue acumulando resultados negativos, la cabeza de Míchel quedaría en entredicho. Sólo una victoria contundente puede salvar al Getafe y a su técnico.
El equipo ha quedado muy mermado esta campaña tras las salida del club de jugadores importantísimos el pasado verano, me refiero a Soldado, Pedro León e incluso a Adrián González, pieza clave en los últimos partidos. Aquel ‘Eurogeta’ que se clasificó para la Europa League poco tiene que ver con un Getafe que no ha sido capaz de ganarle a rivales que luchan por no descender, como es el caso de Sporting (2-0), Hércules (0-0), Racing (0-1) o Málaga (2-2).
El Getafe afronta la recta final de la Liga con un calendario por delante realmente muy complicado. Le esperan salidas dificilísimas al Camp Nou, la próxima jornada, el Madrigal y el Bernabéu y además recibirán en el Coliseum a rivales como Sevilla y Valencia. Con este panorama la incertidumbre se está apoderando de un club que debe responder y aguantar el tirón final del campeonato liguero sino se quiere encontrar con verdaderos problemas.